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Arturo Ambrogi y la diferencia entre ser un mochilero o un ‘flâneur’

«El maduro, acaudalado, viajero y escritor salvadoreño Arturo A. Ambrogi Acosta» fue un viajero muy observador, pero… ¿qué tan acertado es referirse a él como «mochilero»?

Escritor salvadoreño Arturo Ambrogi

«Aclarando amanece», tal y cómo lo subraya el investigador y escritor salvadoreño Carlos Cañas Dinarte, en su cuenta de Instagram.

Y al aplicarlo a la historia, se vuelve esencial la aclaración, sobre todo cuando se contempla desde la contemporaneidad y de una forma ‘ligera’.

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El pasado julio, el apasionado de la historia posteó en sus redes una aclaración importante sobre el modernista literario por antonomasia de El Salvador, Arturo Ambrogi (1875-1936).

«¿Un «mochilero» de 38 años, traje completo, sombrero y millonario, que hizo ese viaje tras vivir cómodamente durante diez meses en California? Por estas cosas es que no hay que ver al pasado con ideas del presente. Ambrogi Acosta era un flâneur, no un mochilero», escribió el intelectual residente en Barcelona, al referirse a una publicación en la que se vendía un ejemplar del libro «Sensaciones del Japón y la China» (1915) del cronista y cuentista salvadoreño, en la cuenta de Cambios y Venta de Libros en El Salvador de Facebook.

Surge entonces la pregunta, ¿a qué se refiere Cañas Dinarte con el término flâneur y en que se diferencia con los mochileros?

Pues en el marco de los 150 años de nacimiento de Ambrogi (el próximo octubre), vale la pena recordar su vida y obra, y precisamente su pasión por los viajes es parte esencial de su legado.

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El descendiente de padre italiano, nació en San Salvador el 19 de octubre de 1875, en el seno de una familia acomodada, y realizó sus estudios básicos en el Liceo Salvadoreño. En su adolescencia, tuvo la oportunidad de conocer a Rubén Darío, quien lo influenció de forma significativa. Su talento para la escritura, lo empujó hacia el periodismo y la literatura.

«Fue Director de la Biblioteca Nacional y periodista; escribió sus primeros artículos en El Fígaro, y llegó a trabajar en periódicos importantes como La Ley de Santiago de Chile y La nación de Buenos Aires, colaboraciones que llevó en paralelo con su carrera diplomática», se detalla en biografía de Ambrogi en el sitio eluniversitario.ues.edu.sv.

Libro Arturo Ambrogi sobre sus viajes por Japón y China
Portada del libro «Sensaciones del Japón y la China», publicado por la DPI. Esta es una tercera edición fechada en 1974. Foto: imagen de carácter ilustrativa y no comercial / https://www.facebook.com/commerce/listing/1676866876338073?media_id=0&ref=share_attachment

Precisamente como parte de sus roles diplomáticos, es que el escritor tuvo la oportunidad de viajar por los Estados Unidos, Europa, China y Japón, entre otros.

Sin embargo, Ambrogi no recorre estas naciones para descubrir los destinos turísticos o disfrutar al máximo de su tiempo libre. Él descubre esos lugares con ojos de cronista y alma de periodista, aprendiendo de cada uno. Y sus descubrimientos los plasma en sus escritos, describiendo las ciudades con sus colores, aromas y sonidos de la forma más fiel.

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Sí. Definitivamente, si Arturo Ambrogi hubiese vivido en esta época, habría sido un generador de contenido muy activo en redes sociales, de esos que se autoproclaman vloggers. Pero no un mochilero. ¿Por qué?

Bueno, Carlos Cañas Dinarte nos lo aclara: «Un flâneur era una persona que caminaba por la ciudad, pero con afán de disfrutarla en sus detalles. Era un acto no sólo de transitar o caminar, sino de aprehender o asimilar la ciudad en sus colores, olores, sabores, etc. A eso se le llamaba flanerie. Ambos eran términos muy franceses, pero jamás tuvieron traducción al castellano».

Escritor salvadoreño Arturo Ambrogi
Imagen del escritor y periodista salvadoreño disponible en Wikipedia.

Según la IA, «un flâneur originalmente era un paseante o vagabundo ocioso y observador de la vida urbana que deambula por las ciudades sin un rumbo o propósito fijo, dedicándose a la observación del paisaje y de las personas que lo rodean. El término, proveniente del francés, fue popularizado por el poeta Charles Baudelaire en el siglo XIX y, a menudo, describe a alguien que experimenta la ciudad de manera activa pero externa, una figura clave para entender la modernidad urbana». 

Entonces «No cualquiera era un flâneur, pero sí cualquiera puede ser un mochilero», como lo expresa el intelectual salvadoreño residente en España.

En la actualidad, Cañas Dinarte sigue trabajando en un libro acerca de las relaciones entre Japón y El Salvador, en el que Ambrogi es uno de sus protagonistas.  

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