La Niña vuelve con impacto limitado pese a récords de calor
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NOAA) reporta que La Niña vuelve tras meses de neutralidad, mientras Copernicus ( el programa de observación de la Tierra de la UE )confirma que septiembre 2025 fue el tercero más caluroso de la historia.
El fenómeno climatológico conocido como La Niña está de regreso, aunque su influencia sobre el clima global parece ser más moderada que en ciclos anteriores.
Según informó la agencia meteorológica estadounidense, se espera que este episodio sea débil, lo que limitará tanto el enfriamiento del planeta como el aumento de la potencia de los huracanes en el Atlántico.
La Niña se caracteriza por la caída de la temperatura de las aguas superficiales del centro y el este del océano Pacífico, en las latitudes cercanas al Ecuador.
Este cambio en la temperatura modifica también la velocidad y la dirección del viento en las capas altas de la atmósfera, lo que, a su vez, tiende a provocar una mayor formación de huracanes en el Atlántico, mientras que en el Pacífico suele tener el efecto contrario.
Este fenómeno climático tiene su contraparte, El Niño, asociado con el calentamiento de las aguas del Pacífico.
Ambos fenómenos influyen de forma decisiva en las condiciones meteorológicas del planeta y se alternan con fases neutrales intermedias.
Foto EDH / Cortesía.
Tras un breve periodo de condiciones débiles de La Niña, entre diciembre de 2024 y marzo de este año, se registraron varios meses de neutralidad.
Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NOAA) declaró oficialmente esta semana que el fenómeno había vuelto a manifestarse.
«Las condiciones para ello surgieron en septiembre, como lo indica la caída de las temperaturas de la superficie del mar (TSM) por debajo de la media en el centro y el este del océano Pacífico ecuatorial», indicó la agencia.
El organismo prevé que La Niña se mantenga durante el invierno boreal, aunque con baja probabilidad de generar los efectos invernales habituales.
El último episodio de este fenómeno, que se extendió entre 2020 y 2023, fue particularmente largo y severo.
Se trató del primer evento «triple dip» (tres años consecutivos) del siglo XXI y el tercero desde 1950.
Durante ese periodo, se intensificaron las sequías y las inundaciones en distintas regiones del planeta, con impactos notables en la agricultura, los ecosistemas y las economías locales.
No obstante, los expertos coinciden en que el actual regreso de La Niña no revertirá el calentamiento global observado en los últimos años.
De continuar las condiciones del clima se mantendrían las lluvias. FOTO/ ARCHIVO.
De hecho, los datos más recientes apuntan a que el planeta continúa registrando temperaturas sin precedentes, incluso en meses tradicionalmente más frescos.
Septiembre 2025, de los más calurosos del siglo
En paralelo al anuncio sobre La Niña, el Observatorio Europeo Copernicus confirmó que septiembre de 2025 fue el tercer mes de septiembre más caluroso jamás medido, con temperaturas particularmente elevadas en regiones cercanas a los polos y en Europa del Este.
De acuerdo con el informe, la temperatura media global del mes alcanzó 16.11 ºC grados Celsius (más de 40 farenheit) lo que representa 1.47 ºC por encima del promedio del período preindustrial (1850–1900), cuando el clima aún no había sido alterado por la actividad humana.
«El contexto mundial de las temperaturas permanece igual, con mediciones obstinadamente elevadas en tierra y en la superficie marina, reflejando la continua influencia de la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera», explicó Samantha Burgess, estratega climática del observatorio europeo.
El reporte detalla que las temperaturas más altas, comparadas con los registros previos a 1940, se concentraron en partes de Europa, los países nórdicos, el este europeo, los países bálticos y los Balcanes.
Además, Copernicus informó sobre lluvias particularmente abundantes en varias zonas del continente europeo, incluyendo Escandinavia, Italia, Croacia, España y la costa oriental del mar Negro.
En contraste, América del Norte y del Sur —especialmente Canadá, Estados Unidos, México, Brasil y Uruguay—, así como partes de Asia, Rusia y el norte del subcontinente indio, registraron un mes de septiembre más seco de lo habitual.
Posibles efectos en la región
Aunque los especialistas de la NOAA prevén que esta nueva fase de La Niña sea leve, América Latina y el Caribe podrían experimentar impactos diferenciados, especialmente en sectores sensibles como la agricultura y la seguridad hídrica.
Históricamente, los episodios de La Niña se asocian en la región con lluvias intensas en Centroamérica y el norte de Sudamérica, así como periodos secos en el Cono Sur.
Esto puede traducirse en inundaciones repentinas, afectaciones a cultivos, daños a infraestructuras rurales y un aumento en la vulnerabilidad de las comunidades costeras.
En países como El Salvador, Guatemala y Honduras, las autoridades meteorológicas suelen mantenerse en alerta ante el riesgo de lluvias extremas, deslizamientos de tierra y crecidas de ríos durante las fases activas de La Niña.
En cambio, Chile, Paraguay y el sur de Brasil podrían enfrentar condiciones más secas, con repercusiones sobre la producción agropecuaria y la generación hidroeléctrica.
Los expertos subrayan que la combinación entre una La Niña débil y un calentamiento global persistente podría producir patrones climáticos menos predecibles, donde eventos extremos se presenten con mayor frecuencia y en lugares no habituales.