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El abanico resurge con fuerza ante las altas temperaturas

En un mundo donde las altas temperaturas se han convertido en la norma y la preocupación por el medio ambiente crece, este objeto ancestral vuelve a la primera línea, pues lejos de ser un accesorio de lujo o un recuerdo de épocas pasadas, emerge como herramienta práctica y símbolo de una nueva conciencia.

El abanico vuelve a ser tendencia

La historia del abanico es tan vasta como la humanidad misma. Sus primeras huellas nos llevan a la antigüedad, con registros que apuntan a civilizaciones como la egipcia, la griega y la romana, según lo publicado en sitios como el de la National Geographic o el del Agrupamento de Escolas de Gouveia, en Portugal.

En estos contextos, el abanico era mucho más que un simple artículo para refrescarse. También era parte de rituales religiosos, como un distintivo de poder y estatus social. En el antiguo Egipto, por ejemplo, los de plumas eran llevados por los sirvientes del faraón, simbolizando su autoridad y divinidad.

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El tipo más antiguo de abanico que se conoce es el flabelo, cuyo uso estaba ligado a ceremonias y rituales, no a la vida cotidiana. El término proviene del latín flabellum, que significa «abanico» o «soplo de viento». Se trata de un abanico grande y rígido con un mango largo que no se pliega, y suele tener una forma redonda, rectangular u ovalada.

En el Antiguo Egipto, los flabelos hechos de plumas de avestruz o de pavo real eran portados por los sirvientes del faraón para abanicar al monarca y espantar a los insectos.

Abanico en el Antiguo Egipto
Khaemuaset sosteniendo un abanico behet, relieve pintado, detalle, en la cámara del sarcófago de la tumba de Khaemuaset, hijo de Ramsés III, dinastía XX, Imperio Nuevo, en el Valle de las Reinas, en la Necrópolis Tebana, Tebas, Luxor, Egipto. Foto: AFP / Archivo

Además, se utilizaban en procesiones religiosas y ceremonias, acompañando a figuras sagradas. Se han encontrado representaciones de flabelos en pinturas murales y relieves, e incluso se halló uno en la tumba de Tutankamón, lo que subraya su importancia ceremonial.

El uso del flabelo no se limitó a la antigüedad pagana; su función de alejar insectos y proporcionar un aire solemne lo llevó a ser adoptado en la liturgia cristiana. En la Iglesia Católica, se utilizaron en las misas para mantener a las moscas y otros insectos lejos del cáliz y la hostia, aunque su uso ha ido cayendo en desuso con el tiempo.

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Por otro lado, en la Iglesia Ortodoxa, el flabelo (conocido como ripidion) sigue siendo un objeto litúrgico activo, a menudo con la forma de un serafín de seis alas, que se usa para dar solemnidad a los momentos más importantes de la misa.

CONQUISTA Y EVOLUCIONA

Sin embargo, es en China donde el abanico plegable, tal como lo conocemos, toma forma. Confeccionados con seda, papel y bambú, estos abanicos se popularizaron en el siglo VII d.C. y se convirtieron en elementos esenciales de la cultura china y japonesa.

Abanico en la historia
Un hombre pinta un abanico de mano mientras espera a los clientes en el mercado de antigüedades de Panjiayuan en Pekín el 8 de agosto de 2024.

Su función no era solo mitigar el calor, sino también servir como una forma de arte, con delicadas pinturas y caligrafías que contaban historias.

Desde Asia, el abanico viajó a través de las rutas comerciales de la seda y los intercambios culturales, llegando a Europa a través de Portugal y España en el siglo XV. Fue en la corte francesa, con figuras como Catalina de Médici, donde alcanzó su apogeo como un artículo de moda indispensable.

Se transformó en un objeto de lujo y ostentación, elaborado con materiales preciosos como el nácar, el marfil y el oro. Su uso se convirtió en un lenguaje secreto, un código de coquetería y comunicación no verbal, especialmente entre las damas de la aristocracia.

Tras un período de declive en el siglo XX, ante la llegada del aire acondicionado, el abanico ha encontrado una nueva vida. En la actualidad, su popularidad no se debe a su belleza o valor material, sino a su practicidad, sencillez y sostenibilidad.

Abanicos japoneses
La fabricación de abanicos redondos transparentes está en curso en la ciudad de Gifu, región de Chubu, Japón, el 30 de mayo de 2025. Foto: AFP / Archivo

Ante el aumento de las temperaturas globales, el abanico se ha vuelto una alternativa ecológica y accesible frente a los sistemas de enfriamiento que consumen grandes cantidades de energía.

Hoy, el abanico no es un símbolo de clase, sino un accesorio democrático y funcional. Nos recuerda que, a veces, las soluciones más efectivas y respetuosas con el planeta provienen de las tradiciones más antiguas.

Su resurgimiento es un reflejo de los desafíos climáticos que enfrentamos, transformando un objeto de lujo en una necesidad cotidiana y un pequeño gesto hacia un futuro más sostenible.

DIFERENTES ESTILOS

Joven se abanica mientras toma el sol
Mujer reclinada en una chaise longue sosteniendo un abanico de mano. Foto: AFP / Archivo

La clasificación de los abanicos puede ser bastante amplia, ya que se pueden categorizar por su forma, su mecanismo, su origen o los materiales de los que están hechos.

Por su mecanismo o estructura

-Fijo o de pala: Es el tipo de abanico más antiguo, consiste en una pieza rígida con un mango, generalmente de forma redonda u ovalada. No se pliega, por lo que ocupa más espacio. Se utilizaba con frecuencia en el antiguo Egipto y Roma, y a menudo estaba hecho de plumas o de hojas de palma.

-Plegable: Este es el que más asociamos con su uso actual. Es un invento japonés del siglo VII d.C. que revolucionó su portabilidad. Se compone de un varillaje (las varillas que se abren) y el «país» o tela que los une. Al plegarse, se reduce a un tamaño compacto, lo que facilita su transporte y almacenamiento.

-Paipái: Un tipo de abanico fijo, generalmente de forma rectangular o redonda, muy común en Asia y América Latina. Suelen ser de cartón, plástico o materiales ligeros y a menudo se usan para publicidad o en eventos.

Foto ilustrativa de un abanico, con un toque artístico
El abanico también ha sido protagonista de las expresiones de arte a nivel mundial. Foto ilustrativa: Shutterstock

Por su material
Los materiales utilizados han cambiado a lo largo de la historia y reflejan la tecnología de la época y el estatus social.

-Papel y cartón: Los más comunes y accesibles, usados a menudo para artículos de recuerdo o publicidad.

-Madera: Ofrecen gran durabilidad y se pueden tallar con intrincados diseños. Maderas como el sándalo, el ébano y el peral son muy apreciadas.

-Tela: El «país» del abanico plegable puede ser de seda, algodón o encaje. La seda es considerada la más lujosa, mientras que el algodón es más común y duradero.

-Plumas: Utilizadas desde la antigüedad, las plumas de avestruz, pavo real o faisán eran símbolos de realeza y poder.

-Materiales preciosos: En la alta sociedad, los abanicos eran obras de arte, decorados con marfil, nácar, carey o incrustaciones de metales y piedras preciosas.

Por su uso o estilo

-Abanico de mano: Es el término general para cualquier abanico de uso personal.

-Pericón: Es un abanico plegable de gran tamaño, muy popular en el siglo XVIII y XIX, usado a menudo en el teatro y la danza, como el flamenco en España.

-Abanico publicitario: Un tipo de abanico sencillo, generalmente un paipái, que lleva impreso el logotipo de una marca o evento (artículo elaborado con asistencia de IA).