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Zelenski, entre la espada y la pared

Por si fuera poco, se ha conocido el contenido de un intercambio telefónico entre el presidente francés Emmanuel Macron y Zelenski con otros líderes europeos, en el que Macron comentó que “existe la posibilidad de que Estados Unidos traicione a Ucrania en el tema territorial”.

Empleamos con frecuencia la expresión “estar entre la espada y la pared” para describir una situación difícil. El diccionario especifica su significado como un escenario que no tiene salida aparente y “donde se debe elegir entre dos opciones igualmente complicadas”. Así es como como se encuentra en estos momentos el presidente ucraniano Volodímir Zelenski después de padecer durante cuatro años el asedio de las tropas invasoras rusas en Ucrania.

En el caso del líder ucraniano, se pueden sustituir “la espada y la pared” por “Trump y Putin”. Es decir, el dilema que enfrenta es que parece estar atrapado entre dos opciones, en este caso dos gobernantes, que para él son igualmente nocivas por una razón obvia: lejos de ser un aliado del país invadido, el presidente estadounidense favorece, a veces manifiestamente y otras de modo subrepticio, a Vladimir Putin, responsable del ataque al país vecino. Una vez que retornó a la Casa Blanca, el republicano no ha hecho más que obstaculizar cualquier asistencia y apoyo a Kiev, a pesar de la cantidad de muertes y la destrucción que a diario sufren los ucranianos.

Trump y Putin llevan meses escenificando un teatro de tira y afloja en el que supuestamente se dialoga y se negocia para sellar un acuerdo de paz que no incluye a Zelenski ni tampoco a los miembros de la Unión Europea, alarmados por las injerencias de Moscú en Europa. Putin lanza continuas amenazas de un eventual ataque si considerara que el respaldo a Ucrania pone en peligro sus intereses, los cuales consisten en acabar con la soberanía del país vecino. Además, forma parte de su estrategia intimidante la circulación de drones sobre el espacio aéreo de naciones europeas que advierten una y otra vez del peligro que el dictador ruso representa para el continente.

Consciente de que cada vez está más sitiado entre las amenazas de Moscú y los ultimátum de la administración Trump –extrañamente inclinada a tratarlo con la rispidez que merece el enemigo– Zelenski recientemente se dirigió a los ucranianos y reconoció que “Ucrania puede verse en riesgo de perder su dignidad o a un aliado clave”. Se refería al plan de 28 puntos que, sin su participación, las delegaciones estadounidenses y rusas han cocinado y que incluye la renuncia a la soberanía del Donbás y de Crimea, así como limitar las fuerzas armadas del país invadido frente a una potencia que en el futuro puede sacar las garras nuevamente. En los últimos días, los medios filtraron una supuesta conversación entre el secretario de Estado americano, Marco Rubio, y una serie de senadores en la que Rubio habría afirmado que el plan de paz de Trump es “la lista de deseos” de Rusia, algo que el ex senador cubano americano por la Florida ha desmentido al asegurar que la propuesta fue redactada por Estados Unidos.

Una cosa es lo que asevera Rubio y otra bien distinta es lo que se deduce por las señales equívocas que trasmite su gobierno en lo que concierne a la tendencia de Trump a favorecer a su homólogo ruso y minimizar los atropellos, y también crímenes de guerra, que perpetra el inquilino del Kremlin. Un detalle llamativo: por primera vez en tres décadas, un secretario de Estado americano no ha asistido a la reunión ministerial de la OTAN, en la que la cuestión central era la defensa de Ucrania. En los pasillos de la sede de la Alianza, en Bruselas, se comentaba lo que ya se sabe: con Trump en la presidencia, Estados Unidos ha dejado de ser un aliado fiable y ese plantón es la prueba de que sus lealtades han tomado un sinuoso camino.

Por si fuera poco, se ha conocido el contenido de un intercambio telefónico entre el presidente francés Emmanuel Macron y Zelenski con otros líderes europeos, en el que Macron comentó que “existe la posibilidad de que Estados Unidos traicione a Ucrania en el tema territorial”. A estas alturas, Europa da por hecho que los territorios sometidos por Rusia están perdidos. Sobre este acuerdo de paz más que dudoso, en dicha llamada el canciller alemán Friedrich Merz añadió que el líder ucraniano debía ser “extremadamente cuidadoso en los próximos días”. Son voces de alarma que ponen en evidencia la difícil situación de Volodímir Zelenski, atrapado entre la espada y la pared. O sea, entre Putin y Trump. Dos centinelas apostados en un callejón sin salida. [©FIRMAS PRESS]


*Twitter: ginamontaner

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