Cada egresado y nuestras familias fuimos alcanzados por la visión y generosidad de don Ricardo Poma de crear una Escuela de excelencia académica y oportunidad para todos.
Cada egresado y nuestras familias fuimos alcanzados por la visión y generosidad de don Ricardo Poma de crear una Escuela de excelencia académica y oportunidad para todos.
“Si la piscucha no hubiera sido sostenida por alguien, no hubiera podido volar; si la cuerda se hubiese roto mientras volaba, hubiera sido libre por un instante, pero luego habría caído al suelo” (Luis Poma).
Cuando uno piensa en educación superior, es natural imaginar aulas en las que interactúan docentes y estudiantes, así como actividades que realizan distintos miembros de una comunidad en un campus. En quien rara vez se piensa es en un líder empresarial comprometido.
El caso de la ESEN es un marcado contraste con lo anterior, pues, al pensar en la Escuela, de manera automática, se piensa en nuestro respetado, ejemplar e inolvidable rector, don Ricardo Poma. El roble que aparece en el símbolo institucional de la ESEN refleja fuerza, sabiduría, estabilidad, excelencia y oportunidades; dichas cualidades, entre muchas otras, caracterizaron a don Ricardo, quien fue un auténtico generador de oportunidades para miles de personas. De allí que el roble institucional también nos recordará a través del tiempo la figura y las cualidades de nuestro rector.
Parte del inmenso legado de don Ricardo son las enseñanzas que compartió y dejó a esta Escuela. Quiero resaltar tres de ellas. Primera enseñanza: la importancia vital de la educación. En 1994, durante la inauguración del primer campus de la ESEN, nuestro rector manifestó: “Solo a través de la educación podremos dar el salto cuantitativo y cualitativo necesario para mejorar el nivel de vida de los salvadoreños y lograr un avance significativo en nuestro proceso de desarrollo”. Tal como lo reflejan diferentes casos en la historia, los países que han experimentado el mayor crecimiento y progreso social son los que han invertido decididamente, sin complejos, como decía don Ricardo, en la educación de sus habitantes y han logrado así mejorar significativamente su calidad de vida.
Segunda enseñanza: el deber de tener la mirada puesta no solo en un objetivo personal, sino también en nuestro entorno, siendo conscientes de la realidad nacional. En 2019, don Ricardo expresó: “Nuestra gente aspira a alcanzar la movilidad social: que los hijos logren más de lo que lograron sus padres”. Con base en ello, planteo las siguientes preguntas: ¿es posible que un joven nacido en un cantón en Coatepeque, en una casa de adobe, de una familia que cultiva la tierra, se gradúe como licenciado en Ciencias Jurídicas, así como de una maestría en una universidad de Italia? Por otra parte, ¿es realista pensar que una joven de Metapán, que tuvo que dejar su hogar a los 18 años y vivir en nuestra capital lejos de su familia, se llegase a graduar como ingeniera de Negocios y, luego, trabajase como ingeniera de producto para una empresa transnacional en México?
La respuesta a las preguntas anteriores es sí y esos son dos casos de los más de 2700 egresados de la ESEN, que ejemplifican lo que la educación puede hacer como un instrumento de superación personal y profesional. Cada egresado y nuestras familias fuimos alcanzados por la visión y generosidad de don Ricardo Poma de crear una Escuela de excelencia académica y oportunidad para todos, pues, en sus palabras, “la educación transforma, eleva e impacta”.
Tercera enseñanza: vivir con propósito y comprometidos con El Salvador. En una ceremonia de graduación, nuestro rector compartió una anécdota personal. Cuando él se graduó de su maestría en la Universidad de Harvard, recibió atractivas ofertas de trabajo en Estados Unidos y Europa, donde seguramente habría disfrutado de experiencias maravillosas. ¿Quién no habría tomado la decisión de quedarse? Su visión era otra y estaba decidido a regresar a El Salvador para unirse al negocio familiar, tratar de fortalecer el gremio empresarial e involucrarse en iniciativas sociales. Haber escuchado su voz interior le permitió que cada uno de los que hemos sido tocados por sus esfuerzos e iniciativas empresariales y sociales hayamos tomado un rumbo distinto en nuestras vidas y estemos inmensamente agradecidos con él y con la familia Poma.
Don Ricardo estaba “firmemente convencido de que, cuando el propósito supera nuestros propios intereses y genera un beneficio para nuestras familias, la comunidad y la sociedad, la vida cobra un rumbo más gratificante y tiene un impacto significativo”. Para ello, es fundamental tener una visión de presente, así como de largo plazo, la cual requerirá determinación y audacia para volverla realidad, tal como él hizo con su visión, junto a amigos y aliados, para fundar y dar vida a la ESEN.
El liderazgo de nuestro rector era humano, cercano, respetuoso y aleccionador: enseñaba con su ejemplo y filosofía de trabajo, compuesta por tres elementos: visión (para saber dónde llegar), gente (cuyo trabajo en equipo permite alcanzar las metas) y pasión (lo que une y motiva a alcanzar la visión), los tres enmarcados en valores (como brújula para orientar las decisiones). Ricardo Poma no necesitaba de un cargo (aunque ocupaba el máximo en todas sus organizaciones) para ser un líder. Él influía e inspiraba a quienes tuvimos la fortuna de conocerle.
La frase con la que inicia este texto se encuentra en el libro El sendero incierto, escrito por el padre de don Ricardo, don Luis Poma. Esto refleja en parte lo que don Ricardo hizo por la ESEN desde su nacimiento: cuidarla con esmero, sostenerla, apoyarla y, sin duda alguna, amarla. Él constantemente manifestaba que llevaba a la ESEN en su corazón. Por ello, con certeza, puedo afirmar, en correspondencia, que él siempre estará en el corazón de la ESEN, así como en el país y la región, a través de su visión, valores, infraestructura desarrollada y por desarrollar, y, sin duda alguna, en su gente: familiares, amigos, estudiantes, exalumnos y colaboradores.
José Everardo Rivera Bonilla
Graduado de la 2.ª Generación de la ESEN
Director general y vicerrector de la ESEN
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