La embajadora de los Estados Unidos, Jean Manes, instó al gobierno salvadoreño a hacer que el expresidente Funes responda ante la justicia por los delitos de desvío de fondos públicos y lavado que le imputan, al mismo tiempo que confirmó que ya comenzaron a cancelar visas de salvadoreños y sus familiares vinculados a corrupción.
La diplomática, que recién regresó de Washington tras ser llamada a consultas por su gobierno, declaró que el caso de Funes puede verse en el marco de una serie de “políticas preocupantes” del gobierno salvadoreño como su apoyo al régimen venezolano y el hecho de que no le pida al expresidente Mauricio Funes que enfrente a la justicia.
Funes, miembros de su familia y excolaboradores son procesados por el desvío de más de 351 millones de dólares, en el primer gobierno del FMLN (2009-2014). Actualmente se encuentra en Nicaragua, cuyo régimen le otorgó asilo.
En ese sentido, Manes confirmó que su gobierno ya comenzó a cancelar visas de funcionarios y sus familias por vinculárseles a hechos de corrupción, aunque no podía dar detalles de quienes se trata.
“Según nuestra ley no podemos dar los nombres de las personas, pero podemos asegurar que ya este año ya hemos cancelado una cantidad de visas en relación no sólo con la corrupción, pero también general”, dijo.
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La diplomática presidió una conferencia de prensa, ayer tarde, para informar del estado de las relaciones entre países luego de que su Gobierno la llamara a consultas después que El Salvador rompió relaciones con Taiwán y las abrió con China Continental.
Sobre ese tema, Manes señaló que existe preocupación en el Congreso y en la Casa Blanca por dicha determinación del gobierno salvadoreño y que se están analizando varias alternativas entre diversas instituciones de ese país.
“Lo que puedo decir es que ha habido una gran cantidad de opiniones sobre qué medidas se pueden tomar”, explicó Manes.
Agregó que “ las discusiones y conversaciones siguen en Washington sobre nuestra relación”, pero agregó que Estados Unidos “sigue su compromiso de apoyo al pueblo salvadoreño”.
La diplomática sostuvo que uno de los análisis que se ha hecho en Estados Unidos es que la ruptura de relaciones con Taiwán para abrirlas con China Popular se hizo sin transparencia.
“Las negociaciones secretas no sólo carecen de transparencia sino que generan inmensas oportunidades para conflictos de intereses y el enriquecimiento ilícito. Las negociaciones no reveladas no sirven a largo plazo para los intereses de los salvadoreños”, aseveró.
Sostuvo que el impacto negativo de intervenciones de China, sobre todo en países en desarrollo como El Salvador, sigue siendo una “preocupación compartida” entre los legisladores de Estados Unidos.
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Manes también hizo un llamado al gobierno salvadoreño para que “haga licitaciones, concesiones y perspectivas de inversión” y otros acuerdos de carácter público que sean abiertos al debate. “Que se involucre de forma amplia a ciudadanos, medios de comunicación, académicos y otros grupos de expertos, y que de esta manera se garantice un enfoque democrático”, acotó.
El futuro
La embajadora Manes dijo que sus esfuerzos durante el tiempo que esté en El Salvador como representante diplomática estarán enfocados en la reducción de la migración ilegal hacia ese país.
“Nuestro trabajo desde el primer día es reducir la migración ilegal en los Estados Unidos y seguimos haciendo eso todos los días. Obviamente estamos tratando de hacer eso apoyando la Alianza por la Prosperidad”, dijo la embajadora.
La diplomática dijo que otro de sus esfuerzos será la reducción de la violencia y la generación de oportunidades, sobre todo para los más jóvenes.