Ante las dudas que ha generado el atraso en la contratación de la empresa que desarrollará los procesos tecnológicos para el conteo de votos en los comicios de 2018, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) urgió que se establezca una auditoría a la empresa que se encargará de ese trabajo de informática.
Hasta la fecha, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene previsto contratar a la empresa fundada en Venezuela, Smarmatic, ya que el primer proceso de contratación resultó desierto. Dicha empresa ha sido cuestionada por sus vínculos con el gobierno venezolano.
“Una comisión de expertos independientes, conformada por profesionales de universidades que cuenten con la carrera de tecnologías de la información y/o empresas de sólido prestigio internacional en materia informática, además de representantes de OEA y de los partidos políticos con conocimientos en la materia, podría considerarse como opción para la auditoría de los sistemas tecnológicos a utilizar”, propuso el tanque de pensamiento.
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A juicio de Fusades, no es posible que continúen las condiciones con que se realizó el conteo de votos en la elección pasada, pues “los ciudadanos merecen conocer los resultados el día de las elecciones y que esos resultados reflejen la verdadera intención de los votos”.
La calidad del conteo de votos, precisamente, es una de las garantías sobre las que descansa la pureza del evento electoral, de acuerdo con dicha fundación.
Otro aspecto que consideró es que el nuevo sistema de votación con listas abiertas requiere más capacitación y mayor asistencia de servicios tecnológicos de calidad.
“Las reformas electorales, para que surtan los efectos deseados, en términos de ampliación del poder ciudadano en la elección de sus representantes, deben contar con los recursos necesarios para ser implementadas, así como una administración efectiva del proceso”, aseveró Fusades en su comunicado de posición institucional.
Por otra parte, señaló que si bien el TSE ha sufrido un recorte en su presupuesto, donde también se ha visto afectada el rubro de transmisión de resultados electorales, debe tomar las medidas eficaces para hacer frente al problema.
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“Ahora el Tribunal Supremo Electoral debe resolver uno de los principales desafíos del proceso electoral: contar con tecnología que facilite el conteo y garantice el respeto a la voluntad soberana expresada en las urnas”, acotó.
El TSE cuenta con un fondo estimado de $5.4 millones para la transmisión de resultados, $1.4 millones menos con los que contó en 2015.
“La transformación de la forma de la candidatura de un sistema de listas cerradas y bloqueadas a otro de listas abiertas, dentro de la elección legislativa, es un elemento que impactó sensiblemente el conteo de los votos”, manifestó el tanque de pensamiento.