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Miles de personas en todo EE.UU. protestan contra Trump: «¡No queremos reyes!»

Más de 2.700 manifestaciones están programadas de costa a costa, desde grandes ciudades hasta pequeños pueblos, e incluso cerca de la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida, donde el mandatario pasará el fin de semana. Los organizadores dicen que esperan asistencias masivas.

Protestas pro inmigrantes

Opositores al presidente Donald Trump se congregan este sábado en manifestaciones convocadas desde Nueva York hasta San Francisco bajo el lema «No a los Reyes», unos meses después de una jornada de protesta en la que salieron a las calles millones de personas.

«El presidente cree que su poder es absoluto. Pero en Estados Unidos no tenemos reyes y no cederemos ante el caos, la corrupción y la crueldad», afirma el movimiento «No Kings» («No a los Reyes»), que reúne a unas 300 organizaciones, en su sitio web. 

Más de 2.700 manifestaciones están programadas de costa a costa, desde grandes ciudades hasta pequeños pueblos, e incluso cerca de la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida, donde el mandatario pasará el fin de semana. Los organizadores dicen que esperan asistencias masivas.

Millones de personas asistieron a las protestas del 14 de junio después de que Trump ordenara el despliegue de tropas en Los Ángeles, una medida que llevó a sus críticos a acusarlo de actuar como un dictador. 

Fue el día de manifestaciones más multitudinario desde que el republicano regresó a la Casa Blanca en enero. 

En junio, Trump prometió usar una fuerza «muy grande» si los manifestantes intentaban interrumpir el desfile militar en Washington DC. 

Desde entonces, amplió el despliegue de tropas en ciudades estadounidenses, lo que ha indignado a sus críticos. 

La respuesta de Trump al llamado a protestas para este sábado fue más moderada. «Dicen que se refieren a mí como un rey. No soy un rey», declaró en Fox News. 

La nueva jornada de protestas se desarrolla en un clima de creciente tensión política, marcado por la decisión de Trump de desplegar militares en varias ciudades gobernadas por la oposición demócrata, bajo el argumento de combatir el crimen y apoyar las labores de los agentes migratorios.

Muchos manifestantes llevan banderas estadounidenses y prendas de ropa amarillas, un color utilizado en otros movimientos pacíficos como las protestas de Hong Kong de 2019. También hay disfraces de animales para mantener un ambiente relajado.

La plataforma convocante, integrada por unas 200 organizaciones, subrayó el carácter pacífico de la movilización y recordó en su web que están prohibidas las armas.

No obstante, varios líderes republicanos advirtieron de posibles disturbios y el gobernador de Texas, Gregg Abbott, aliado de Trump, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en Austin para prevenir actos violentos.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, calificó la manifestación como una muestra de «odio contra Estados Unidos», liderada, según dijo, por simpatizantes de Hamás y miembros del movimiento antifascista (Antifa), declarado recientemente como grupo terrorista por Trump.

El nombre del movimiento «No Kings» alude a la percepción de que el presidente actúa como un monarca y recuerda que Estados Unidos se fundó en 1776 sobre el rechazo al poder absoluto de un soberano.

Pero sus principales aliados en el Partido Republicano se mostraron más combativos, y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó la jornada de protesta como una manifestación de «Odio a Estados Unidos». 

«Van a reunir a marxistas, socialistas, defensores de Antifa, anarquistas y al ala pro-Hamás del Partido Demócrata de extrema izquierda», declaró. 

El congresista demócrata Glenn Ivey rechazó el término «odio» y dijo a la AFP el viernes: «Entiendo por qué están nerviosos y tratan de presentarlo de forma negativa». 

«Es realmente una respuesta a lo que han estado haciendo: socavar el país, destruir el Estado de derecho y socavar nuestra democracia», agregó.

– «País de iguales» –

Además de ciudades importantes como Washington, Boston, Chicago, Atlanta y Nueva Orleans, se esperan protestas en pueblos pequeños de los 50 estados e incluso en Canadá.

Entre los puntos más emblemáticos de concentración destacan la plaza Times Square, en Nueva York; el Capitolio, en Washington; y el centro de Chicago, donde en las últimas semanas se han registrado protestas contra las redadas migratorias.

También se convocaron protestas en otras ciudades destacadas como Atlanta, Boston, Honolulu, Houston, Nashville, Nueva Orleans, San Diego o San Francisco. Hubo además algunas concentraciones de solidaridad en ciudades europeas, como Berlín, París o Roma.

Las protestas reúnen una amplia variedad de reivindicaciones, desde la oposición a las redadas migratorias y los recortes en sanidad hasta el rechazo a la militarización de las ciudades o a las modificaciones de los distritos electorales que buscan asegurar una victoria republicana en las elecciones de medio mandato del próximo año.

El jueves, Deirdre Schifeling, directora política y de defensa de la Unión Americana de Libertades Civiles, indicó que los manifestantes quieren transmitir que «somos un país de iguales». 

«Somos un país de leyes que se aplican a todos, de debido proceso y de democracia. No seremos silenciados», sostuvo. 

Leah Greenberg, cofundadora del Proyecto Indivisible, criticó los esfuerzos de la administración Trump por enviar a la Guardia Nacional a ciudades del país, reprimir a migrantes indocumentados y procesar a opositores políticos. 

«Es el manual clásico del autoritarismo: amenazar, difamar y mentir, asustar a la gente para que se someta», dijo Greenberg. «No nos dejaremos amedrentar», agregó. 

El actor ganador del Óscar Robert De Niro, conocido crítico de Trump, llamó a movilizarse. 

«Hemos tenido dos siglos y medio de democracia (…) a menudo desafiante, a veces desordenada, pero siempre esencial», manifestó en un breve video. 

«Ahora tenemos a un aspirante a rey que quiere arrebatárnosla: el Rey Donald I», dijo. 

«Nos estamos levantando nuevamente esta vez, alzando nuestras voces de manera no violenta para declarar: No a los reyes».

Desde la oposición, los demócratas acusan a Trump de poner en riesgo la Primera Enmienda de la Constitución, que protege la libertad de expresión, por su presunto intento de silenciar las manifestaciones y acallar las voces críticas.

Uno de los hechos más simbólicos ocurrió cuando la Casa Blanca presionó para cancelar el programa del comediante Jimmy Kimmel por sus burlas a la reacción republicana ante el asesinato del activista trumpista Charlie Kirk en septiembre.

Kimmel, cuyo programa volvió al aire tras una semana de suspensión, comparó el jueves la movilización «No Kings» con la Revolución estadounidense que culminó con la independencia del país.

«No hay nada más estadounidense que una protesta política. La Revolución estadounidense fue una protesta. ¡No Kings!», afirmó durante su monólogo. 

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