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El deporte en El Salvador le debe su surgimiento al café

La migración europea al país y el desarrollo de la caficultura marcaron un antes y un después para el fútbol y otras disciplinas, actividades que crecieron y se organizaron

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El deporte como se conoce en la actualidad en el país, federado y organizado, le debe su nacimiento en gran parte al desarrollo del café y a las migraciones europeas que comenzaron a llegar a El Salvador a mediados del siglo XIX.

Gregorio Bello Suazo, en su libro «¡En sus marcas, listos…! Educación Física y Deporte en El Salvador: 1865-1995», señala que «en el último cuarto del siglo XIX, el café comenzaba a transformar a El Salvador», y en ese proceso de modernización, que modificó el dominio de la iglesia y municipal, también consolidó a la nueva élite económica.

No es un dato menor que «hacia fines de la década de 1880, los ingresos provenientes de la exportación del café superaban a los del añil», menciona Bello Suazo.

Así como los migrantes ingleses, alemanes y de otras nacionalidades comenzaron a incorporarse de manera rápida a la actividad económica, una vez establecida la nueva élite también surgieron nuevas actividades lúdicas, heredadas de las costumbres de estos en sus países natales, o los de sus padres.

Uno de los primeros nuevos deportes que surgieron en América fue la esgrima, a finales de dicho siglo, cuando maestros franceses e italianos comenzaron a enseñarlo a modo de exhibición.

«En cuanto a la difusión del fútbol, no se ha hecho un acercamiento sistemático y ordenado desde la historia que intente explicar su existencia en nuestra sociedad. Sin embargo, su origen en El Salvador, así como en casi todos los países de Sudamérica y en muchas partes del mundo, está íntimamente asociado a la presencia de los ingleses. En la mayoría de casos se debió al permanente contacto comercial que tuvo Inglaterra gracias a la expansión colonial e industrial a lo largo del siglo XIX», se menciona en dicho libro.

Fue en la explanada del Campo de Marte, de Santa Ana, a donde se registra el 26 de julio de 1899 el primer partido de fútbol en El Salvador, entre un equipo local y uno de San Salvador, formados por un gran número de extranjeros y otros jugadores nacionales de las clases medias y altas, sobre todo terratenientes, comerciantes, empresarios y burócratas.

El resultado fue un 2-0 para los santanecos. Según la publicación del Diario de Occidente, Santa Ana, del 27 de julio de 1983, citada por Bello Suazo, «el equipo de San Salvador presentó la siguiente alineación: en la portería Federico Yúdice; en la zaga Federico Sawyer y Otilio Ungo; la línea de medios por León Imberton, Ricardo Sagrera P. y Alejandro Salazar O.; en el sector ofensivo Manuel Fiallos, A. Angulo, H. Downie, F. Drew y Pikinton. Por el equipo de Santa Ana, en la portería Angel Alvarez C.; en la defensa E. Levonky y T. Roscoe; en el medio campo Tomás Trujillo, Manuel Trujillo y Pedro Geoffroy; y en la delantera Octavio Molina, M. A. Pacas, Carlos Alvarez, H. Butter y Ramón J. Sifontes».

Nombres, como se podrá notar, con apellidos extranjeros en muchos casos, y miembros de la alta sociedad.

La misma publicación menciona, citando a Jesús Eulalio Vega, que fue Federico Sawyer, de origen inglés, quien trajo la primera pelota de fútbol al país, y que más adelante, «se mandaron a pedir un par de botines a Inglaterra para tomarlos de modelo y fabricarlos localmente».

No fue sino hasta finales del primer cuarto del siglo XX que el fútbol comenzó a tener una presencia notoria entre los sectores populares, muchas veces con adaptaciones a sus necesidades y posiblidades, tras una leve decaída en su práctica, periodo en el que, ya para 1906 se evidenció la participación de infantes en esta actividad, según el capítulo «Fútbol, Estado e Identidad Nacional en El Salvador (1897-1943), publicado en la revista Realidad y Reflexión, Año 6, Número 17.

Un paso fundamental para el desarrollo del fútbol fue el surgimiento de clubes, aunque este proceso se vio en algunas épocas frenado por las situaciones que atravesaba el país. «La adopción del deporte estuvo asociada a la fundación de clubes, y es muy probable que los cafetaleros lo promovieran dentro de sus fincas y con el tiempo se realizaran partidos entre sus equipos, como se acostumbraba hasta hace poco tiempo», señala Bello Suazo.

Para esa época, poco a poco se incrementaban los partidos entre selecciones de distintas zonas, y hasta surgió el primer equipo formado únicamente por militares en agosto de 1919, según la publicación de la revista. La Selección nacional, creada por esas fechas, además, tuvo sus primeros encuentros en los Juegos C.A. efectuados en Guatemala, en 1921, y en las siguientes dos décadas, el balompié se propagaría y tendría una apropiación social sin vuelta atrás, marcada también por el empuje que le diera el golpista Maximiliano Hernández Martínez, quien prolongó su mandato por trece años más con elecciones en las que era el único candidato. En ese periodo, por ejemplo, se construyó el estadio de la Colonia Flor Blanca, hoy «Mágico González».

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