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El protagonista de la jornada 10: Xabi Alonso, el gran vencedor del clásico

Su planteamiento, el estudio del partido y la personalidad en los cambios, asumiendo el enfado de Vinícius, le convirtió en el protagonista de la jornada

xabi alonso

El clásico del fútbol español dejó a un gran vencedor en un día que estaba señalado en rojo en su calendario: Xabi Alonso. Las derrotas abultadas en los dos partidos de altos vuelos que encaró desde su llegada al Real Madrid, ante PSG y Atlético de Madrid, aumentaban la necesidad de salir airoso del pulso ante el Barcelona para reforzar su figura.

Su planteamiento, el estudio del partido y la personalidad en los cambios, asumiendo el enfado de Vinícius, le convirtió en el protagonista de la jornada. Xabi Alonso necesitaba la victoria en el clásico. No le debía computar lo ocurrido en el Mundial de Clubes, con un proyecto que no era suyo. Pero el duro golpe asestado por el PSG se sumó al del derbi del Metropolitano.

Ante el Atlético de Madrid, ya sintiendo suya la confección de la plantilla, Xabi cometió un error en su planteamiento y fue claramente superado por Diego Simeone. Apostó por Jude Bellingham, recién recuperado de su operación de hombro y sin el ritmo adecuado. Y cedió ante los galones, sacando de la posición en la que brillaba con luz propia Arda Güler.

Lo corrigió en el planteamiento del clásico. Regresó a su figura de técnico intervencionista que no se ata a un sistema. En función de las virtudes del rival, pasó de un 4-3-3 a un 4-4-2, aumentó la fortaleza de su centro del campo con la entada de Eduardo Camavinga y, en esta ocasión, al que movió a banda fue a Bellingham, encontrando el mejor partido del inglés, asistente y goleador.

El triunfo del Real Madrid en el clásico nació desde la pizarra de Xabi Alonso. Su equipo mordió en el centro del campo, fue un martillo pilón para recuperar y atacar de forma directa a la espalda de la defensa adelantada barcelonista. Mereció un premio mayor que el 2-1 al descanso, tras regalar el gol de Fermín, y en la segunda parte dio un paso atrás para defender bien y no conceder ocasiones para que se levantara el Barcelona.

En ese cambio de planteamiento y ante la necesidad de ayudas defensivas, Xabi Alonso debía tomar alguna decisión incómoda pero no hay intocables. Quitó a jugadores como Fede Valverde y Güler. Y encaró las consecuencias que tiene retirar del campo en un partido grande a Vinícius a los 72 minutos. Ante la mala reacción de su jugador optó por mirar a otro lado, evitar el conflicto y que nada le descentrara del partido. El resultado, el fin de la racha de cuatro victorias barcelonistas consecutivas en los clásicos, impulsan la figura del técnico tolosarra en el triunfo que más necesitaba.

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