Rhina Avilés, el pilar que construyó el arte salvadoreño y latinoamericano
La galerista y promotora cultural, fundadora de la emblemática Galería Espacio y pieza clave en la creación del Museo de Arte de El Salvador, falleció a los 92 años. Su visión y pasión por el arte dejaron una huella imborrable en el país y en la región, impulsando a artistas emergentes y conectando a El Salvador con el circuito artístico global.
23 de agosto de 2025
6 Minutos
El Salvador y Latinoamérica despiden a una de sus figuras más influyentes en el mundo del arte: Rhina Avilés Valdés. Fallecida a los 92 años, esta santaneca de nacimiento se convirtió en un pilar fundamental del arte salvadoreño, según los datos brindados por su sobrina Claudia Avilés. A lo largo de su vida, ella demostró una habilidad única para «elegir y reconocer el arte de calidad,» convirtiéndose en una «gran maestra» que enseñó a otros a «saber ver».
Nacida en 1933, Rhina Avilés estudió Arte, Literatura y Diseño de Interiores en California, Estados Unidos, graduándose en 1955. Al regresar a su país, comenzó su carrera en el Instituto de Turismo y, posteriormente, fue nombrada Agregada Cultural de la Cancillería de El Salvador. Más tarde, junto a un grupo de visionarios, cofundó el Patronato de Cultura de El Salvador con el propósito de revitalizar la música, el arte y la cultura en el país.
El punto culminante de su carrera llegó en 1985, cuando cumplió su «sueño personal como profesional» y fundó la Galería de Arte ESPACIO. Esta galería, reconocida a nivel latinoamericano, se convirtió en un centro neurálgico para la cultura, «uno de los centros más bellos y funcionales, construidos especialmente para albergar pinturas y esculturas de los Grandes Maestros».,
Aviles junto al escritor peruano Mario Vargas Llosa (i). Foto: cortesía
ESPACIO organizaba anualmente la «Muestra de Pintura y Escultura Latinoamericana» , un evento esperado con «gran expectativa» que reunía obras de importantes artistas de la región. Según la crítica de arte Bélgica Rodríguez -en artículo publicado en la revista ArtNexus, en diciembre de 2007-, estas exposiciones nutrieron el coleccionismo salvadoreño. La selección de los artistas para estas muestras era el resultado de «la libertad y el buen juicio de la organizadora» y una tarea de «todo el año».
El artista visual salvadoreño Ronald Morán destaca, por su parte, que Avilés fue la única persona en Centroamérica «capaz de congregar a tantas figuras del arte latinoamericano en este país, cosa que no había un referente, por ejemplo, en Centroamérica».
Morán subraya el inmenso aporte de Avilés a la cultura salvadoreña, a pesar de que su galería era un negocio. El historiador Carlos Cañas Dinarte añade que Galería Espacio «tuvo una participación determinante en mantener el mercado de arte salvadoreño vivo y activo en las décadas de los 70 y los 80, tiempo muy difícil para las artes nacionales».
El artista mexicano José Luis Cuevas (izq.) en una de las exposiciones organizada por Avilés. En esta imagen también están doña Margarita de Cristiani junto al doctor David Escobar Galindo. Foto: cortesía
Una visión que trascendió fronteras
Rhina Avilés tenía una visión muy clara: «hacer de El Salvador un país grande a través del ARTE». Para ello, cultivó amistades con figuras internacionales de la talla del Premio Nobel Mario Vargas Llosa y artistas como José Luis Cuevas, Rufino Tamayo y Ana Mercedes Hoyos. Estas conexiones, según Carlos Cañas Dinarte, «le otorgaba un posicionamiento internacional al trabajo de su galería».
Además, Rhina atraía a estas personalidades a El Salvador para «impulsar el arte y cultura» , mientras que, al mismo tiempo, apoyaba a artistas salvadoreños como Toño Salazar, San Avilés, Benjamín Cañas y Roberto Galicia.
Morán asegura que Rhina Avilés fue «pieza clave en artistas que después de eso hicieron una tremenda trayectoria». Un ejemplo fue el artista nicaragüense Armando Morales, quien, según Morán, «aceptó en su momento, que fue una de las piezas claves para poder evolucio nar y dimensionar su arte». También fue fundamental para dimensionar la obra del artista salvadoreño Benjamín Cañas.
El legado de una mentora
El trabajo de Rhina Avilés fue crucial para «muchos artistas salvadoreños [que] encontraron una voz, un espacio, una oportunidad para crecer y expresarse». Ella organizaba «festivales de música, arte y exposiciones latinoamericanas, conferencias y talleres». Como presidenta del Patronato Pro-Cultura, gestionó seminarios con figuras teóricas como Bélgica Rodríguez, que en ese momento era la directora del Museo del BID en Washington. Estas actividades tenían un «carácter educativo» que contribuían a la formación de coleccionistas y a la difusión del arte.
El historiador Cañas Dinarte destaca que las galerías dirigidas por mujeres, como la de Avilés, eran «espacios en los cuales hubo intercambio intelectual». Para él, era interesante que «jóvenes universitarios, jóvenes de bachillerato, pudiéramos tener la oportunidad de llegar a las galerías, en este caso a espacio, a galería espacio, y poder contemplar la obra de los maestros de la plástica». El Salvador, a pesar de ser el país más pequeño del istmo, tenía una intensa actividad artística y cultural, gracias en gran parte a la labor de Rhina.
La familia de Avilés hizo pública una esquela compartiendo los detalles de la vela, misa y entierro.
Rhina Avilés fue una de las fundadoras del Museo de Arte de El Salvador (MARTE), un proyecto que impulsó con la convicción de que el país «se merecía un Museo exclusivo para el arte». Según editorial de El Diario de Hoy publicado en julio pasado, Avilés se dedicó a «compartir el arte con los demás y a ‘aquilatar lo bueno, lo hermoso, lo bello'».
La pintora Negra Álvarez, en una publicación en su Facebook, resumió el sentir de muchos artistas que le conocieron: «Rhina deja una huella imborrable en el ARTE! y la CULTURA. Sus sueños y pasión, siempre se hicieron realidad!!!!».
Imagen compartida por la artista visual Negra Álvarez (d) en su cuenta de Facebook en la que aparece junto a Avilés (segunda de izq. a der.). Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://www.facebook.com/photo?fbid=10162107794917869&set=a.36983677868
El inmenso legado de Rhina Avilés, que se extiende a lo que inspiró en «generaciones de artistas salvadoreños» , la consagra como «un pilar fundamental del arte salvadoreño» y latinoamericano. Su labor, según Morán, hizo que «El Salvador le quedara corto» para la magnitud de su trabajo. Ella fue una «mujer visionaria, triunfadora» cuyo «buen juicio» dejó una huella que perdurará en el tiempo (artículo elaborado con asistencia de IA).
Editorial de EDH inspirado en Rhina Avilés.
Para los interesados en presentar sus condolencias a la familia de Rhina Avilés, se informó a través de una esquela difundida en las redes sociales que la vela se llevaría a cabo en funeraria Montelena.
Mientras que la misa de cuerpo presente será este domingo 24 de agosto, a las 2:30 p.m., en parroquia Santa Elena. Por su parte, el sepelio se realizará en la cripta de Cristo Redentor.