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Evitan que más de 5 mil huevos de tortugas marinas vayan al mercado negro

En Punta Chiquirín ya funciona un vivero para la protección y conservación de la tortuga marina.

Con el funcionamiento del corral de incubación de huevos, que forma parte del proyecto de Conservación y Protección de Tortugas Marinas en el caserío Punta Chiquirín, del cantón Agua Escondida, en el distrito de La Unión, se ha evitado que un total de 7 mil huevos sean destinados al consumo o a la venta clandestina, aseguran los encargados del vivero.

El proyecto es financiado por una agencia de créditos de San Salvador, con el apoyo de la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico (FUNSALPRODESE), en coordinación con la comunidad.

La comunidad esperan el apoyo para continuar el próximo año con el proyecto de protección de la tortuga marina. Foto EDH/Insy Mendoza.

De acuerdo con los técnicos y encargados del corral, es la primera vez que en la comunidad funciona un proyecto destinado a proteger los miles de huevos que llegan a desovar las tortugas a orillas de la playa; anteriormente las personas recolectoras los recolectaban ya sea para el consumo en el hogar o para la venta ilegal en algunos negocios y en otros sitios, ya que en la zona no tenían un lugar para la protección.

El vivero empezó a funcionar en septiembre y  ha recibido alrededor de 7,000 huevos de la especie golfina. Sin embargo, hay un porcentaje del 20% de pérdidas por situaciones climáticas, y también hay que tomar en cuenta que es la primera experiencia de un corral en la zona.

Vivero para la protección de las tortugas marinas. Foto EDH/Insy Mendoza.

El corral o vivero es una ramada donde preparan los nidos en la arena para incubar los huevos de las tortugas, es todo un proceso monitoreado por los viveristas, quienes están pendientes de la temperatura, de alguna plaga, de ver el tiempo que llevan los huevos enterrados y el periodo en que harán eclosión; y posteriormente, los neonatos de tortugas son liberados en la misma playa.

En la comunidad hay alrededor de 25 personas que se dedican a la recolección de los huevos. Los huevos son llevados al vivero y reciben un incentivo de $2.50 por 14 unidades.

Santos Cruz Cárdenas, uno de los viveristas del proyecto. Foto EDH/Insy Mendoza.

Santos Cruz Cárdenas, viverista, dice que en lo que va de estar funcionando el vivero ha logrado 700 neonatos de tortugas de varios nidos que fueron sembrados en el corral, aunque, lamenta que debido a las condiciones de las temperaturas muchas mueren o no logran romper el huevo, mientras que otros aún están en proceso de eclosionar. 

“El 18 de septiembre empezamos a sembrar los huevos y en octubre empezaron a nacer; hemos liberado unas 700, porque muchas nidadas se dañaron por el clima, y estamos tratando de hacer algunos cambios para evitar esas pérdidas”, añadió.

Alrededor de 700 neonatos de tortugas liberadas en la playa de Punta Chiquirín. Foto EDH/Insy Mendoza.

Según Cruz Cárdenas, de no existir el vivero esos huevos tendrían otro destino, principalmente en el comercio. “Lo importante y que más llama la atención es que la mayoría de los recolectores han trabajado en el proyecto solo por el hecho de ver nacer las tortuguitas y sentir esa alegría que se está protegiendo el recurso”.

Milagro Villatoro, encargada de la administración, manifestó que el proyecto finalizará en febrero de 2026. “Hay señores recolectores de más de 70 años de edad que vienen a ver la experiencia de nacer una tortuga y eso nos emociona y motiva a continuar y esperar que el próximo año podamos encontrar que nos financien el vivero”.

Cada año arriban tortugas a la playa de Punta Chiquirín a desovar sus huevos. Foto EDH/Archivo.

“Son alrededor de 7,000 huevos de tortugas que han traído desde que iniciamos, pero de eso hemos tenido pérdidas por las situaciones del clima, es nuestro primer proyecto como comunidad y vamos mejorando lo del monitoreo y algunas alternativas de sembrarlos”, agregó Villatoro.

Además, confirmó que de no contar con el vivero, el destino de toda esa cantidad de huevos sería la comercialización, algo que está prohibido.

Actualmente hay 30 nidos, unos que tienen más de 125 huevos que están en el proceso de desarrollo para su eclosión, proceso que lleva entre 45 a 60 días.

«Esperamos contar con el financiamiento para el otro año y continuar con el proyecto y así empezaremos a trabajar antes de septiembre para aprovechar la temporada del desove de los huevos«, Santos Cruz Cárdenas, viverista.

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