«Hay un divorcio del alcalde o de las alcaldías con sus ciudadanos»: David Mena

Especialista en municipalismo señala que la reducción de municipios solo sirvió para la concentración del poder, pero que los distritos siguen en abandono.

David Mena tematica de municipalismo, fodes, desarrollo local

Por: Jessica Ávalos

David Mena, experto en municipalismo, advierte que hay mucha desconexión de los alcaldes con los problemas ciudadanos. Considera que se ha seguido apostando por San Salvador, pero se ha descuidado al resto del país: «Nuestro territorio no está homogéneamente desarrollado. San Salvador es la gran cabeza con pies de barro», dice.

Tras la reducción de 262 a 44 municipios, él elaboró una investigación denominada «Democracia y participación ciudadana en el ámbito local», en la que detectó que buena parte de la población siente descontenta con la eliminación del FODES y la concentración de dinero de la Dirección de Obras Municipales (DOM).

Cuando recién fue aprobada la reducción de municipios usted advirtió que la nueva estructura municipal no iba a funcionar. ¿Funciona o se mantienen los problemas históricos?

Era nada más un juego electoral. Más bien se han agravado los problemas, porque en la medida en que un municipio pequeño tenía la posibilidad de contar con dinero desde el Estado, podían planificar y podían consultar con su gente. La posibilidad de organizarse y de tener acceso directo a la persona que maneja el fondo daba pie para que la gente pudiera tener satisfechas ciertas necesidades.

Han unido seis, siete municipios, y el alcalde que ganó vive en su distrito, pero no conoce las necesidades de la población. Han nombrado a algunos directores de distrito, pero no tienen capacidad de definir y de decidir. Nos ha comentado varia gente en distintos lugares que conocían a ese director del distrito, y él les decía: «Yo no puedo hacer nada. Vaya a buscar al alcalde.» Y ese alcalde es inaccesible ahora, tan inaccesible como llegar al presidente de la República.

¿Con qué indicadores mide el éxito o fracaso de la reestructuración?

Hay mucha más desconexión del alcalde con los problemas locales. Otra cosa es que no hay participación de la ciudadanía. Hay un divorcio del alcalde o de las alcaldías con sus ciudadanos, en todo el país, incluso lo puede ver en San Salvador.

El territorio se agrandó en el sentido de que se sumaron territorios a una cabeza, pero no hay organización, no hay promoción de la participación para que la gente se organice.

Si nos vamos a temas más tangibles, por ejemplo, el de recolección de basura ¿Han mejorado los servicios?

Yo tengo la sensación de que no. Por lo menos con las personas que hemos conversado. En San Salvador quizás tal vez sí porque es más visible y es una vitrina en la que quieren mostrar que funcionan, pero en el interior del país no. En las cabeceras más importantes creo que las cosas no funcionan.

¿Podría enumerar los principales hallazgos de la investigación que hizo?

Respecto del uso del FODES y de la DOM todos los consultados, sin excepción, criticaron la medida. Primero, lo de la eliminación del FODES prácticamente es porque dejaban sin dinero a las alcaldías, y por lo tanto los proyectos que ellos querían no se podían ejecutar. La gente critica que efectivamente podía haber algunas formas corruptas del uso de los fondos municipales, pero, decían, eso es por culpa de la Asamblea y del Ejecutivo que no ponen mecanismos de verdaderos de control. La gente criticaba que eliminaron el FODES, pero han creado la DOM y dijeron: «Han centralizado el dinero, pero no vemos los beneficios».

La concentración del dinero del FODES en la DOM es criticada por la población, como negocios para los amigos, para los cercanos.

El otro tema que nos interesó era la participación de la ciudadanía. Todas las respuestas coinciden en que solo con la creación de más organizaciones locales es posible tener una perspectiva de que se puede lograr que los alcaldes tengan la capacidad y la fuerza.

No tenemos una política de desarrollo territorial. Hablan de desarrollo territorial, pero no la tenemos, en el fondo eso es más bien la búsqueda de negocios, no el bienestar de la población.

¿Cuánto le pondría de nota al trabajo que hace la directora de desarrollo local?

No me atrevo a poner nota. Lo que pasa es que no se ve el trabajo en el territorio. Si uno lo viera, pues uno podría decir se están haciendo cosas, pero la población no está no está participando. Ese es el mejor indicador que usted puede encontrar. Si la gente participa organizadamente, entonces eso significa la posibilidad de conversar hasta de discutir y hasta de planificar hacia dónde estamos caminando.

¿Para qué sirvió entonces esta reestructuración?

Fue una creación de control del poder teniendo ellos ya el control del Ejecutivo y del Judicial, entonces quedaba el poder local. Creo que sí han logrado tener ese control territorial. Lo que yo no veo es cuál es el proyecto. Una cosa son los pasos para tener el poder, pero para qué. ¿Para qué quiere el poder? ¿Cuál es el proyecto para el país?

Usted puede verlo en retrospectiva. ¿Para qué tomaron el poder en el año 1948 los mayores y los abogados y civiles que estuvieron en esa Junta de Gobierno? Crearon la perspectiva de la industrialización del país. Ese era el proyecto, para eso se reestructuró el Estado. Ahora yo veo el interés de tomar el poder completo, pero no veo hacia dónde vamos.

¿Vamos encaminados a que desaparezcan las 44 alcaldías y solo queden gobernaciones?

Es un poco extremo decir eso, pero la perspectiva da esa sensación. Los alcaldes que tienen no son los más lúcidos, solo siguen las instrucciones que les dan. Como no hay planificación, entonces es posible tener solo a 14 gobernadores. Parece ciencia ficción, pero es porque no hay un proyecto político y, por lo tanto, cualquier cosa puede hacerse.

Jessica Ávalos
Jessica Ávalos