Un hombre recibió una condena de 35 años de cárcel por el asesinato de su excompañera de vida, una joven de 19 años. El crimen ocurrió en el distrito de Ayutuxtepeque, San Salvador Centro, en agosto de 2024.
Reynaldo Neftaly Figueroa Ortiz fue sentenciado por el delito de feminicidio por el Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de San Salvador.
Según se detalla en el reporte judicial, Figueroa comenzó la relación con la víctima cuando ella era menor de edad, procreó dos hijos, a los que en un inicio no reconoció. Fue después que comenzó a aportar a la manutención de los menores; en las visitas ejercía violencia verbal y psicológica y buscaba controlar aspectos de la vida privada de la joven madre.
En la noche del 3 de agosto de 2024, la víctima a quien la Policía Nacional Civil (PNC) identificó como Lorena Marcela Alfaro López, fue interceptada por Figueroa cuando se dirigía hacia su vivienda.
Ambos discutieron y luego Figueroa aparentemente la estranguló. Tras horas sin saber de ella, los familiares comenzaron a buscarla en la zona y alas labores de búsqueda se sumó su agresor.
El cuerpo de la víctima fue localizado a la mañana siguiente en un pasaje de la colonia San Pedro, del cantón Los Llanitos, en Ayutuxtepeque. La PNC reportó la detención de Figueroa ese día como sospechoso del crimen, «el hecho se dio tras una discusión por celos», indicaron las autoridades.
Una de las pruebas que sirvieron para determinar la responsabilidad de Figueroa en el crimen fue la activación de antenas telefónicas de su móvil, que indicaron que este se encontró en el lugar y a la hora del crimen.
“La jueza tomó en cuenta la condición de vulnerabilidad de la víctima desde su minoría de edad”, se lee en el informe judicial emitido tras el fallo condenatorio.
