Zonas vedadas por las maras para el transporte de personal y taxis

Colonias de Soyapango, entre las de más “alto riesgo” para trasladar personal o clientes, dicen quienes prestan este servicio.

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Por Jaime López

06 January 2018

Dos jóvenes bien vestidos le hacen parada a un taxista cerca del parque Infantil en San Salvador. Es domingo por la tarde. Le piden que los lleve a La Campiña, una colonia privada y bastante segura situada al nororiente de la capital.

Al llegar a La Campiña, uno de los sujetos le puso un cuchillo en las costillas, le apartaron del volante y salieron rumbo a la colonia Santa Lucía. Pasaron cerca de otra patrulla policial, pero los pandilleros ni se inmutaron.

Siguen en el trayecto. Uno de los sujetos le dice al otro: “hey, y dónde matamos a éste”. El taxista clama por su vida y les dice: “Hey nombre, si quieren el carro llévenselo”. Pero recibe por respuesta: “Tenemos que darte”.

Después, le dice uno: “fijate que no eras vos, sino aquel que tiene rines bien chivos”. Poco después lo dejaron ir, solo el estéreo le robaron.

Experiencias como estas y que reflejan la forma rampante en que se mueven los delincuentes, las viven a diario dicen taxistas, por eso tratan de cuidarse de no subir gente sospechosa o hacer viajes a ciertos lugares de San Salvador y municipios cercanos.

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Conductores de transporte de personal tienen la misma precaución de no ingresar a ciertas zonas del Área Metropolitana de San Salvador, porque al igual que los taxistas se exponen al ataque o la extorsión de las pandillas que controlan esos territorios.

Esta situación también pone en aprietos a empleados, estudiantes u otros ciudadanos que necesiten trasladarse a sus lugares de residencia.

Algunos operadores del servicio de transporte nocturno de personal expresan que la inseguridad con la que trabajan se ha agudizado en los últimos dos años en los municipios de San Salvador.

Los grupos de pandillas están detrás de la inseguridad que se vive en las calles internas de las colonias o vías que conectan a los municipios después de las 10:00 p.m.

“A veces en una colonia uno de los sujetos nos dice: ‘si querés entrar aquí vas a pagar tanto’. En la siguiente vez ya no entramos, lo mapeamos como zona de alto riesgo y ya no se le da cobertura”, relató un operador de este servicio.

A esas colonias “mapeadas” de alto riesgo por estos trabajadores por sus malas experiencias, ya no ingresan y dejan al personal o al cliente en la entrada principal.

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Por ejemplo, el servicio de transporte nocturno no entra a: Bosques del Río, Las Margaritas, Montes de San Bartolo IV, Monte Blanco, San José, La Campanera, comunidad 22 de Abril en Soyapango; tampoco a Cimas de San Bartolo y Altavista, en Tonacatepeque.

También se evitan zonas de Ilopango como Vista al Lago.

Pero hay municipios como Apopa, San Martín, San José Guayabal a los que solo se ingresa a la calle principal.

“Nos hemos dado cuenta de que la persona que llevamos, en su comunidad o colonia no tiene problema con los pandilleros porque ya es conocida de ellos, en cambio el conducto del servicio o las demás personas que viajan en la unidad corren un alto riesgo”, afirmó otro operador.

Retén de pandillas

Uno de los conductores comentó que el poder y el recelo de los pandilleros es tal que les hacen parada y grupos de tres a cinco sujetos, algunos armados igual que los agentes de la PNC, piden al conductor que se identifique y que les informe de su destino, luego interrogan a cada uno de los viajeros y les piden el DUI.

Cuando en los DUI aparece que las víctimas reside en colonias o comunidades donde opera la pandilla contraria, los sujetos intentan intimidar al empleado y de hacerlo ver como un pandillero rival y en esa condición procuran separarlo del resto del grupo para presionarlo, levantarle la camisa y ver si tiene algún tatuaje de la mara contraria.

Para los grupos delincuenciales, dice otro de estos trabajadores, “ser joven es sinónimo para ellos de que es miembro de una pandilla o quieren ver de qué pandilla es”.

Sin embargo, ninguno de los conductores del transporte nocturno consultados dijo haber visto que bajaran a uno de sus pasajeros y que los hubieren privado de libertad o tomado por la fuerza.

José Luis Mancía, de la División de Cumplimiento a Disposiciones Judiciales de la Policía, dijo que en el marco de la seguridad al sector transporte contemplan acciones específicas, pero por no ser su competencia no las podía precisar.