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El fútbol y su vulnerabilidad en las canchas de El Salvador

Los estadios de fútbol, en su mayoría, sufren con torrenciales aguaceros como los de las últimas semanas y los que se prevén hacia el futuro. ¿Qué se hace como contingencias?

Aguila vrs Hercules

Para nadie es un secreto que los escenarios deportivos en el país, especialmente los estadios donde se practica el fútbol de la Primera División tienen una complejidad en sus canchas, que no son las óptimas para la práctica del deporte, ya sea porque no están niveladas o el césped no es uniforme, esto, en condiciones habituales sin lluvia.

Cuando arranca la temporada futbolera en el país, con el torneo Apertura, cada año se tiene que estar considerando algún hueco en el calendario para llevar a cabo partidos pospuestos por las condiciones climáticas extremas en cuanto a lluvia se refiere. El certamen que comenzó a finales de julio ya tuvo varios momentos icónicos en este tema.

Estos casos se dieron en misma fecha, la tercera, realizada entre el 26 y 27 de julio. En orden cronológico, el primero se dio en Santa Rosa de Lima, que ha padecido estragos en las últimas tormentas tanto en la ciudad como su estadio, el Ramón Flores Berríos. Esa tarde de sábado una tormenta de gran intensidad dejó las instalaciones sin luz y la cancha completamente inundada, lo que provocó la suspensión del juego, mismo que se realizó hasta este jueves 28 de agosto, un mes después.

El escenario tiene como antecedente, que el 25 de julio del año pasado sufrió la caída de una parte del muro perimetral que colinda con la carretera Panamericana, siempre con motivo de las lluvias. Hasta la fecha, el muro aún está en proceso de reparación por el equipo Municipal Limeño.

El segundo se dio ya con el partido iniciado. Alianza y Firpo jugaron 53 minutos hasta que el césped del estadio Jorge “Mágico” González no pudo drenar la cantidad de agua que le había caído ese día y los anteriores, por lo cual se tuvo que reanudar el día siguiente, aún con otra gran tormenta, que obligó a su finalización en el 82’, cuando nuevamente el drenaje colapsó.

El tercer percance fue a unos kilómetros de distancia, en el estadio Cuscatlán, donde se enfrentaron CD Águila y CD Hércules, cuando al minuto 26 el drenaje se vio sobrepasado por la cantidad de agua recibida, especialmente en el sector medio y en el sur, cerca del banquillo de suplentes. Luego de dos horas y un esfuerzo humano por medio de escobas y recipientes se logró llevar la cancha a un mínimo aceptable, con el que se terminó el partido.

Alianza Firpo

Otro escenario afectado por su cancha es el estadio Juan Francisco Barraza de San Miguel, que de por sí está sin fútbol en horario nocturno después de la caída de la torre del sector norponiente el 21 de agosto del 2022, durante un amistoso entre Dragón y Jocoro disputado bajo una fuerte tormenta.

A esto se le sumó que previo al arranque del torneo hubo un evento en el estadio que dejó sumamente afectada la cancha, a tal punto que apenas el pasado fin de semana del 23 de agosto se pudo volver a ocupar, por parte de Dragón en la Segunda División.

En virtud que el invierno tiene pronósticos poco alentadores con respecto a la cantidad de lluvia que caerá en los próximos meses, se le hizo la consulta al presidente de la Primera División, Samuel Gálvez, en cuanto a las posibles acciones que se harán para minimizar los daños que pueden ocasionar las lluvias en las canchas.

“Ya no se va a llevar a cabo la Copa Presidente, esto va a dejar un margen de espacio para poder programar los partidos los días miércoles”, explicó como referencia, ya que las Bases de Competencias ya explican que si un partido no ha iniciado y se suspende por lluvia, se puede reprogramar en acuerdo con los equipos, aunque si ya comenzó, se debe jugar en las siguientes 48 horas.

Incluso, afirmó que en caso se dé un temporal y este abarque una jornada de liga, se les avisará a los equipos visitantes en los dos días previos para que no hagan los desplazamientos y si la situación sigue, se reprogramará directamente ese partido o jornada.

Aguila Hercules

Diferencia

Un caso que se puede considerar la excepción en vulnerabilidad, ya que ha recibido fuertes tormentas en el pasado y su engramillado no ha padecido de charcos, e incluso, su afición en la localidad de sol no se moja, es el Jorge “Calero” Suárez de Metapán, que al ser municipal, su mantenimiento depende de la Alcaldía Municipal de Santa Ana Norte.

En ese sentido, Mario Arriola, tercer regidor propietario de dicha municipalidad, asume las tareas de cuidado del estadio desde hace más de cuatro años y explica a Deportes EDH parte del proceso.

“Diariamente hay personas trabajando ahí, le damos mantenimiento tanto con abonos foliares para el color del césped, se oxigena el terreno de juego, cuando termina cada torneo le colocamos arenilla y la dispersamos desde el centro del campo para que al llover, el agua se vaya hacia los lados directamente, incluso se corta dos días por dos veces por semana el césped para que la pelota sea más rápida, entonces como el césped se mantiene a una altura bajita, no tiene retención la pelota, aunque haya caído bastante agua”, explicó.

Además, esperan que se concreten las remodelaciones de los estadios Quiteño y Barraza, como lo prometió el presidente del Indes y candidato a presidente de la Fesfut, Yamil Bukele, así como de otros escenarios deportivos que se anunciarían posteriormente.

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