“El entendido, a señas, y el tonto, a palos”, enseñaban los abuelos, aunque el dictador Nicolás Maduro parece no poder –o no querer– comprenderlo.
“El entendido, a señas, y el tonto, a palos”, enseñaban los abuelos, aunque el dictador Nicolás Maduro parece no poder –o no querer– comprenderlo.
El despliegue de fuerzas navales estadounidenses en el Caribe, frente a Venezuela, ya es el más grande de la historia del país norteamericano desde la primera Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991) y espera que se le sume el grupo de ataque del portaaviones Gerald Ford, según un estudio de expertos del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) citado por la agencia EFE.
“El entendido, a señas, y el tonto, a palos”, enseñaban los abuelos, aunque el dictador Nicolás Maduro parece no poder –o no querer– comprenderlo.
Cuando se entronizó de nuevo en enero, entre denuncias de fraude electoral, Maduro quizá pensó que Estados Unidos no actuaría con coherencia, como no lo hizo en 2017, cuando el primer gobierno de Donald Trump aseguró que “todas las opciones están sobre la mesa” para Venezuela y no pasó a más.
Ahora, Maduro y su camarilla parecen aferrarse más al poder, pero no dejan de tener miedo de una invasión para acabar con ese infierno chavista que ha empobrecido a los venezolanos al punto de hacer que gran parte de la población busque comida entre la basura y que ocho millones de personas hayan que tenido que migrar en busca de mejores condiciones de vida.
“No mandas a uno de tus más importantes activos navales para estar parado y darse una vuelta. O lo usas o lo reasignas de inmediato. Lo más probable es un ataque con misiles contra Venezuela”, explicó el coronel de Infantería de Marina retirado y autor del análisis del CSIS, Mark Cancian, a la agencia EFE.
De acuerdo con Cancian, tras la llegada del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford, que se espera para la próxima semana, Estados Unidos pasará a tener ocho buques de guerra (seis de ellos destructores), tres buques anfibios y un submarino. Un total de trece efectivos navales, algo que ni siquiera se dio en la invasión a Panamá en 1989 o en la invasión a la isla de Granada en 1983.
“Este es el despliegue naval más grande en Latinoamérica en al menos 25 años o incluso puede que de los últimos 40 años”, agregó el experto en defensa.
“Algo tendrá que pasar en las próximas semanas. Una vez mandas todo ese poder de combate creas una situación que no es estable, o lo usas o te repliegas a otro punto estratégico”, abundó.
El Ford, que está agrupando a su convoy de ataque completo frente a costas italianas, estará escoltado por tres destructores e incluye buques de abastecimiento pensados para campañas largas.
El imponente despliegue, que se sumará a sobrevuelos de bombarderos estratégicos, incluirá helicópteros SH-60R, que junto a los aviones de combate, los cazas y los aviones de apoyo del portaaviones, podrán llevar a cabo una campaña de mucho mayor escala que la ordenada por el presidente Trump contra el narcotráfico.
Las fuerzas estadounidenses contarán con más de 700 misiles, además de unos 180 misiles de largo alcance Tomahawks, para ataques terrestres.
“Mandar a este imponente activo naval, cuando Estados Unidos solo tiene tres grupos de ataque activos en el planeta es un mensaje muy claro. Estados Unidos dispondrá de una gran capacidad para realizar ataques aéreos y con misiles, por lo que un ataque de ese tipo es lo más probable. Para lo que no está pensada esta fuerza es para una invasión”, expone Cancian.
Pero otros expertos señalan que, otro de los indicadores de que esta operación podría no ser simplemente una demostración de fuerza es el establecimiento de grandes campamentos militares en Puerto Rico, lo que indicaría preparativos para un importante movimiento de tropas hacia la región, algo que todavía no ha ocurrido.
Para algunos, Estados Unidos está cada vez mejor posicionado para llevar a cabo una campaña aérea, pero no cuenta con una fuerza suficiente para llevar a cabo una invasión terrestre con tropas estadounidenses en territorio extranjero, algo a lo que Trump siempre se ha opuesto como principio general de su política exterior y de defensa.
Michael Desch, director del Centro de Seguridad Internacional de la universidad de Notre Dame, en el estado de Indiana (EE.UU.), ve similitudes entre las posibles acciones del portaaviones en el Caribe con lo campaña que Trump ordenó entre marzo y mayo de este año contra objetivos hutíes en Yemen.
En la operación, en la que estuvo involucrado el portaaviones USS Harry Truman, se atacaron más de 800 objetivos y se mataron a «cientos de combatientes hutíes», según el Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), aun así, Washington reconoció no haber logrado detener a los insurgentes.
Sea que los saquen a balazos o a patadas, los dictadores siempre se aferrarán al poder, incluso haciéndose las víctimas o reclamando los derechos humanos que les han negado a sus pueblos, por una razón sencilla: saben que una vez fuera del poder no son nada y van a tener que enfrentar los juicios por todos los crímenes y la corrupción que cometieron. Esa es su mayor pesadilla. Si no, ahí tienen a los asesinos de Maurice Bishop en Granada o al ex”hombre fuerte de Panamá”, Manuel Antonio Noriega.
La realidad en tus manos
Fundado en 1936 por Napoleón Viera Altamirano y Mercedes Madriz de Altamirano.
Facebook-f Instagram X-twitter11 Calle Oriente y Avenida Cuscatancingo No 271 San Salvador, El Salvador Tel.: (503) 2231-7777 Fax: (503) 2231-7869 (1 Cuadra al Norte de Alcaldía de San Salvador)
2025 – Todos los derechos reservados