Tres de cada diez micro y pequeños empresarios prestan dinero de manera informal, dice Fusai

Ante la dificultad de acceder a un crédito en el sistema financiero formal, una buena parte de los micro y pequeños empresarios recurren a personas particulares para adquirir dinero. Los montos prestados van de los 2,000 a los 8,000 dólares anuales, según el informe del Observatorio Mype de Fusai.

Emprendedores-negocios

Fabiola Amador es comerciante capitalina desde hace una década; suele vender bisutería, carteras y ropa interior en distintos mercados locales o bazares. Si bien en el pasado logró obtener un crédito con el sistema bancario privado, reconoce que fue difícil y que le pidieron demasiados requisitos.

Debido a lo anterior- por mayor rapidez y practicidad- la emprendedora ha tenido que recurrir a personas particulares para que le faciliten el dinero que necesita para reinvertirlo en su negocio o para pagar deudas pendientes. 

«Es más fácil, solo necesita ser conocido y pagar a tiempo y en el mismo momento le dan el dinero», justifica Fabiola.

Las limitantes que tiene la joven comerciante son las de muchos pequeños empresarios, sobre todo aquellos que están en la informalidad, pues acceder al sistema bancario privado es casi imposible, ya sea porque no cuentan con los requisitos para hacerlo o porque no tienen un historial crediticio que los respalde.  

De hecho, el informe del Observatorio Mype de la Fundación para el Desarrollo Integral (Fusai) sobre Dinámica Empresarial Mype, del segundo trimestre de 2025, en el que se entrevistó a 1,242 propietarios de micro y pequeñas empresas de todo El Salvador, reveló que el 26% de los encuestados tiene dificultades para obtener financiamiento.

Mypes

  «El acceso limitado a crédito formal, ya sea por falta o mal historial, garantías o requisitos difíciles de cumplir, limita las posibilidades de invertir, crecer o estabilizarse ante crisis de liquidez. Esto reduce su capacidad para invertir en crecimiento, manejar fluctuaciones de liquidez o recuperarse de crisis», dice el informe.

Como Fabiola, muchos micro y pequeños propietarios de negocios recurren a personas particulares- generalmente prestamistas- para que les faciliten los ingresos necesarios para seguir adelante. 

Según la encuesta, el 20.4% de los entrevistados reveló que ha tenido que pedir dinero prestado a personas particulares en los últimos meses, tres de cada diez lo hace al menos una vez al año, el 23% dos veces por año y el 10% unas cuatro veces por año.

El promedio anual del financiamiento informal usado no varía demasiado entre hombres y mujeres y ronda los $2,991 para ellos y los $2,411.58 para las comerciantes.  

El documento, que recogió durante julio los datos de micro y pequeños negocios de cinco diferentes sectores: comercio, servicios, transporte, producción y sector agropecuario de todo el país, también hace un estimado de los principales montos que los empresarios solicitan como crédito.

Aquellos que poseen pequeñas empresas pueden llegar a solicitar préstamos de hasta 8,357 dólares anuales,  según la encuesta.

Los que poseen empresas de acumulación ampliada (ventas superiores a los $100 diarios) suelen requerir unos $5,853 anuales y los negocios considerados de expansión hasta $4,880. 

La Libertad, en el 31% de los casos, figura como el departamento donde más micro y pequeños comerciantes solicitan un crédito, le sigue San miguel con el 27.4%, San Vicente con el 26.9% y San Salvador con el 25.4% de los encuestados.

Es el oriente del país, de acuerdo al registro del informe del Observatorio Mype, donde los micro y pequeños empresarios prestan cantidades más altas de dinero por año, entre 3,000 y 4,000 dólares. 

Deudas y expansión, razones para prestar 

Fabiola acostumbra prestar de manera informal alrededor de $1,000 por mes y en la mayoría de ocasiones utiliza el dinero para surtirse de mercadería. 

Aunque reconoce que la tasa de interés de personas particulares es más alta (entre el 20 y el 25% sobre saldo) respecto a las que ofrece el sistema bancario privado, la mayor desventaja de acceder a este tipo de crédito es que los plazos para pagar son muy cortos. Por ejemplo, le ha tocado pagar a veces diario, semanal o quincenal, así que depende de sus ventas para estar al día. Y cuenta que no solo invierte en el negocio sino también paga deudas con el dinero prestado.

De hecho, el 25% de quienes participaron en la encuesta de Fusai dijeron tener deudas de cualquier tipo.

«El sobreendeudamiento -ya sea con proveedores, prestamistas informales o instituciones financieras- o las tasas de interés demasiado elevadas generan una carga adicional que compromete los ingresos futuros y reduce la capacidad de maniobra de los dueños de negocios», cita el documento.

El Informe de Fusai destaca que el servicio de esa deuda puede consumir una parte importante de los ingresos de los micro y pequeños empresarios, «estrangulando su flujo de caja y obstaculizando cualquier oportunidad de inversión o expansión».

El documento incluye recomendaciones enfocadas a ampliar la inclusión financiera con productos adaptados a la realidad de las micro y pequeñas empresas, además de fomentar la educación financiera y promover esquemas de financiamiento más flexibles, especialmente para aquellos en condiciones de informalidad o vulnerabilidad económica.

El informe, que se ha venido haciendo desde hace cinco años, mide el desempeño económico de este tipo de negocios, tanto su volumen de ventas, los principales obstáculos que les impiden crecer, así como su percepción sobre el futuro. 

Del total entrevistado, el 55.8% fueron mujeres y 44.2% hombres y el mayor porcentaje de negocios fueron microempresas de subsistencia 40%, el 50% del total corresponden al sector comercio y dos de cada diez al de servicios. 

Los medianos y pequeños negocios son clave para la economía salvadoreña, pues aportan alrededor del 35% del Producto Interno Bruto (PIB) y son responsables de emplear a 7 de cada 10 personas en edad productiva, según Fusai.

Se estima que generan unos 700,000 empleos directos y en conjunto, las Mype y los emprendimientos, generan unos 854,732 empleos y autoempleos en el país, según la Comisión Nacional de la Micro y pequeña Empresa (Conamype).

Tania Urías
Tania Urías