Haciendo uso de uniformes policiales, gorros navarone y mascarillas para acercarse a las víctimas y simular allanamientos, una estructura criminal cometió al menos 41 robos en diferentes zonas del occidente del país, por los cuales sus integrantes fueron condenados esta semana a penas que alcanzan hasta los 433 años de prisión.

De acuerdo con el reporte de la Fiscalía General de la República, la banda operó entre 2019 y 2022 y estaba conformada por exagentes policiales y civiles.

Las investigaciones revelaron que los imputados utilizaban uniformes de la Policía para ingresar con mayor facilidad a viviendas y negocios.

Asimismo, verificaban previamente el lugar, las condiciones de seguridad y la mejor hora para cometer los robos en Santa Ana, Sonsonate, Ahuachapán, Cabañas, San Salvador y La Libertad.

Una de las penas más alta fue para David Orlando Cano Jacobo que recibió 433 años de cárcel por los delitos de robo y hurto agravado, agrupaciones ilícitas y se le puso una multa por tenencia y uso indebido de traje o uniforme.

Mientras que Jonathan Saúl Escobar Ortiz fue sentenciado a 305 años de prisión por robo agravado y agrupaciones ilícitas, de igual manera se le impuso una sanción por uso indebido de traje o uniforme.

Mario Edgardo Tobar recibió una condena de 173 años de cárcel por los delitos de robo agravado y agrupaciones ilícitas, además de una multa por la tenencia y uso indebido de traje o uniforme.

Por su parte, Edwin Nehemías Peñate Hernández fue condenado a 133 años de prisión por hurto agravado, robo agravado y agrupaciones ilícitas, junto con una multa por el uso indebido de traje o uniforme.

David Ernesto Murga Ruiz enfrentará una sentencia de 125 años de cárcel por robo agravado y agrupaciones ilícitas, así como una multa por el delito de tenencia y uso indebido de traje o uniforme.

Finalmente, Boris Ofir Bernal Martínez fue condenado a 101 años de prisión por robo agravado y agrupaciones ilícitas.