Una pena de 12 años de prisión y el pago de $35,000 a una víctima de estafa fue la pena que el Tribunal Primero de Sentencia de Santa Ana impuso a un hombre acusado por estafa, falsedad ideológica y uso y tenencia de documentos falsos.

Mauricio Edgardo Galán Martínez fue procesado junto a Karla Elizabeth Erazo de Urrutia acusados de haber planeado falsificar documentos con el objetivo de vender un condominio en el lago de Coatepeque, de los que ninguno era el dueño.

La investigación estableció que, en el año 2021, ambos acordaron vender la propiedad cuando su propietario se encontraba fuera del país.

Tiempo después, la distribuidora de energía eléctrica pidió al dueño un registro de la propiedad como parte un procedimiento administrativo y fue en ese momento en el que en el Centro Nacional de Registros (CNR) le notificaron que Galán, el imputado, había transferido a la víctima de estafa el inmueble.

Karla Erazo de Urrutia era agente inmobiliaria, según se detalla en el informe judicial sobre el fallo condenatorio, fue acusada de haber facilitado la información personal del dueño del condominio a Galán Martínez para que comerciara de forma fraudulenta el inmueble.

La mujer fue condenada a tres años de prisión que le fueron sustituidos por trabajos de utilidad pública, así como al pago de $1,200 en responsabilidad civil en favor del afectado por la estafa.

El informe judicial no precisa si los dos acusados estuvieron presentes durante el proceso o si este avanzó sin ellos hasta la sentencia condenatoria.