En julio pasado, el gobierno debía cesar su participación en la empresa Chivo, según el acuerdo con el Fondo
En julio pasado, el gobierno debía cesar su participación en la empresa Chivo, según el acuerdo con el Fondo
El Salvador, el primer país en adoptar el Bitcoin como moneda, cumple este septiembre 4 años de tener vigente una ley que dio vida a un proyecto gubernamental que está en desmantelamiento.
En julio debía ser liquidado el Fondo de Bitcoin (Fidebitcoin) y el gobierno debió poner fin a su participación en la empresa Chivo S.A. de C.V., tal como se acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, hasta donde se ha podido verificar, la administración de Nayib Bukele aún no ha hecho pública la documentación que indique que la empresa o la billetera Chivo Wallet ha sido desmontada o que ha cesado su participación en ella.
Lo que sí se constató es que Chivo Wallet sigue activa, pues por medio de esa plataforma se pagan los servicios de Chivo Pet. Y la compañía Chivo S.A. de C.V. se matiene vigente como proveedor de servicios de billetera digital para Bitcoin y procesadora de pago, según el registro del Banco Central de Reserva (BCR) colgado en su página web.
Esta empresa es una de las 25 proveedoras que siguen operando, de una lista de 217 que se registraron.
A 48 meses de aquel anuncio de que el Bitcoin se iba a usar para transacciones cotidianas entre los salvadoreños y que se ofrecía la plataforma digital para hacer esas operaciones, dicho plan se esfuma de las manos del gobierno.
El FMI pidió cinco acciones puntuales a las autoridades, las cuales debían cumplir en julio pasado: «Liquidar el fondo fiduciario de Bitcoin, Fidebitcoin; publicar las auditorías de Fidebitcoin y del Tribunal de Cuentas de AAB; publicar los estados financieros de Chivo auditados por un auditor independiente con experiencia en el sector de las criptomonedas; segregar y proteger los dólares estadounidenses de los clientes de Chivo en el BCR; y poner fin a la participación pública en Chivo», según dice en el acuerdo.
VER: Oficina de Bitcoin cambia de cuenta los Bitcoin que adquirió
Dentro del programa financiero firmado entre el Fondo y el gobierno en febrero de este año, la gestión de los riesgos de Bitcoin y la retirada de la participación del sector público en Chivo son cruciales, como cada uno de los otros compromisos adquiridos, para fortalecer las finanzas públicas, mejorar los marcos de gobernanza y transparencia con miras a impulsar un crecimiento económico más sólido.
Ante ello, las autoridades salvadoreñas se comprometieron a cortar los lazos del sector público en Chivo y eso incluye la adopción y publicación de un nuevo plan de negocios para cesar el uso de fondos públicos en todo lo relacionado a dicha empresa.
«Se continúa trabajando para asegurar la finalización de la participación en la billetera electrónica gubernamental Chivo antes de finales de julio», dice en el documento que el FMI emitió en julio, a raíz de la primera revisión del acuerdo.
A la fecha, el gobierno aún no ha anunciado si la plataforma ha sido vendida o si será cerrada. A finales de 2024, la directora de la Oficina Nacional de Bitcoin, Stacy Herbert (nombrada por el presidente Nayib Bukele), publicó en la cuenta oficial en X que «la billetera Chivo se venderá o se descontinuará, pero las numerosas billeteras de bitcoin del sector privado seguirán prestando servicios a El Salvador».
Lo que establece el acuerdo con el FMI es que los depósitos en dólares estadounidenses de los clientes de Chivo debían ser segregados y salvaguardados en el BCR para finales de julio de 2025.
También pactaron que no acumularía más Bitcoin ni emitiría deuda relacionada con la criptomoneda que involucre dinero de los salvadoreños.
Otro punto del acuerdo con el Fondo es que se publicaran estados financieros trimestrales de Bitcoin de los fondos fiduciarios y empresas estatales involucradas en el proyecto, como Fidebitcoin, Chivo, CEL y LaGeo; y que todas las operaciones del criptoactivo se incluyeran en las estadísticas macroeconómicas y fiscales.
Esa petición del FMI concuerda con múltiples señalamientos de expertos ante la opacidad en la información relacionada al proyecto Bitcoin desde que se lanzó hace 4 años, pues a la fecha se desconoce con exactitud cuánto dinero se ha usado para dicho proyecto y de dónde ha salido, porque ha puesto bajo candado la información.
Los datos que han salido a la luz han sido por cálculos que han hecho entidades particulares o por investigaciones periodísticas. Por ejemplo, El Diario de Hoy publicó la semana pasada que LaGeo, una empresa del Estado salvadoreño dedicada a la generación de energía con recursos geotérmicos, registró en sus balances financieros que al cierre de 2024 concluyó un convenio para el proyecto Bitcoin City, en el que ejecutó $4,250,000.
Además, la organización Cristosal calculó en su momento que el gasto en el proyecto Bitcoin rondaba los $329 millones, incluyendo el fideicomiso de $150 millones que aprobó la Asamblea Legislativa hace 4 años.
El Fidebitcoin, creado para financiar el bono de $30 para cada usuario que descargaba la app de la Chivo Wallet en septiembre de 2021, fue respaldado por el Ministerio de Economía, en representación del Estado como fideicomitente y por Bandesal, como fiduciario (administrador).
Lo que en su momento fue una fuerte apuesta gubernamental para hacer que los salvadoreños usaran el Bitcoin en su día a día se ha venido más a pique a raíz del acuerdo con el Fondo Monetario, pues al desmantelamiento de la empresa Chivo y de la billetera digital se suman las modificaciones que el gobierno tuvo que hacer a la Ley Bitcoin en enero de este año.
Entre los cambios medulares que le hicieron está que dejó de ser una moneda de curso legal, pasó a ser de uso voluntario y privado, el Estado no puede hacer pagos de deuda en Bitcoin (solo en dólares) y el gobierno debía dejar de proveer mecanismos para transacciones en Bitcoin (como Chivo Wallet).
Y a todo lo anterior se agrega un factor determinante que tanto el FMI como diversas encuestas han señalado: la mayoría de salvadoreños no usa el Bitcoin para sus pagos cotidianos, pues 9 de cada 10 personas ha expresado que no usa la criptomoneda.
Tampoco los compatriotas en el exterior usan la billetera estatal para enviar remesas a El Salvador. Según datos del BCR, desde que se lanzó la Chivo Wallet en septiembre de 2021, su uso ha estado por debajo de los que prefieren mandar dinero en efectivo o por otras vías.
El máximo de remesas que se envió por medio de billeteras digitales fue de $17.9 millones en octubre de 2021, un mes después de la entrada en vigencia de la ley Bitcoin, pero en julio de 2025 solo fueron $4.85 millones; la caída ha sido sostenida durante los 4 años.
De hecho, entre enero y julio de 2025, el acumulado de las remesas recibidas mediante billeteras de criptomonedas en El Salvador cayó un 39 %, respecto al mismo lapso de 2024, según datos del BCR.
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