No todo bien decomisado recibe custodia adecuada

Los que están sometidos a un proceso de extinción de dominio son administrados por el Conab, no así los bienes incautados por la vía penal.

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Foto EDH/Archivo

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03 September 2018

Los bienes de supuestos narcos, pandillas u otros imputados siempre han sido embargados por las autoridades para evitar posibles traspasos ilegales mientras esperan los resultados del juicio, pero no siempre esas propiedades han quedado en buenas manos; por lo que el tiempo y la delincuencia se han encargado de su deterioro.

Para estos casos, no siempre el Estado cuenta con los depósitos y personal adecuados para resguardar las propiedades: edificaciones, vehículos y negocios en calidad de embargo.

El deterioro y el hurto pareciera ser la norma en los vehículos, a pesar de estar bajo el resguardo de las autoridades de seguridad pública.

Un ejemplo palpable es el depósito de vehículos en cantón Changallo, Ilopango, donde la mayoría de autos han sido desmantelados o deteriorados por las inclemencias del tiempo, se han quejado algunos afectados.

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Esto sucede a diferencia de los procesos de extinción de dominio, en que el Conab cuenta con personal técnico y seguridad para evitar el daño o su pérdida.

Como ejemplo, la mansión del expresidente Elías Antonio Saca ubicada en cantón El Carmen, San Salvador (que no estaba en proceso de extinción sino por la vía penal) fue saqueada en noviembre de 2017, a pesar del resguardo de la Policía Nacional Civil.

Tanto el Fiscal General, Douglas Meléndez como el ministro de Justicia, Mauricio Ramírez Landaverde en su momento, se comprometieron a investigar el vandalismo registrado en la residencia.

Al final de esas declaraciones no se pasó a nada y todo pareció que los mismos familiares de Saca habían ingresado a la mansión a retirar algunos artículos.

El subdirector del Consejo Nacional de Administración de Bienes, (CONAB), Carlos Muñoz afirmó que en los bienes bajo su tutela, ellos están al pendiente de mantenerlos en las mismas o mejores condiciones que los recibieron.

Y cuando se trata de empresas, se cuida que los procesos judiciales no influyan en el daño o en la paralización, con lo que se afecta su integridad o el empleo de sus trabajadores. “Si es un inmueble como parte de su recuperación se empieza a reparar para revertir el daño provocado por las inclemencias del tiempo y para luego darla en alquiler”, afirmó el subdirector del Conab.

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Para ese propósito, el Conab cuenta con un sitio web donde ofrece ranchos de playa, casas, quintas en alquiler; así como sus características, ubicación y condiciones sumado al precio de alquiler.

Además se abre una cuenta para depositar los ingresos que no se utilicen en su mantenimiento o reparación. Cuando termina el proceso, si se extingue, se asigna a una de las instituciones beneficiadas y (al no probarse que su origen es ilícito) se devuelve en buenas condiciones al propietario junto con las ganancias obtenidas.

En el caso de los vehículos, son entregados a instituciones para su uso porque su inactividad los deteriora aún más; los que por alguna razón no son entregados; hay un técnico que se da a la tarea de encenderlos periódicamente. A diferencia de los bienes bajo los procesos penales que son desmantelados; pues deben esperar la fallo del juicio, esperar que la sentencia quede en firme y si hay apelaciones, el tiempo es mayor.