Persiste confusión de pacientes del Rosales por traslado de especialidades
El Diario de Hoy acompañó a pacientes en su recorrido y confirmó que algunos deben desplazarse entre varios hospitales para completar sus consultas. En un hospital ven al médico, luego son enviados a otro establecimiento para el retiro del medicamento y después se desplazan a un tercero a programar su próxima cita. Los servicios están divididos entre hospitales privados y nacionales.
Una pareja de adultos mayores avanzaba lentamente por la 1ª calle Poniente, la mañana del lunes 6 de octubre. Él es un paciente de ortopedia, que camina con dificultad apoyado en un bastón. Ambos caminaron varias cuadras, desde la 25 hasta la 35 avenida Norte, en San Salvador, para retirar un medicamento en la farmacia central del Hospital Rosales.
«Ya pasamos consulta en el hospital San Rafael (ubicado en Santa Tecla). De aquí (del Rosales) nos mandaron para allá, ya regresamos, ahora vamos a la farmacia central y después al Hospital Central a sacar la cita. Él ya no aguanta caminar, voy a pagar Uber porque ya no puede más», relató la mujer, exhausta y lamentando lo «complicado» en cada traslado.
Las consultas de 26 especialidades del Hospital Rosales fueron trasladadas al menos a seis centros de salud, mientras acaba la construcción del nuevo hospital. Con los servicios dispersos en distintos puntos de San Salvador y La Libertad, muchos pacientes deben hacer largas caminatas, para trasladarse entre un hospital y otro, porque la atención está fragmentada. El proceso es agotador y confuso para muchos pacientes, según constató este periódico en un recorrido.
Pacientes de Hospital Rosales.
Foto/Pacientes de Hospital Paravida Central.
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Tras recorrer el largo tramo, acompañada por un equipo de El Diario de Hoy, la pareja llegó a la farmacia especializada, en los alrededores del viejo Rosales, la cual no cuenta con un cartel o señal que la identifique, pero les informaron que la farmacia central estaba al otro costado de la calle, a pocos metros.
«Cuesta llegar hasta aquí. Imagínese la gente que tiene problemas para caminar», lamentó otro usuario, paciente de Nefrología, que viaja desde Acajutla para recibir hemodiálisis.
El pasado 13 de septiembre, el Rosales trasladó los servicios y pacientes encamados a centros de atención periféricos. El Sindicato de Trabajadores de la Salud de El Salvador (SITRASALUD) denunció que el traslado se dio en medio de «caos y desorden».
Los testimonios se repiten. «Llego al Hospital Bautista y me dicen que no es ahí, que es en el Paravida». «Si va al COOPEFA, eso está lejos y bien metido, le va a costar llegar». «Esto es un relajo». «Todos perdidos hemos andado», comentaron otros pacientes que hicieron fila el pasado lunes en la farmacia central, sobre la 35 avenida norte, y que solicitaron no publicar sus nombres.
El Ministerio de Salud ha habilitado transporte para el traslado de pacientes, también ha ubicado personal para orientar a los usuarios, pero esto no ha solventado las dificultades del ir y venir.
La confusión se extiende a la programación de citas. Ana Leticia, una usuaria de Cabañas, contó que había sido enviada de un hospital a otro, y aunque recibió orientación por parte del personal, reciente el ir y venir que, a su juicio, solo genera «más confusión y esfuerzo inútil».
«Del Hospital Saldaña me mandaron al Paravida, de ahí al hospital Central para sacar la cita, y para retirar la medicina me mandaron a la farmacia especializada. Luego me dijeron que debía venir aquí a la farmacia central. Mi cita me la dejaron para el 20 de octubre», dijo.
Leticia relató que salió de Sensuntepeque a las dos de la mañana para tratar de llegar dos horas antes a su consulta.
«Uno viene enfermo, cansado, y todavía tiene que andar buscando dónde lo van a atender. Esto no es justo», dijo otra paciente indignada.
En los alrededores del antiguo Rosales, la escena se repetía: rostros cansados y pacientes desorientados, aunque personal del Ministerio de Salud estaba atento para tratar de solventar sus preguntas.
Ese día, quienes llegan con cita son dirigidos al área donde antes funcionaba la emergencia, sobre la 1ª calle Poniente, donde deben esperar para ser llevados a la 25 avenida Norte donde se aborda el transporte. El microbús se desplaza por rutas, una de estas sale del Rosales y hace el recorrido hacia COOPEFA, en la colonia General Manuel José Arce, llegando hasta Hospital San Rafael, en Santa Tecla y viceversa.
Otra ruta sale del mismo punto y se dirige al Hospital Central, en calle Guadalupe y Alameda Juan Pablo II, llegando hasta el Hospital Paravida, en el centro de San Salvador. En el Rosales, los usuarios son seleccionados con base a las rutas del transporte.
Uno de los orientadores señaló que los recorridos del transporte no tiene horarios fijos. «Los microbuses llegan a cada momento, pero no le puedo decir cada cuanto tiempo están saliendo, no tenemos un tiempo determinado. Es cuestión de paciencia», admitió un orientador.
«Si se va en el transporte tiene que ser paciente, eso sí, porque tarda en llegar», agregó otra usuaria que se dirigía al Hospital San Rafael para una consulta en ortopedia.
Personal que ayuda al traslado de pacientes del Hospital Rosales a otro centro hospitalario nacional o privado.
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El lunes se llamó al director del Rosales, doctor Yeerles Ramírez, cuando la periodista se presentó se cortó la llamada, luego ya no contestó. Se le enviaron preguntas a Whatsapp sobre cuánto tiempo se mantendrán los servicios hospitalarios separados y qué acciones están tomando para ayudar a los pacientes, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.
También se consultó por correo electrónico a la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia, pero no se obtuvo respuesta. Asimismo se solicitó al área de comunicaciones Ministerio de Salud información sobre la distribución de los servicios en los diferentes hospitales, la respuesta fue: «Esto debe gestionarlo con la Secretaria de Prensa». Se solicitó un contacto en esta área, pero ya no hubo respuesta.
26 especialidades
De las 26 especialidades que han sido trasladadas a otros centros de atención, quedando en sus instalaciones solo Nefrología, la mayoría se han trasladado para la Cooperativa de la Fuerza Armada (COOPEFA) y el Hospital Paravida. También se atiende en el Hospital Nacional San Rafael, el Hospital Central, y la Casa de la Salud.
El lunes 6 de octubre, en el Rosales los pacientes de Nefrología eran trasladados por la Alameda Roosevelt hacia el interior del antiguo hospital, algunos en sillas de ruedas, otros caminando con ayuda, mientras en sus alrededores, militares y policías regulaban el tráfico y vigilaban el orden, aunque no lograban evitar la frustración de algunos usuarios.
La atención de emergencias también se ha visto afectada. Los pacientes que llegan al antiguo hospital esperando ser atendidos son enviados a un toldo improvisado sobre la 25 avenida Norte y 1ª calle Poniente. Un médico evalúa a los pacientes y los refiere al Hospital Paravida, el único donde se atienden urgencias, según confirmó uno de los orientadores del MINSAL. «Es la única opción, pero allá también hay que esperar», comentó el trabajador de apoyo.
En el Paravida, los pacientes aguardan la atención en el área de parqueo. Algunos pasan entre tres y ocho horas esperando recibir medicamentos o una consulta.
«Llevo ocho horas aquí y no me dan respuesta», reclamó una usuaria mientras intentaba mantener la calma. Otros simplemente se resignaron: «Aquí uno pierde todo el día», exclamó otro de los usuarios.
En el Hospital Central, donde funcionan los servicios de laboratorio y citas para algunas especialidades, la fila se extendía por la acera. «Hay que venir con fuerza y con paciencia», dijo un paciente que viajó desde Santa Ana. «Uno gasta en transporte, comida, tiempo… y ni siquiera sabe si lo van a atender», lamentó.
«El desorden y falta de información es una acción perversa impulsada a partir del desmantelamiento del Hospital Nacional Rosales como producto de su inminente privatización», opinó el Movimiento por la Salud «Dr. Salvador Allende» / ALAMES El Salvador.
Para la agrupación conformada por médicos y personal de salud, con presencia a nivel nacional, estas acciones vulneran los derechos de los pacientes, sus familiares y el personal de salud.
«Condenamos toda acción basada en ocurrencias que las autoridades de salud impulsan pues dañan la salud y ponen aún más en riesgo la vida de todos los usuarios del Hospital Nacional Rosales», señalaron.
La falta de información y la dispersión de servicios han convertido el proceso en un laberinto, aseguran usuarios, mientras las autoridades señalan que las obras de construcción del nuevo hospital avanzan en fase final.
El Ministro de Salud, Fracisco Alabí, dijo el pasado lunes durante la entrevista de Frente a Frente que se espera que este «va a funcionar próximamente, esperamos que sea este año». El Rosales es el primer hospital que será administrado por la nueva Red Nacional de Hospitales, que depende directamente de la Presidencia.
Algunos pacientes consultados dijeron que les han dado indicaciones de llegar a sacar sus citas hasta enero de 2026 en el nuevo hospital.