Alexandra de Sola propone que el tema de la afectividad y sexualidad se dé a través de clases

El proyecto de ley fue enviado al archivo, no se descartan nuevos intentos de presentar otras propuestas.

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Foto EDH: Menly Cortez

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20 July 2018

Alexandra Araujo de Sola, una joven empresaria salvadoreña que está enfocada en promover el tema de la mujer y de las niñas, afirma que “tiene que haber una sensibilización de nuestra sociedad de cuál es la realidad de la gran mayoría de salvadoreños en el país y tener empatía” para empezar a plantear soluciones técnicas y sin sesgos ante problemas que inciden en el desarrollo de los escolares, como es el caso de los abusos sexuales, los embarazos precoces, las uniones tempranas, el bullying, entre otros.

Araujo de Sola, quien forma parte del grupo de ciudadanas que impulsó a inicios de este mes la Ley de Educación en Afectividad y Sexualidad Responsable, lamenta que los diputados de la Comisión de Cultura y Educación de todas las fracciones hayan acordado enviar rápidamente al archivo la propuesta sin hacer un análisis mesurado del anteproyecto sin tener criterios científicos y sin haberles dado la oportunidad de ser escuchadas y clarificar conceptos.

La propuesta fue presentada a la Asamblea Legislativa el 3 de julio, con apoyo de la mayoría de partidos políticos, quienes luego la rechazaron rotundamente el 9 de julio.

El objetivo de la ley, según detalló, es dar luz sobre la necesidad de que a los estudiantes no solo se les llene de conocimientos sobre Matemática, Ciencias, Lenguaje, entre otros, sino que también se les proporcione herramientas que les permitan estar preparados emocional y psicológicamente para prevenir o enfrentar situaciones de violencia, y que no vean estas agresiones como algo normal, como actualmente ocurre en muchos hogares o en la misma escuela.

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Considera que es necesario que a los estudiantes realmente se les de una formación integral que les ayude a ser personas sensibles, con buena autoestima, que sepan dialogar, que se respeten a sí mismos, que respeten y tengan empatía hacia quienes piensan o se ven diferente de ellos.

Esos aspectos forman parte de lo que hoy en día se conoce como inteligencia emocional: “yo creo que esas son herramientas claves para cualquier desarrollo de un niño o niña, especialmente cuando vivimos en un país de los más violentos en el Hemisferio Americano”.

En ese contexto, Alexandra Araujo de Sola, muestra preocupación ante el hecho de que en la actualidad el 90 % de los niños de tercero, cuarto y quinto grado de Educación Básica ya tienen acceso a celular, en momentos que también la mayoría de los padres desconocen el mundo de las aplicaciones que usan sus hijos y, por tanto, no controlan los contenidos que leen y comparten, ni los instruyen en qué deben hacer y qué no, como es el caso de enviar fotos de desnudos.

 

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Esas, advierte, son situaciones que hacen más vulnerables a los niños en todos los aspectos en momentos en que las estadísticas golpean en la cara de la sociedad cuando se habla de que el 30 % de los embarazos son niñas menores de 18 años y que hay una alta incidencia de violaciones.

Aunque los diputados cuestionaron que la Constitución de la República, las normativas de Educación y la propia Ley de Protección Integral para la Niñez y Adolescencia (Lepina) ya hablan de que se debe dar una formación integral a la niñez, De Sola subraya que para el caso de la Lepina tal “como está ahorita escrita es muy vaga y no da un lineamiento claro (sobre) cómo se debe incluir el tema de afectividad, que es parte de la inteligencia emocional; y tampoco la sexualidad responsable”, que son temas que se deben abordar con responsabilidad.

La profesional sostiene que uno de los puntos que más criticaron los diputados fue cómo iban a enseñar a los niños sobre “diversidad” vinculándola con el tema de género y diversidad sexual; sin embargo, aclara que esta palabra abarca más allá de ese aspecto: “diversidad: existen diferencias biológicas, existen diferencias religiosas, existen diferencias de opiniones, existen diferencias de habilidades; una persona puede ser muy buena en el fútbol, la otra puede ser muy buena en arte. Todas esas son diferencias que marcan, pero no nos tienen que separar, ni nos tienen que poner en una situación de yo soy más y tú sos menos”.

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El grupo ciudadano que impulsó la propuesta de Ley de Educación en Afectividad y Sexualidad Responsable, propuso que se creara una comisión interdisciplinaria con miembros del Ministerio de Educación, del Ministerio de Salud, de la Secretaria de Inclusión Social, del Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia, que se encargara de tomar medidas para asegurar que los padres de familia y los docentes de escuelas públicas y privadas, por igual, tengan lineamientos de cómo ayudar a los alumnos a desarrollar su inteligencia emocional.

Esa comisión, según está plasmado en la propuesta, tendría que realizar varias acciones, entre ellas contratar personal especializado para elaborar un programa nacional de educación en afectividad y sexualidad responsables, elaborar protocolos y material didáctico que serían sometidos a la aprobación del Ministerio de Educación; revisar, evaluar y actualizar anualmente el programa; elaborar un plan para capacitar docentes y otro para formar a los padres y madres de familias, así como diseñar planes para la prevención de enfermedades de transmisión sexual y los embarazos en niñas y adolescentes.

El tema de la afectividad y sexualidad responsable, de acuerdo con la propuesta, podría darse a través de una materia o asignatura.

Alexandra de Sola manifestó que si bien están conscientes de que la propuesta que hicieron no es perfecta, que puede ser mejorada, el equipo de ciudadanas se esforzó en ponerla sobre la mesa en el Órgano Legislativo con el fin de que ese tema empiece a tomarse como prioridad y se actúe al respecto en aras de favorecer a la niñez, independientemente de que se esté o no en momentos electorales - como también se ha criticado - porque se trata de que en el país todo el tiempo lo estamos.

Ella insiste que el cambio de conductas y actitudes en una sociedad toma años y generaciones para que se vea y si se deja pasar otros diez u once años sin hacer nada, el país va a perder otras diez o más décadas de gozar de una sociedad en la que se puede vivir en paz, dialogar y con vivir, incluso, en el hogar.

“A dónde aprendemos eso (afectividad y sexualidad responsable) si lo que tenemos son familias totalmente desmembradas por migración o razones económicas. El 40 % de los hogares no tienen una madre y un padre presente, tienen uno y no tienen el otro, o no tienen ninguno”, explica.

La empresaria, tras señalar que tomar acciones en cambiar la situación del país no es solo responsabilidad del grupo que impulsa esta iniciativa, no descarta que en un futuro cercano vuelvan a retomar el tema con apoyo de otros sectores que se han mostrado interesados sin salir a la luz pública.

Ella asegura que como sociedad hace falta dialogar, superar el miedo ante temas que se desconocen y lo que hicieron quienes se opusieron a la propuesta “es diabolizar algo que no está, criticar la propuesta, atacar la solución en vez de ver el problema” que trata de solventar.

De Sola insiste que los políticos no abordaron el tema de cara a los problema que enfrenta la familia, los jóvenes y la escuela.

“Es que no han leído nada. Simplemente dijeron esto no es conveniente ahorita discutir, entonces va a archivo y se acabó el tema y salieron los extremos conservadores a aplaudir y a celebrar que es victoria. Quién ha ganado, si hemos perdido como sociedad. No veo qué (es lo que) hay que celebrar, celebrar la ignorancia, la falta de oportunidades, dejar a niños y niñas totalmente desprotegidos”, cuestionó.