Científicos UES descartan erupción volcánica en termal de Ahuachapán

El 10 de julio pasado, varios videos alertaron de una explosión de agua azufrada y una nube de vapor en el termal Agua Shuca que provocó alerta en pobladores y autoridades.

Los ausoles Ahuachapan

Wilfredo Díaz, colaborador

Los ausoles, fumarolas o termales, son lugares atractivos para un turista, se deben monitorear constantemente para evitar tragedias, como lo ocurrido en 1990 en termales Santa Teresa, conocido como Agua Shuca, en el departamento de Ahuachapán, que dejó 35 muertos. Precisamente, 35 años después, la historia casi se repite un 10 de julio de 2025, pero no hubo víctimas qué lamentar.

Ahuachapán, en Náhuatl significa «Lugar de los Manantiales». Es la ciudad de los ausoles, farolitos, historia, cultura y turismo, por sus termales volcánicos, atractivo natural para turistas y habitantes. Ubicada a 97 kilómetros de San Salvador.

Octubre de 1990: habitantes del cantón El Barro de Ahuachapán aseguran haber tenido un día normal. Los abrigó la noche y se fueron a descansar. Algunas viviendas, estaban a unos metros del ausol que explotó ese año, los residentes escuchaban retumbos en la tierra en todo momento, nunca se imaginaron que se venía lo peor para ellos.

Era una noche tranquila, apropiada para escuchar el cantar de las auroras, ave nocturna y los pequeños grillos. Los habitantes de los ausoles, Agua Shuca, descansaban confiadamente. A medianoche, los que vivían lejos de la fumarola, escucharon una explosión y gritos de auxilio. La gente se despertó asustada. Corrieron a ver qué pasaba entre la oscuridad y el vapor lanzado del ausol.

La noche que parecía tranquila terminó en tragedia. Llegaron al lugar, encontraron casas destruidas por el lodo hirviendo expulsado por el termal. Estaban impresionados, al ver una escena de terror, sus vecinos estaban quemados de su cuerpo, los auxiliaron y trasladaron al hospital. Veinticinco de ellos, poco a poco murieron.

35 años después el ausol se activa

Los ausoles son áreas geotérmicas hidrotermales, donde se puede generar energía. Cuando explotan, sale vapor, lodo, arcilla, agua hirviendo y piedras con minerales de azufre, calcio, magnesio y hierro.

Investigadores de la Universidad de El Salvador (UES) se trasladaron donde ocurrió la explosión el 10 de julio de 2025. Recogieron muestras y tomaron medidas de flujos de gases volcánicos e hidrotermales.

Los habitantes estaban asustados y tristes por lo sucedido. Algunos árboles se quemaron, días después fueron talados. En un video se ven soldados y policías que corrían para evitar ser alcanzados por el vapor y lodo caliente que expulsó el ausol, una escena de angustia, todos querían salvar sus vidas.

Miguel Hernández, coordinador de la carrera de ingeniería Geológica de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES, asegura que lo sucedido en el ausol, Agua Shuca de Ahuachapán, fue una «erupción hidrotermal, fenómeno natural, que ocurre cuando el vapor de agua fluye del subsuelo hacia la superficie, a través de fracturas tectónicas de rocas o fallas locales».

Los ausoles Ahuachapan
Escombros y árboles dañados por la caída de lodo caliente fue lo que documentaron los científicos y técnicos de la UES en el ausol en Ahuachapán. | Foto EDH/Wilfredo Díaz

El especialista explica que «los fluidos hidrotermales son ácidos, que alteran y destruyen rocas, convirtiéndolas en arcillas. Estas sellan los conductos, acumula presión de vapor y con el tiempo destruye el sello y genera una erupción hidrotermal, lanzando agua caliente, lodos y rocas».

Los investigadores recogieron muestras y datos de la zona afectada, las analizaron en el laboratorio de la UES, y otras fueron enviadas al Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico Ckelar Volcanes, de la Universidad Católica del Norte de Chile.

«Ya tenemos resultados positivos de la investigación. Antes de la explosión, la gente miraba ceniza en los árboles y movimientos anormales en el agua del ausol, tenían que haber avisado a los expertos, para evitar una tragedia, por suerte no pasó nada que lamentar, solo árboles quemados», afirma Hernández.

«Damos seguimiento a los sitios hidrotermales del país para analizar, estudiar, investigar e informar su comportamiento a las personas que visitan las zonas. Nuestros datos, los daremos a conocer a las autoridades», concluye el investigador del Alma Mater.

La explosión no fue una reacción volcánica

Estos fenómenos naturales, pueden pasar años sin tener una actividad agresiva, pero cuando sucede, dejan daños materiales y humanos, no hay que confiarse. Científicos de la UES, concluyeron el análisis de las muestras sustraídas de la explosión, teniendo éxito en la investigación.

Por otra parte, el geoquímico, investigador y vulcanólogo, Emerson Martínez, coordinador de la Unidad de Desarrollo Académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES, confirma que ya tienen resultados positivos, «no son alarmantes, se trata de una explosión hidrotermal y no volcánica, suceden de manera natural. Es normal por los gases y la presión de vapor, que hay en la zona necesitan salir».

Agrega que «con esta explosión, logramos ver el tipo de depósito o materiales, que lanzó a unos 70 metros de distancia y 10 metros de altura de los árboles quemados. Estos hidrotermales, están en una estructura geológica gigante denominada caldera de Ataco, departamento de Ahuachapán».

El vulcanólogo explica que «recogimos muestras de gas, agua y depósitos sólidos, para saber su comportamiento, si fue por su misma naturaleza, que tan frecuente lo hace o si es una reacción volcánica, lo cual este último no tiene una relación».

«La zona donde cayeron los depósitos expulsados tenía color gris, se pensó que era ceniza, pero no es así, es material sólido, arcilla, mineral de partículas más pequeñas que la arena. Con el equipo multigas se evaluó la cantidad de azufre, es mínima si se compara con vapor de agua y CO2, no es una señal volcánica. Este fenómeno natural sucede por el agua caliente subterránea que hay en la zona», afirma el investigador de la UES.

El Alma Mater cuenta con un equipo multidisciplinario de investigadores de las Facultades de Química y Farmacia; de Ciencias Agronómicas, de Naturales y Matemáticas y la Multidisciplinaria de Occidente, donde cada uno de ellos aporta sus conocimientos académicos, técnicos y científicos.

Los datos obtenidos lo entregarán a las autoridades de la UES, científicos nacionales e internacionales, al Ministerio de Medio Ambiente, Protección Civil, alcaldía municipal, policía, bomberos y medios de comunicación, para saber por qué se dio la segunda explosión, treinta y cinco años después.

Los científicos recomiendan a las autoridades tener un protocolo de seguridad para las personas que visitan o viven cerca de ausoles y estar atenta a los fenómenos naturales.

Sugieren que cuando vean algo anormal avisen a los cuerpos de seguridad para evitar tragedias, como lo sucedido en 1990 y 2025. Si usted visita estos lugares para aprovechar estos recursos naturales, hágalo con precaución.

Wilfredo Diaz
Wilfredo Diaz