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Nuestra seguridad alimentaria

Ojalá que la gente no confunde los agromercados con “mercados de abastos” para revendedores, que son otro tipo de mercado y otro sistema de regulación de precios. 

El título me vino a la mente el martes de esta semana, leyendo en primera plana online del diario alemán “Bild Zeitung”, la noticia sobre el señor agricultor Cristian Schridde, de Siersse, un pueblo en Baja Sajonia, que tuvo que llevar a la estación de desechos biológicos, 400 (cuatrocientas) toneladas de patatas, debido a que este año tuvieron una cosecha extraordinaria. Y cuestiona, muy molesto, cómo es que el esfuerzo de sembrar y cosechar hay que desperdiciarlo, mientas se importan patatas de Egipto y de Chipre.

En mis diez años en Alemania, uno de los cambios que asimilé en la primera semana, fue sustituir el arroz y los frijoles de todos los días, por las patatas alemanas, muy ricas y un poco diferentes a nuestras “papas”, pues así como aquí preparamos el arroz de varias formas, en Alemania las patatas son el alimento básico de toda las familias.

Pero a lo que me quiero referir, es como nos gustaría que nuestra agricultura tuviera cosechas similares de maíz, arroz, frijoles, las verduras y hortalizas que forman nuestra canasta básica alimentaria a precios asequibles para todos y los pudiéramos adquirir en muchos lugares, para una alimentación más adecuada y balanceada para la población.

Confundir “calidad de vida” con sobre peso y obesidad, consumiendo alimentos procesados promovidos por la publicidad, parece que hasta en EEUU cayeron en la cuenta, que va contra la salud y desde este martes, según las noticias, restringen la residencia a los obesos de todas las edades y todos los países.  Así que de pronto, el sobrepeso, característica de calidad de vida en EEUU, se vuelve en su contra.

Buscando información sobre la seguridad alimentaria en El Salvador, encontré el CDCA, Centro de Desarrollo de Comercio Agropecuario, y conversando con alguien que durante un tiempo formo parte de mi equipo y hoy es uno de los ejecutivos, me explicó que son la organización adjunta al ministerio de agricultura que organizan y promueven volver a la agricultura en nuestro país.

Hace unos años se desarrollaron las “Revoluciones verdes” gestadas por investigadores, científicos e ingenieros agrónomos en EEUU, México, Filipinas, China, Israel y la India, que preocupados por la seguridad alimentaria, desarrollaron sistemas para incrementar la producción de arroz por hectárea y lo consiguieron. 

Por cierto, la seguridad alimentaria es uno de los objetivos del desarrollo sostenible del milenio de la ONU para el 2030, que lo definen como “Cero hambre”.

En dos ocasiones hemos ido a comprar al Agromercado de Santa Tecla, los precios de los productos son muy convenientes y se adecuan a los requisitos de la seguridad alimentaria: que los productos sean frescos, estén disponibles, sean asequibles y no causen enfermedades. Si poco a poco siguen creciendo manteniendo esa estrategia, se puede ir paso a paso, garantizando la seguridad alimentaria. 

Y ojalá que la gente no confunde los agromercados con “mercados de abastos” para revendedores, que son otro tipo de mercado y otro sistema de regulación de precios. 

Que el CDCA revitalicen la agricultura nos llevará, a ser “autosuficientes y autosostenibles en la seguridad alimentaria” y no depender de otros países. Si recuerdan, cuando hubo problemas en las carreteras de Guatemala, además que subieron los precios, nos quedamos tres días, casi sin verduras. Después hablamos de “los aguacates de México a 2 por un dólar, los tomates a 3 por un dólar y las anonas a 30 dólares…

Pero volviendo a los agromercados, para evitar contaminaciones recomiendo advertir a los compradores: Tocar solo las frutas que van a comprar. Como en el ajedrez: pieza que toca, la mueve. En el agromercado: ¡Fruta que toca la compra!

Pues eso,  para “cuerpo sano y mente sana”, se requiere una buena alimentación y en el tiempo, la garantía y permanencia de la seguridad alimentaria.

Ingeniero/Todo es más fácil y más sencillo con sentido común

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