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La afición se ganó el aplauso de la Selecta

La afición se llevó el triunfo, en el Cuscatlán. Su fidelidad quedó plasmada en la grada

selecta panama el salvador

No hubo duda del amor por la Selecta. La noche de este viernes, la afición salvadoreña se ganó su propio respeto, al apoyar a la Azul y Blanco ante Panamá. Adentro y afuera del Cuscatlán, el sentimiento de amor al equipo nacional se hizo sentir.

Tal y como se pronosticó, por la venta total de los boletos, la camiseta local pobló cada sector disponible para alentar a garganta plena. Familias y amigos llegaron juntos, para hacerse sentir como uno solo.

Desde tempranas horas de la tarde, el Coloso ya tenía a muchos salvadoreños ingresando por todos los sectores. Los registros en las distintas puertas se realizaron con orden. Y los chequeos electrónicos de los boletos no registraron inconvenientes.

Grupos de salvadoreños se fueron juntando, para calentar gargantas y, desde afuera, ya gritaban y cantaban a la Selecta. Un grupo de amigos llegó desde Guaymango, directo para dar el apoyo. Los Orellana y los Valdéz viajaron varias horas para mostrar una pancarta enorme en la que se leía el «estamos orgullosos de la Selecta».

Mientras el grupo familiar Panameño llevó su bandera y se fotografió en los alrededores del estadio. Su pose de «que gane la Azul» no dejó dudas de que querían festejar un triunfo. Contaron que algunos de ellos llegaron «desde Virginia, EE.UU., exclusivamente para estos dos partidos de la Selecta», por lo que tenían un ánimo alto.

Como ellos, varios cuscatlecos que lucieron sus gorros, bufandas, se pintaron las banderas en el rostro, llevaban manos gigantes y sus infaltables banderas coincidieron en que tienen el doble boleto para regresar el martes al partido ante Guatemala. «No nos lo vamos a perder», recalcó Óscar Alfaro, quien llegó con sus hijos a este juego.

Varios hinchas que se sumaron de Florida, Washington y hasta de Italia aseguraron que estarán en el Cusca para el siguiente choque. El aliento a la Selecta, señalaron, no le hará falta al equipo nacional.

Así, con toda la entrega del alma, la afición se adueñó de la noche. Se ganó el aplauso de la propia Selecta, que se sintió acompañada, una vez más, por su fidelidad.

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