Las huertas caseras se han convertido en un salvavidas para asegurar la alimentación diaria de más de un centenar de niños y adultos con algún tipo de discapacidad, que se encuentran en ese hogar.
Las huertas caseras se han convertido en un salvavidas para asegurar la alimentación diaria de más de un centenar de niños y adultos con algún tipo de discapacidad, que se encuentran en ese hogar.
Siguiendo el modelo de huertas urbanas, el Hogar Padre Vito Guarato busca alcanzar la seguridad alimentaria de más de un centenar de niños y adolescentes con algún tipo de discapacidad, que se encuentran internados en sus instalaciones.
Don Luis se ha encargado de convertir cada espacio disponible en un área de cultivo, aprovechando desde los taludes que rodean el hogar hasta macetas colocadas cuidadosamente para sembrar papas, güisquil, tomates, berenjenas, ayote, pipianes chile, rábanos, cilantro y otras hortalizas que pasan directamente a la cocina del hogar.
“Aquí se necesitan manos e implementos para seguir trabajando”, detalló don Luis; explicando que el proyecto tiene aproximadamente un año de haber iniciado debido a la baja en las donaciones que el hogar recibe.
Con la asesoría técnica del programa “Sonrisas y Amor para Todos”, la administración del hogar está cultivando más de una decena de productos de forma orgánica.
“Es sumamente necesario tener güisquil, berenjenas y plátanos porque hay niños que no pueden comer sólidos”, agregó don Luis.
Aunque los programas de asesoría técnica para los huertos sólo duran tres meses, Ondina Ramos, ingeniera encargada de supervisarlos, ha decidido quedarse a colaborar de forma indefinida en el hogar para evitar que el proyecto se detenga.
Durante una corta se pueden sacar hasta una jaba con cincuenta güisquiles. Los participantes del proyecto sostienen que está hortaliza es una de las más fáciles de reproducir en la zona, afortunadamente también es una de las más consumidas por los niños.
Jesús y Guillermo o “Memo” como es conocido por todos, son dos de los adultos internados en el hogar que han aprendido a disfrutar de las actividades sencillas en el huerto, como sembrar rábanos, bajo la supervisión de los encargados; actualmente solo hay una persona encargada del mantenimiento del huerto y eventualmente recibe apoyo de voluntarios.
“El huerto nació a raíz de la difícil situación económica vivida en pandemia, las donaciones en especie como fruta y verdura disminuyeron por la crisis, por lo que optamos por empezar a sembrar en caso de que las cosas empeorarán; sin embargo, notamos que no era una tarea fácil y requiere invertir mucho tiempo y dinero”,
Marcela Morales, directora Ejecutiva del hogar.
Con más de 38 años de trabajo, el hogar brinda refugio para más de un centenar de personas en situación de abandono, desde lactantes hasta adultos. Su labor ha sido sostenida principalmente por las donaciones que han visto una marcada disminución en los últimos años.
Morales sostiene que en la actualidad “cada vez que cosechamos, logramos llevar por lo menos lo que se usa en un tiempo de comida o dos y eso causa mucha satisfacción para nosotros. El propósito es un día lograr la tan anhelada auto sostenibilidad alimentaria”, señaló.
Por su parte, don Luis detalló que iniciaron sembrando algunas hortalizas con la finalidad de reducir costos en la alimentación de los niños, pero se toparon con la sorpresa que el huerto requiere una constante inversión en materiales como herramientas agrícolas, semillas, tierra abonada, fertilizantes, sistemas de riego, entre otros insumos esenciales.
Actualmente han tenido dificultades para expandir los cultivos de rábanos y hierbas aromáticas debido a que deben hacerse en camas aéreas para evitar que las cotuzas y otros pequeños roedores puedan comerse las plantas.
“Cuando se corta el maíz hacemos atol para los niños y tomamos todos, en una mañana lo sacamos y limpiamos para tenerlo listo en la tarde”, comentó don Luis.
Añadió que ha tratado de gestionar la compra de más malla para proteger las cosechas de la lluvia debido a que el área preparada ya tienen daños, pero que la administración no cuenta con liquidez para hacerlo. El hogar está ubicado en Los Planes de Renderos.
“Hacemos un llamado a personas, empresas y organizaciones solidarias que deseen apoyar esta iniciativa a través de donaciones en especie o aportes económicos, que nos permitan seguir cultivando bienestar para quienes más lo necesitan”, solicitó la administración.
“Hacemos un llamado a personas, empresas y organizaciones solidarias que deseen apoyar esta iniciativa a través de donaciones en especie o aportes económicos, que nos permitan seguir cultivando bienestar para quienes más lo necesitan”
Solicita la Administración del Hogar Vito Guarato
Los trabajadores del hogar señalaron que en los últimos años también han observado una disminución en cuanto a los voluntarios que se acercaban a colaborar con las actividades los fines de semana.
Ramos extendió el llamado para que nuevos voluntarios que pueden colaborar con trabajo en el huerto se comuniquen directamente con la administración para coordinar esfuerzos.
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