Como a varias familias en el pasado les ha sucedido, con hijos o hermanos en el fútbol profesional, cuando su sangre juega en contra, el corazón late igual para los dos lados. No hay favoritos, y lo único que siempre piden es que «mejor empaten», para terminar con una sonrisa por igual.

Así les pasó ahora a los padres de Jairo Henríquez, volante de CD Águila, y Alejandro Henríquez, lateral de Alianza FC, quienes de enfrentaron la noche del viernes, en partido en el estadio Cuscatlán. Los albos al final ganaron (1-2), pero hubo respeto y amor por igual para los dos hijos.

Vestidos con la camiseta partida, Mauricio Henríquez y Lorena de Henríquez, lucieron con apoyo parejo a sus hijos. Los dorsales 20 y 17, con los colores de los emplumados y de los albos a cada lado, los portaron con orgullo en la camiseta, así como el apellido Henríquez al dorsal.

Para los progenitores de los futbolistas, esta es una experiencia más que demuestra que están unidos. Que a pesar del resultado de uno a favor, y de la tristeza del otro, el lazo familiar los sostiene, igual a los hermanos. Mauricio así lo dejó ver a Deportes EDH.

«Emocionado, orgulloso de ellos. Felicitarlos por hasta donde han llegado, les ha costado, me ha costado porque he estado con ellos y aquí está el fruto de mi trabajo y el de ellos. Nada más a disfrutarlos, verlos jugar que es lo más emocionante, más que van en contra. Vamos a ver quién es quién ahora», declaró antes del juego.

Ese «corazón partío» también lo sintieron en familia: «Sí, lo mismo como dice la canción: el corazón partido. Pero es fútbol, aquí uno de los dos va a ganar y el otro va a perder, o mi preferencia es que empaten». 

Y confesó la previa del día antes, entre los hermanos. «Anoche (jueves), estuvieron hablando entre ellos y Jairo le dijo: ‘Dale, mañana, un partido más. Vos defendes tu escudo, yo defiendo el mío. No somos hermanos, después del partido somos hermanos, vamos a ir a comer y todo. Pero vos  defendés el tuyo y yo defiendo el mío», relató.

«Así que, lastimosamente, te va a tocar marcarme, voy a ir por la derecha y vos por la izquierda. Entonces, mañana (viernes), sí vos vas a hacer lo tuyo, yo voy a hacer lo mío. Esa fue la plática de la noche. Y nosotros disfrutamos de verlos platicar», añadió.

Sobre cómo es esa relación de hermanos más que como los jugadores profesionales que son, Mauricio contó: «Gracias a Dios, se llevan bien. Jairo lo aconseja mucho (a Alejandro) y le dice que siempre trabaje, que trabaje duro, que se cuide y todo». 

«Y en broma le dijo: ‘Mañana (viernes), si no te paras bien, ya sabes la que te va a costar. Y Ale solo le dijo, mañana se va a ver. Y sí, se llevan bien, gracias a Dios», remarcó el papá de los Henríquez.