A un costado del kilómetro 123 de la carretera El Litoral, en la jurisdicción de El Tránsito, aún se mantiene en pie una casa peculiar por los materiales con los que está construida. Se trata de una casa hecha totalmente de botellas de plástico, la cual fue construida en el año 2005 por María Ponce, una mujer de la tercera edad que residió en esa misma vivienda durante 19 años.

Ponce murió en febrero de 2024. Ahora es su hija, Rosa Miriam, quien cuida de la casa y también reside a un lado. Recibe a todo aquel que desea conocer, entrar y tomarse una foto en la casa. También cuenta cómo María, su madre, decidió construir esa peculiar vivienda.

Según Miriam, la antigua casa de su madre era de bahareque, pero el terremoto del 2001 destruyó la vivienda. Fue “una revelación” en un sueño que María visualizó que tendría una casa de botellas. “Usted está loca, mamá”, fue la primera reacción de Miriam. “No hija, Dios me lo reveló en un sueño. Así que solo ‘haceme’ un café e iré a buscar las botellas”, le respondió su madre la misma mañana.

La recolección y construcción de la casa con botellas de plástico, lámina y madera culminó en 2005. Durante 19 años, María Ponce vivió en la que había sido su casa soñada.

Luego del fallecimiento de María Ponce el año pasado, la vida se ha puesto aún más cuesta arriba para Miriam por sus condiciones de pobreza. Ella es el único ingreso económico de su hogar, conformado por su esposo, Mercedes Lizama Andrade, de 82 años, y su hija, Norma Vanessa Lizama. “De vez en cuando”, dice que va a El Tránsito a lavar ropa, hacer mandados y así consigue para la comida de su familia y medicamentos de su esposo.

Don Mercedes se dedicó la mayor parte de su vida al trabajo agrícola, pero hace unos meses sufrió una grave caída que lo ha dejado en cama, sin la posibilidad de moverse como antes. Además, se suma que posee un diagnóstico en los pulmones de filtración de agua, por  lo que debe estar en un constante cuidado y con varios medicamentos para mantenerse estable. 

Miriam y su familia siempre atienden con una gran amabilidad a cualquier persona que desee presenciar de cerca la casa que construyó su madre. Pero, ahora dice que la necesidad de ayuda económica, de víveres o con medicamentos para su esposo es la prioridad. Hace un llamado para quienes deseen colaborar con su situación pueden visitarles sobre el kilómetro 123 de la Carretera Litoral, distrito de El Tránsito, San Miguel.