Las dos masacres registradas este domingo en caseríos de Atiquizaya (Ahuachapán) y en Metapán (Santa Ana) elevaron la cifra de homicidios entre el viernes y el domingo al cerrar con 37 asesinatos.
En este mes se ha incrementado en 41 casos la cifra de asesinatos con respecto a diciembre de 2016.
En general, del 1 de enero al 17 de diciembre, las autoridades registran un total de 3 mil 899 asesinatos a escala nacional. Aún así, el director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, se mostró optimista con un 26 por ciento de reducción en la cifra de homicidios en la entrevista matutina de TVO, en canal 23.
Sin embargo, ese margen cada vez se estrecha conforme finaliza 2017, pues a mediados de año, en junio, cuando la tendencia fue el incremento de la violencia (350 homicidios), las autoridades resaltaban un 42.5 por ciento de disminución en los asesinatos respecto del año anterior.
LEA ADEMÁS: Más homicidios en los municipios ignorados por el plan El Salvador Seguro
De regreso a diciembre, el panorama de los anteriores fines de semana no son tan diferentes; pues en el primero hubo 46 muertes violentas y en el anterior llegó 30.
En el recién pasado fin de semana, las dos masacres han modificado el panorama de las autoridades. Solo en el caso de Atiquizaya, la cifra de víctimas se elevó a siete este lunes, pues uno de los tres lesionados murió en el Hospital Nacional de Ahuachapán.
Las autoridades identificaron a los muertos como Melvin Aroldo Mejía Lima, de 27 años (soldado del DM7 en Ahuachapán); y sus hermanos Raúl Alexander Lima Castaneda, de 22 años, y Adelson Antonio L., de 17. Estaban departiendo con bebidas alcohólicas con un empleado de la PNC y propietario de la cervecería, Tomas Antonio Franco Orantes, de 39 años.
Los otros que murieron fueron José Miguel Terán González, de 20; José Armando Zúñiga Hernández, de 35 años, quienes también acompañaban al militar y, según la Policía, eran pandilleros. Las autoridades investigan si el soldado tenía vínculos con ese grupo delictivo, ya que departía en una zona donde opera la pandilla rival.
TE PUEDE INTERESAR: Cifras imparables: Septiembre y octubre suman 883 homicidios en El Salvador
Entre las víctimas hay un ordenanza de la Policía de Atiquizaya, quien hace unos días había sido contratado.
Una de las dos personas lesionadas de la balacera es una señora que fue llevada a la cocina donde la amenazaron y la golpearon con una arma blanca, dijo un policía, quien omitió su nombre.
Sobre el hecho, el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, afirmó en Canal 21 que, entre las víctimas, había al menos dos integrantes de la MS y que ese podría ser el motivo del ataque.
Otra posibilidad era que había un militar en el grupo, quien podría haber se convertido en blanco del ataque.
¿Cómo ocurrió el hecho?
La subcomisionada Evelyn Marroquín, vocera policial, manifestó que la masacre de Atiquizaya fue por rivalidades entre pandillas; que un grupo de entre 5 y 12 sujetos vestidos de negro, enmascarados y fuertemente armados, llegó a la sala de maquinitas de la cervecería, les ordenó que se lanzaran al suelo y luego les disparó.
La tragedia ocurrió en el caserío El Salitre.
Los habitantes de la zona también mencionaron que unas horas antes de la balacera, varias motostaxis que no frecuentan la zona estaban circulando con desconocidos y luego se retiraban, además tres sujetos llegaron antes.
Masacre en Metapán
Poco más de tres horas después, las autoridades estaban frente a otro asesinato múltiple en Metapán. Alrededor de 15 supuestos pandilleros simularon ser policías e ingresaron a la fuerza en una vivienda en el caserío Las Cuevitas del cantón Belén de Güijat, en Metapán y asesinaron a dos hombres.
Según la Policía, las víctimas trataron de escapar pero se dio un enfrentamiento entre pandilleros y terminó con el saldo de cuatro muertos. En la escena encontraron casquillos de balas calibre 9 milímetros y varias armas blancas, incluso uno falleció con un corvo en la mano.
TE PUEDE INTERESAR: Aumentan homicidios de líderes comunales
La Policía aseguró que el móvil del crimen fue por pugnas internas de la pandilla, ya que tenían información de que dos de ellos estaban visitando zonas de la pandilla contraria.
La subcomisionada Marroquín dijo que se trataba de una pugna entre las pandillas MS y 18 y que la casa que habitaban las víctimas en Metapán era destroyer.