“Sí se puede vivir con un daño en los riñones; pero el chequeo tiene que ser constante”
El nefrólogo Rafael Chávez Díaz reconoció que se puede vivir con Enfermedad Renal Crónica (ERC) a través del uso de medicamentos; pero también señaló que algunas personas no pueden costear dichos tratamientos. Llamó a la población a practicarse revisiones periódicas; principalmente si padecen de enfermedades como la diabetes e hipertensión
¿Cada cuanto tiempo se debe de realizar una revisión para detectar esos cambios?
Por ejemplo, si eres diabético, hipertenso, has tenido algún familiar con daño renal, idealmente habría que hacerse cada tres o cuatro meses.
¿Cómo desarrollan las personas la enfermedad?
Normalmente tienes una creatinina de 1.2 (mg/dL), pero cuando tienes dos de creatinina, tres de creatinina, por lo regular no te da síntomas. Uno de los primeros hallazgos que uno tiene es cuando comienza la anemia. Ahí es donde uno empieza a sospechar que hay daño en los riñones porque para que suba los tóxicos dentro del cuerpo, los dos riñones tienen que estar mal. Con uno que te funcione, por ejemplo si tienes un cálculo en un riñón y te lo tapan, el otro el otro riñón agarra el mando.
¿Es prevenible esta enfermedad?
Es prevenible si identificas a tiempo el daño. Por ejemplo, si tú tienes una creatinina de dos y eres diabético, a veces se puede revertir eso si lo identificas a tiempo. Pero si tienes dos de creatinina, eres diabético, eres hipertenso, dejaste pasar un año y no consultaste, se vuelve crónico. Ahí ya no puedes hacer nada. Pero si consultas a tiempo y ese factor de riesgo lo corriges, entonces por lo regular puedes revertir el daño.
Un documento del Ministerio de Salud dice que la Enfermedad Renal Crónica no tradicional va en aumento. ¿Cómo podría identificarse cada una de ellas (la común y no tradicional)?
La tradicional es la que siempre hemos visto cuando encuentras una causal, un factor de riesgo, por ejemplo en los pacientes diabéticos, en los pacientes hipertensos, en los obesos, esos son pacientes ya con una enfermedad renal tradicional y los no tradicionales son aquellos que se han identificado en aquellas zonas con aumento de la temperatura ambiental. Cuando viven en esas zonas y encuentras pacientes que no son diabéticos, no son hipertensos, no son obesos y tienen creatinina alta. Por ejemplo, el de los cañeros, esa es una enfermedad renal no tradicional.
¿Lo que influye son las condiciones en las que ellos desempeñan su labor?
Así es. Los cañeros que comenzaban a trabajar a las 6:00 de la mañana y terminaban de trabajar a las 5:00 de la tarde, exponiéndose al sol, a poca ingesta de agua, que terminan la jornada y les duele todo el cuerpo y comienzan a tomar medicamentos para el dolor, por ejemplo, ibuprofeno, diclofenaco, eso termina de dañar los riñones más. Aparte de la deshidratación que han tenido todo el tiempo.
¿No es recomendable automedicarse?
Así es, no es recomendable porque, por ejemplo, tienes 60 años y no sos hipertenso, no sos diabético; pero ya por la edad eres un factor de riesgo. Entonces, si te dan ibuprofeno, diclofenaco, por largo tiempo, tienes el riesgo de padecer de los riñones o que te dañen los riñones.
¿Tiene cifras de personas que padecen de dicha enfermedad a nivel nacional?
Hace como 10 años por medio de la Asociación Nacional de Nefrología se hizo un estimado de cuánta población había y en esa en ese momento eran casi 6,000 pacientes que estaban en en tratamiento dialítico, a nivel nacional. Actualmente, lastimosamente, no se lleva un registro adecuado. Pero sí es alta la población que está en un tratamiento dialítico porque normalmente debería ser un 7% y creo que andamos por el 15% por millón de habitantes.
En cuanto a áreas geográficas, ¿Hay alguna que se ha determinado donde se desarrolla principalmente la enfermedad?
La zona costera, que es donde más calor hay, es donde ha ido un aumento la población con daño renal. Pero siguen siendo los diabéticos, los hipertensos, hoy que la obesidad es un factor que ha venido en en aumento, también. Entonces estos factores han ido en aumento, pero los pacientes que viven en la zona costera, de allí es donde ha venido aumentando la cantidad de pacientes con daño renal.
El documento del Ministerio de Salud menciona algunas causas como la falta de consumo de agua, deshidratación y la exposición a agroquímicos…
Los estudios que se han dado cuando se empezó a ver la nefropatía no tradicional, algo que tenía en común estos pacientes es que eran de la zona donde hay mucho más calor y esto se corroboró porque viene desde México hasta la zona costera de Colombia; toda la zona costera es un factor de riesgo por la temperatura. Eso era un factor que era común entre los países, pero no se ha logrado determinar si en realidad los agroquímicos juegan un papel importante en el daño de los riñones. Eso sí no se ha logrado dilucidar definitivamente.
¿Cómo ve la cultura de la población de no ingerir agua?
La población confunde que el tomar líquido puede ser cualquier cosa. Uno mira a los trabajadores de la construcción que van a mediodía a almorzar y ahí van con su litro de refrescos carbonatados, y eso daña el riñón. Del 100% de líquido que uno toma, el 80% tiene que ser agua y el otro 20% lo tienes que consumir entre sopa, jugos naturales, leche. Nosotros que vivimos en una zona más caliente, y que ha aumentado últimamente, definitivamente entre dos y tres litros, uno tendría que estar consumiendo.
¿Cuál sería la recomendación a la población para prevenir esta enfermedad?
Si tú trabajas en una zona donde vas a estar bajo el sol, por ejemplo los cañeros o que trabaja en la costa, si estás bajo el sol ocho horas, idealmente por cada hora que tú trabajes bajo el sol tendrías que irte a hidratar diez minutos bajo la sombra. Eso sería lo ideal para ir previniendo los daños en el riñón. Después de los 40 años el riñón va envejeciendo; por ejemplo, si tenías a los 40 años el 100% de función de los riñones, a los 41 años vas a tener el 99%. A los 42 años vas a tener el 98%. Entonces el riñón va envejeciendo. Hay que cuidarse de no ser muy carnívoro, de tener una muy buena hidratación, hacer ejercicio, evitar la obesidad y con eso uno previene mucho el daño en los riñones.
¿Se puede vivir con ERC?
Hoy hay medicamentos que retrasan el daño de los riñones. Antes no teníamos este tipo de medicamentos; hoy sí ya los tenemos, desde hace como cinco años. Antes teníamos que abordar la dieta, el control del azúcar, control de la presión arterial, que eso no ha variado, pero sí tenemos medicamentos que pueden retrasar el daño en los riñones. Que si se puede vivir con un daño en los riñones, claro que sí, se puede vivir, pero el chequeo tiene que ser constante, estamos hablando que el chequeo tiene que ser cada tres meses en este tipo de pacientes porque de un mes para otro, puede variar.
¿Estos medicamentos qué tan costosos son?
Alrededor de 50 a 60 dólares por mes. Hay pacientes que no pueden costearse eso.
¿Considera que desde el Ministerio de Salud se están atendiendo los casos?
Lo que pasa que tienes que identificar en los primeros niveles de salud este tipo de pacientes que tienen esos factores de riesgo y creo que ahí es donde ha fallado el sistema de salud, porque identificar aquel paciente que empieza a ser hipertenso, aquel paciente que empieza con la diabetes, el paciente obeso, en el primer nivel de atención de salud, debería de identificarse, porque si lo identificas a tiempo y lo mandas al especialista, que es el nefrólogo, pues yo creo que ahí puedes prevenir mucho en ese tipo de pacientes.
¿Cuántos nefrólogos hay en el sistema público?
En la Asociación Salvadoreña de Nefrología tenemos alrededor de 53 nefrólogos. Hay otros que no están dentro de la asociación y entonces consideramos que hay más o menos 70 nefrólogos en el país.
¿Es suficiente esta cantidad o cree que hacen falta más especialistas?
Hace falta más especialista, definitivamente eso sí hace falta.
Quién es el doctor Rafael Chávez Díaz
El especialista es graduado de la Universidad Salvadoreña de Alberto Masferrer como doctor en Medicina y Cirugía; tiene un postgrado de medicina interna en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS); y es especialidad de nefrología en el ISSS y en el Instituto Nacional Salvador Subirán, México. Fue jefe de Trasplante Renal en el ISSS; miembro del staff médicos de nefrología y trasplante renal del Seguro Social, es parte de la Asociación Salvadoreña de Nefrología y del Centro de Enfermedades Renales. Fue presidente de la Asociación Nacional de Nefrología e Hipertensión Arterial y forma parte de la Asociación de Medicina Interna de El Salvador, Asociación de Nefrología de El Salvador, Sociedad Española de Nefrología y de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión.