El Museo Nacional de Antropología “David J. Guzmán” ahora tiene una museografía innovadora que combina inmersión, tecnología y narrativa sensorial para transformar la forma de explorar el patrimonio salvadoreño.
El Museo Nacional de Antropología “David J. Guzmán” ahora tiene una museografía innovadora que combina inmersión, tecnología y narrativa sensorial para transformar la forma de explorar el patrimonio salvadoreño.

El Museo Nacional de Antropología “David J. Guzmán” (MUNA) de El Salvador ha iniciado un nuevo capítulo en su ya larga trayectoria, al presentar una profunda renovación museográfica que marca un antes y un después para la institución y para la manera en que se comprende el patrimonio cultural en el país. En el marco de su 142 aniversario, el museo reveló una transformación que apuesta por la tecnología, la interacción y la inmersión de la experiencia del visitante.
Las renovadas salas permanentes ofrecen un recorrido completamente distinto al que durante décadas caracterizó al MUNA. La institución ahora ha incorporado un sistema expositivo interactivo que invita a explorar la historia con los sentidos, el movimiento y la curiosidad. Ahora, cada espacio propone una vivencia más cercana y emocional de la identidad salvadoreña.
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Entre las innovaciones destacan la realidad virtual y aumentada, que permiten al visitante adentrarse en escenarios prehispánicos reconstruidos a partir de evidencia científica; personajes animados basados en estudios arqueológicos que “reviven” para contar sus historias; estaciones de exploración táctil; recorridos inmersivos que combinan luz, sonido y proyecciones; y entornos interactivos que transforman el aprendizaje en un juego continuo. Es un cambio sin precedentes en el ámbito museístico del país.
Este ambicioso proyecto ha sido desarrollado por un equipo multidisciplinario que integra arqueólogos, historiadores, museógrafos, diseñadores, programadores, artistas visuales y especialistas en tecnologías aplicadas al patrimonio. La meta: convertir al MUNA en un entorno participativo, inclusivo y profundamente dinámico, donde la memoria cultural se viva, se sienta y se comparta desde múltiples perspectivas.
La renovación representa, además, un paso importante en la actualización del discurso museológico salvadoreño, acercándolo a los estándares contemporáneos de la región. La apuesta por experiencias sensoriales y por contenidos accesibles pretende atraer a nuevos públicos, especialmente a niños, jóvenes y visitantes que buscan propuestas distintas e innovadoras.

El MUNA, fundado en 1883 y rebautizado en honor al investigador David J. Guzmán, ha sido durante más de un siglo un referente en la conservación, investigación y difusión del patrimonio cultural salvadoreño. Sus colecciones abarcan desde piezas prehispánicas hasta objetos coloniales y contemporáneos que permiten comprender la larga y compleja historia del territorio. A lo largo de su existencia, el museo ha pasado por diversas sedes y procesos de modernización, pero ninguno tan profundo como el que hoy se presenta.
La institución, cuya sede actual en la colonia San Benito fue inaugurada en 2003, se consolidó con el paso de los años como un centro de estudio y divulgación cultural. Sin embargo, la evolución de los formatos museográficos y los hábitos del público hacían necesaria una transformación capaz de conectar con las nuevas generaciones. Esa visión se materializa ahora en un MUNA que combina rigor científico con innovación tecnológica.
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Con este proyecto, el Museo Nacional de Antropología reafirma su misión de proteger y difundir la memoria histórica, pero también se reinventa como un espacio vivo, creativo y cercano a la comunidad. Las nuevas salas no solo muestran objetos; cuentan historias, activan emociones y permiten que cada visitante se convierta en protagonista de un viaje a través del tiempo.

Toma nota
Horario: de martes a domingo, de 9:00 a. m. a 5:00 p. m.
Admisión: salvadoreños $1.00; extranjeros residentes $3.00; extranjeros no residentes $10.00; estudiantes con carné vigente, personas con discapacidad, adultos mayores y niños menores de 12 años, gratis.
Dirección: avenida La Revolución, Colonia San Benito, San Salvador.
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