Ayer llegaron al país los cuerpos de los salvadoreños Sonia Maribel Ramírez, de 42 años, y su hijo de tres, Evan Cárcamo Ramírez, quienes, junto a otros seis familiares, muieron en un accidente múltiple en Atlanta, Georgia, Estados Unidos.
El hecho ocurrió el pasado 13 de octubre, cuando la familia se disponía a realizar unas compras y viajaban sobre una carretera en la que fueron impactados por un camión cisterna. La mini van en la que se conducían los salvadoreños se incendió y todos sus ocupantes murieron.
Seis de los fallecidos fueron enterrados en Atlanta, Georgia, reportó Telemundo, mientras que Sonia y Evan serán sepultados este día en San Vicente.
Ayer, sus cuerpos llegaron al país procedentes de Estados Unidos al rededor de la 1:30 de la tarde, mientras que fueron entregados cerca de las 4:00 p.m. y trasladados por la funeraria Ismael Guzmán hacia Tepetitán, en San Vicente, a donde eran esperados a partir de las 5 de la tarde. Sin embargo, llegaron pasada esa hora.
La velación se realizó en dicho distrito del departamento vicentino, en la colonia Divino Niño, y hoy se realizaán las exequias fúnebres, a donde también se realizará un homenaje a los otros seis miembros de la familia, según informó la funeraria.
Madre e hijo serán sepultados este día a partir a las 2:00 de la tarde en el cementerio general del distrito de Tepetitán.
En el accidente también fallecieron Justin, de 16 años; Andy, de 14; Natali, de 11. Así mismo, la sobrina Kenia Ramírez, de 22 años, y quien estaba embarazada; su esposo Darwin Ventura, de 23, y Kayle, hija de ellos, de 4.
Las autoridades arrestaron al conductor del camión cisterna, identificado como Kane Hammock, quien enfrenta una serie de cargos graves: ocho cargos de homicidio vehicular en segundo grado, feticidio vehicular en segundo grado, seguimiento excesivo, conducción distraída y conducir un vehículo sin matrícula vigente. Los investigadores del hecho creen que el imputado circulaba demasiado cerca de la camioneta Dodge de las víctimas cuando el tráfico disminuyó la velocidad, lo que le impidió frenar a tiempo.
