Los niños saben sus derechos y quieren que se cumplan
Un grupo de niños, entre 8 y 17 años, de Ahuachapán realizaron un pequeño ejercicio dónde se les consultó sobre si sabían lo que representaban algunos derechos que poseen, dando respuestas simples y complejas; pero coincidiendo en que quieren que estos sean cumplidos
A Anthony, de 8 años y estudiante de tercer grado de una escuela pública, se le consultó sobre tres derechos básicos que tiene, señalando que el de la vivienda consiste en “jugar en casa y tener refugio cuando llueve”.
Tomando el color con firmeza y apoyado sobre sus rodillas, el niño se expresó, de forma escrita, que también tiene derecho a divertirse, lo que fue ejemplificado a “jugar con los compañeros y ser felices”; además de que la educación representa “ir a la escuela para aprender la ciencia y ser ingeniero eléctrico”.
Precisamente esta última es la profesión que desea estudiar en el nivel superior.
Los niños se expresaron a través de un ejercicio escrito que estuvo rodeado de intercambios de ideas entre los participantes. Foto EDH/Cristian Díaz
Los números, los cálculos, y las adivinanzas son aspectos que le han llamado la atención desde pequeño.
Sobre el trabajo infantil expresó que “no es bueno para los niños; es mejor estudiar y no vender chicles, tomate o cualquier cosa”.
Mientras que Génesis, de 9 años, se expresó de forma más sencilla al escribir; pero fue más analítica en la comunicación oral.
La niña, quien estudia tercer grado, indicó que el derecho a jugar se refiere a “darle un permiso a dejarlo jugar, como fútbol o bicicleta, ‘basques’ o ladrón librado”.
La alimentación es uno de los derechos indispensables. Para la menor significa que “mis papás me den manzana, lechuga, tomate, pepino y mango, para ser sana y fuerte”.
Sobre el abandono opinó que “es como que un niño no pueda comer, tomar agua, y vivir en los basureros”.
Sentadas sobre el piso, rodeadas de un mar de lápices y páginas de múltiples colores, Paola, de 13 años; y Andrea, de 17, fueron las más extensas en plasmar sus respuestas escritas.
Al principio se notó su incomodidad al estar en un ejercicio básico con dos niños un par de años menores; pero además, porque raras veces se sientan en el suelo para plasmar lo que conocen sobre sus derechos.
Paola, por su parte, señaló que “debemos de ser tratados todos con igualdad sin ser discriminados por cómo somos o de dónde venimos”.
Sobre el derecho a la educación y atención a las personas con discapacidad indicó que “todo niño, niña y adolescente debe de recibir educación para las personas con discapacidad, tienen que recibir educación y atención para que ellos no se sientan excluidos”.
Agregó que los niños deben de tener atención y ayuda en caso de peligro y que, respecto al derecho a la justicia “toda cosa debe ser justa, los juegos y cuando hacen equipos, no hay que excluir y ser justos en todos los sentidos”.
Mientras que Andrea, de 17 años, señaló que todos los infantes y adolescentes tienen derecho a recibir un nombre por el cual deben ser llamados y que los padres tienen la responsabilidad de colocarles uno al momento de nacer”.
El “derecho a una nacionalidad (consiste en) tener un lugar de donde venimos para conocer y saber quiénes somos. Todos los niños tenemos derecho a tener salud física y mental, estar bien emocional y físicamente, ser libres y tener libertad de expresión, no ser juzgados por los demás socialmente”, puntualizó la adolescente.
Los menores plasmaron lo que conocen sobre sus derechos en un pequeño ejercicio para esta publicación. Foto EDH/Cristian Díaz