“Vinieron autoridades solo a tomar fotos y vídeos, creímos que nos ayudarían, pero no hubo resultados”

En el 2024 varias viviendas de La Unión Sur fueron afectadas por un enjambre sísmico. En la mayoría de casas dañadas, personal de gobierno tomó fotos, videos y hubo promesa de ayudarles.

IM EL HAVILLAL thumbnail

Santos Victoriano Álvarez vive en la bodega de láminas y plástico que antes  usaba  para guardar maíz, luego de que su casa quedó inhabitable tras el enjambre sísmico que afectó a Conchagua  hace ocho meses. 

Él no fue el único afectado.  Al inicio,varios de sus vecinos se  salieron de sus casas porque las autoridades locales declararon las viviendas de adobe inhabitables; tras lo cual  ofrecieron ayudarles; pero esa promesa solo fue eso, nunca paso a un beneficio concreto.

Santos Victoriano Álvarez recuerda que el domingo 8 de diciembre de 2024, a las 8:00 de la noche, su casa se rajó por el temblor que tuvo una intensidad de 5.8 en la escala de Richter y que se sintió en todo el país, e incluso  se sintió en las fronteras con Guatemala y Honduras. Una hora después hubo una réplica de 3.7

“Las tejas del techo y las varas empezaron a caer, y las paredes quedaron con bastante daños, por milagro de Dios no le cayó la viga del techo  a la cabeza a mi hijo, de 24 años de edad” relata el hombre, quien  en ese instante se encontraba en la casa de una hija.

Ellos viven en la colonia El Havillal, del cantón El Ciprés del distrito de Conchagua; una de las comunidades, del municipio de La Unión Sur, que resultó afectada por el enjambre sísmico que quedó luego del temblor del domingo en la noche.

La vivienda de Juan Pérez Ortiz fue declarada como inhabitable. Foto EDH/ Insy Mendoza.

Los miembros de la Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO) explican que  muchas familias de la colonia El Havillal  se enfrentaron con la zozobra de ver sus casas  con  daños en paredes y techos. Las viviendas más dañadas, como la de Santos,  fueron declaradas como inhabilitadas tras las inspecciones de Protección Civil del municipio, en coordinación con otras instituciones.

Fuentes extraoficiales de Protección Civil explicaron que hubo más de 150 viviendas afectadas por los temblores entre los distritos de San Alejo, Conchagua y El Carmen, algunas con daños leves, otras destruidas y más de 40 declaradas como inhabitables.

Santos recuerda que llegaron técnicos de la alcaldía de La Unión y del Ministerio de Vivienda para hacer varias inspecciones  y hacer fotografías  para el informe También hubo entrega  de víveres y colchonetas.

Solo a  una familia de la colonia le instalaron, en diciembre, una carpa provisional para resguardar a una persona que estaba delicada de salud. 

Santos Victoriano dice que al no tener ningún tipo de respuesta del Gobierno central ni de la alcaldía, empezó a trabajar más para conseguir algunos materiales y poder comenzar a  construir su vivienda.

“Tengo tres meses de estar haciendo el techo, el avance depende de lo que vaya consiguiendo para comprar los materiales, mientras hasta que logre terminar de hacer la casita, seguiré  durmiendo en un ranchito que uso para almacenar el maíz”.

Santos Victoriano Álvarez esta viviendo en un rancho que usa como bodega para guardar el maíz. Foto EDH/Insy Mendoza.

Añade que recientemente logró  juntar $500  para comprar hierro, cemento y arena; “me faltan más de la mitad que construir, no me alcanza los $12.00 que gano en un día de trabajo  y no son de todos los días que le salen esa oportunidad de trabajo”, explica Santos, quien, también, se dedica a la pequeña agricultura para el consumo en el hogar.

A nueve meses de los temblores, algunas familias afectadas han  reparado las casas, con esfuerzos propios, unos obteniendo “jaranas”, préstamos con personas particulares, y otros vendieron de dos o tres vacas

“Cuando no hay dinero ni para comprar las láminas para  las paredes, se tiene que improvisar con pliegos de carpetas de plástico”,

Juan Ortiz Pérez

En el caso de Juan Ortiz Pérez comparte el techo con  12 personas  entre adultos y niños. La  vivienda, que fue catalogada como inhabitable, es de paredes de ladrillos y tiene un anexo de paredes de tierra, madera y láminas. 

Debido a las condiciones de extrema pobreza,  es poco lo que han logrado avanzar en la reconstrucción.

 “El año pasado que vinieron las autoridades solo fue tomar fotos y vídeos para llevarlos, creímos que  tal vez nos ayudarían a las familias afectadas,  pero no hemos visto esos resultados”, lamenta Juan.

Juan tiene 35 años, se dedica al cultivo de media manzana de tierra para el maíz y frijol para el consumo en su hogar, y venden  parte de la cosecha solo  cuando hay necesidad de tener dinero en efectivo para cubrir otras prioridades. Cuando le sale  algún trabajo en la misma comunidad aprovecha la oportunidad para generar  más ingresos. 

Recientemente logró comprar 200 tejas, por las que pagó  $150; el dinero lo logró  juntar tras tres semanas de hacer trabajos para el cual lo contrataron, comenta Juan.

En la misma comunidad,  Santos Sebastián Portillo narra: “me metí a deudas con unos $5,000.00 para hacer un nuevo techo con láminas porque el que tenía era de tejas y maderas,  y todos se destruyó; algunas paredes se agrietaron  con el primer temblor de diciembre. Cuando vinieron los de las instituciones dijeron que nos ayudarían y para eso andaban haciendo levantamiento de datos de los daños, nos visitaron varias veces”,  e hicieron fotos y videos de los daños en la casa; pero al igual que sus vecinos, no recibió la ayuda prometida.

El 19 de febrero pasado,  la alcaldía de La Unión Sur en su cuenta oficial de Facebook, publicó fotografías de la instalación de una vivienda con materiales de láminas, en el distrito de El Carmen.

Según la información publicada por la comuna, continuaban avanzando en la construcción de viviendas para las familias más afectadas por los recientes sismos en el Distrito de El Carmen. Era un esfuerzo en conjunto con el Ministerio de Vivienda.

Guadalupe Jurado, presidenta de la Adesco de la colonia El Havilla, manifestó que de todos los daños que hubo en ese lugar, la poca ayuda que recibieron algunas familias afectadas fueron víveres. 

Añade que pese  a que   cada vez que llegaba personal de  Protección Civil de la alcaldía y de otras instituciones era para hacer informes de las casas dañadas “ellos reportaron que solo ocho viviendas eran las afectadas, pero hubo más”, dice Guadalupe, lamentando los datos del informe.

Ella comenta que los técnicos del Ministerio de Vivienda, durante las inspecciones, en una de las viviendas más dañadas tomaron medidas de lo ancho de la  vivienda, hicieron fotografías y vídeos, y les dijeron  “no se preocupen que les vendrá alguna ayudita”, de eso han pasado unos 240 días,  la ayuda no llega y si están preocupados  por no poder reparar las casas.

Se buscó la versión oficial de la alcaldía de La Unión Sur, a través de la unidad de comunicaciones, pero no hubo respuesta.

Insy Mendoza
Insy Mendoza