El general Mauricio Ernesto Vargas, José Luis Merino, Nidia Díaz y Carlos el “diablito” Ruiz, son viejos conocidos que combatieron en bandos opuestos durante la cruenta guerra de los Años 80 y que ahora nuevamente lo hacen desde “trincheras” diferentes, pero en busca de ganar una curul en la Asamblea Legislativa en las próximas elecciones del 4 de marzo.
Por el bando de los exguerrilleros se suman, Roger Blandino Nerio y Damián Alegría, mientras que al general Vargas en el bando de los militares, se suma el coronel, Antonio Almendáriz, quien comandó uno de los llamados Batallones de Reacción Inmediata (BIRI) durante la guerra fratricida que dejó alrededor de 75 mil muertes durante los 12 años de conflicto armado que vivió El Salvador en la Década de los 80.
Estos dos militares luchan separados y arropados con banderas diferentes, mientras que los exguerrilleros siguen ondeando la bandera roja del FMLN, que se convirtió en partido político producto de los Acuerdos de Paz firmados en 1992 entre el entonces gobierno de Alfredo Cristiani y la entonces guerrilla del FMLN.
Mauricio Vargas, quien en sus años en la Fuerza Armada estuvo destacado en el oriente del país, es diputado actualmente, y busca la reelección siempre con la bandera del partido ARENA.
En tanto que Almendáriz ya lleva 7 periodos como legislador (desde 1997), busca una reelección adicional siempre con la bandera azul del PCN.
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La lucha entre esos candidatos por lograr más diputados en la Asamblea Legislativa es casi igual de “encarnizada” que como lo fue durante la guerra.
Solo que la disputa a 26 años de la firma de los Acuerdos de Paz, es en las calles, en los medios de comunicación y en las redes sociales, por tal de convencer a la población de que son la mejor opción y que el mejor proyecto político es el de ellos.
José Luis Merino combatió en las filas del FMLN bajo el pseudónimo de Ramiro Vásquez y en la actualidad es viceministro de Inversión y Financiamiento Extranjero, cargo que deja para buscar una curul en la Asamblea Legislativa para el periodo 2018-2021.
Se le denomina como el “hombre fuerte” dentro del FMLN fungió como presidente de la Fundación Alba y siempre fue la cara visible de las empresas Alba, surgidas por un convenio entre las alcaldías de su partido y el gobierno venezolano.
Carlos “El Diablito” Ruiz, otro veterano exguerrillero gusta vestirse a manera de los revolucionarios de Cuba y Venezuela, con una gorra tipo Fidel Castro,
Durante 9 años gobernó Soyapango, pero tras años de haber perdido ese municipio se lanzó para diputado en el 2015 y ganó, y ahora busca la reelección.
Otra emblemática exguerrillera es María Marta Valladares, mejor conocida como Nidia Díaz, quien fue capturada en un operativo contrainsurgente y se hizo famosa por su libro: Nunca estuve Sola, donde precisamente relata sus vivencias en las cárceles clandestinas.
Fue liberada tras un canje de prisioneros entre la guerrilla y el entonces gobierno de José Napoleón Duarte.
Nidia Díaz también va por la reelección, al igual que Blandino Nerio, quien con el pseudónimo Jeremías fue parte del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), uno de los cinco grupos armados que integraron la guerrilla del FMLN en los Años 80.
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Nerio fue alcalde del municipio de Mejicanos entre el 2006 y el 2012, y retornó en el 2015 a la Asamblea Legislativa.
A ellos se suma el también excombatiente de las FPL, Damián Alegría, cuyo nombre de pila es José Mauricio Rivera, y fue diputado suplente de Medardo González en la actual legislatura. Ahora va como candidato propietario por San Salvador.
Antonio Almendáriz comandó uno de los batallones de Infantería de Reacción Inmediata (BIRI), especializados en la lucha anti guerrillera y creados en 1981 por el Ejército salvadoreño.
Tras 7 periodos como legislador del PCN, Almendáriz busca por octava vez una curul en la Asamblea Legislativa.
Mauricio Vargas fue sub jefe del Estado mayor conjunto de la Fuerza Armada y previo a ese cargo fue comandante de la tercera Brigada de Infantería con sede en San Miguel durante los años del conflicto armado. También fue uno de los negociadores y firmantes de la paz por parte del gobierno de Alfredo Cristiani.
Entró como diputado en 2015 luego de una reñida disputa de votos con el candidato del CD. Ahora va por un segundo periodo legislativo.
Ahora el enfrentamiento no es cuerpo a cuerpo ni con balas, tanques, aviones ni bombas; ni tampoco con rudimentarios o sofisticados sistemas de propaganda militar utilizadas en las guerras para desmoralizar al contrincante o para ganar las mentes y las conciencias de la población para adherirlas, cada quien a sus filas.
La verdadera y decisiva batalla será el próximo 4 de marzo cuando millones de salvadoreños acudan a las urnas y decidan quienes de los anteriores candidatos los representarán en la Asamblea Legislativa durante el periodo 2018-2021.
