La medida equivale a cerrar la puerta a los profesionales de países como El Salvador, Guatemala u Honduras.
La medida equivale a cerrar la puerta a los profesionales de países como El Salvador, Guatemala u Honduras.
El presidente Donald Trump anunció que la visa H-1B, utilizada durante décadas por profesionales extranjeros altamente calificados, tendrá ahora un costo de 100,000 dólares anuales. A la par, se crea una figura denominada “tarjeta dorada”, que permite acceder a un visado acelerado si se realizan aportaciones millonarias al Tesoro de los Estados Unidos.
Este anuncio no solo es un cambio administrativo: es un giro de fondo que transforma la migración laboral calificada en un privilegio reservado a las élites.
Los trabajadores: puerta cerrada
Para miles de profesionales en Centroamérica, la H-1B representaba la posibilidad de ejercer su talento en áreas de alta demanda como ingeniería, medicina o tecnología. El nuevo requisito de 100,000 dólares al año hace que esa oportunidad quede fuera de alcance.
No es el migrante quien paga esa suma, sino la empresa que lo contrata. Y la mayoría de empleadores no está dispuesta a invertir semejante cantidad en un trabajador extranjero, por más calificado que sea. Así, la medida equivale a cerrar la puerta a los profesionales de países como El Salvador, Guatemala u Honduras.
Las empresas: solo los gigantes sobreviven, Las pequeñas y medianas empresas también resultan golpeadas. Antes podían acceder a talento global pagando tarifas altas, pero razonables. Con el nuevo esquema, ese escenario desaparece. Solo las grandes tecnológicas y multinacionales podrán absorber un costo adicional de 100,000 dólares por empleado extranjero, además de su salario y beneficios.
Esto rompe la diversidad del mercado laboral y deja la migración calificada en manos de unos pocos gigantes corporativos.
Una contradicción evidente, lo más sorprendente es la contradicción con lo que Trump dijo apenas el domingo: que permitiría a empresas extranjeras traer temporalmente a sus expertos para capacitar a trabajadores estadounidenses en sectores estratégicos como semiconductores y construcción naval.
¿Cómo puede cumplirse esa promesa si la única vía para traer expertos es una H-1B que cuesta 100,000 dólares anuales? El discurso abre la puerta, pero la medida la cierra con un muro económico.
Consecuencias globales, Estados Unidos se arriesga a perder competitividad. Su liderazgo en innovación y tecnología depende, en buena parte, de profesionales extranjeros. Silicon Valley no existiría sin miles de ingenieros llegados con visas H-1B.
Al encarecer la contratación de extranjeros, otros países ganarán terreno. Canadá ofrece programas rápidos para atraer talento. Europa impulsa la tarjeta azul. Asia, con Corea del Sur y Singapur, busca captar ingenieros y médicos. Si Estados Unidos restringe, otros abrirán las puertas.
Una migración elitista, La llamada “tarjeta dorada” confirma el trasfondo de esta política. Quien tenga un millón de dólares para aportar como individuo, o dos millones como empresa, recibirá un trato preferencial. La migración laboral se convierte así en un mecanismo de exclusión, donde el talento ya no basta: ahora se exige capacidad de pago.
Entonces
El nuevo costo de la H-1B es un mensaje contundente: Estados Unidos quiere reducir al mínimo la llegada de profesionales extranjeros y privilegiar únicamente a quienes puedan pagar el lujo.
Es una medida que afecta tanto a trabajadores como a empresas. Cierra oportunidades para miles de profesionales en Centroamérica y limita a empleadores que dependían de ese talento. Y, al mismo tiempo, pone en riesgo el liderazgo de Estados Unidos en ciencia, tecnología y salud, porque el talento que ya no pueda entrar buscará otros destinos.
La migración laboral debería ser una herramienta de desarrollo compartido. Con estas medidas, se convierte en un privilegio para élites y en un muro más para millones que solo tienen como riqueza su conocimiento y su capacidad de trabajo.
César Ríos
Director de la Asociación Agenda Migrante de El Salvador (AAMES)
La realidad en tus manos
Fundado en 1936 por Napoleón Viera Altamirano y Mercedes Madriz de Altamirano.
Facebook-f Instagram X-twitter11 Calle Oriente y Avenida Cuscatancingo No 271 San Salvador, El Salvador Tel.: (503) 2231-7777 Fax: (503) 2231-7869 (1 Cuadra al Norte de Alcaldía de San Salvador)
2025 – Todos los derechos reservados