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UES trabaja para enfrentar crisis alimentaria en el país

El proyecto busca impulsar el sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) para enseñar a los agricultores cómo diversificar sus cultivos.

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Investigadores del departamento de Fitotecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador (UES) desarrollan el proyecto denomidado «Fortalecimiento de la Gestión del Riesgo en Sistemas Agroalimentarios, que contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional para enfrentar el cambio climático del corredor seco de Guatemala, El Salvador y Honduras 2023-2024″, con la finalidad de mejorar el sistema agrícola en el país.

El proyecto busca impulsar el sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) en la Estación Experimental y de Prácticas (EEP). Actualmente, está en etapa de verificación para proyectarlo a los agricultores del país y que puedan aplicarlo en sus parcelas, ayudando a tener un sistema de producción agroecológico y con una variedad de productos nutritivos. La idea es aprovechar el terreno sin dañar el medioambiente y que sirva de mitigación ante el cambio climático.

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Por el momento, investigadores y estudiantes están aplicando el sistema MIAF en cuatro parcelas demostrativas de árboles frutales y granos básicos en la Estación Experimental y de Prácticas de la Facultad de Ciencias Agronómicas en San Luis Talpa, La Paz, para que los agricultores lo pongan en práctica en sus terrenos.

La vitrina tecnológica que se desarrolla ya tiene resultados positivos, informaron. 

Este sistema agroecológico, implementado en México desde el 2000 por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Colegio de Postgraduados (COLPOS), ha sido un éxito con agricultores mexicanos.

En el caso salvadoreño, se establecieron las primeras parcelas en la UES desde el 2023.

Pero antes de instalar las parcelas, los investigadores de la Universidad Nacional realizaron estudios de suelo en áreas donde se cultivan granos básicos, teniendo como resultado un producto y topografía ecológica de mala calidad, ya que los análisis de suelo reportaron niveles bajos de materia orgánica.

Los investigadores hacen análisis de los cultivos durante las visitas a las comunidades donde enseñan las técnicas a los agricultores. Foto EDH/Cortesía

Si el campo se duerme, la ciudad sufrirá frente al cambio climático

La seguridad alimentaria, nutricional y saludable es un derecho que todo ser humano tiene en el mundo.

En 1996, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Ganadería (FAO) en la cumbre mundial de la alimentación, realizada en Roma-Italia, aseguró «que la seguridad alimentaria es tener acceso físico, social, económico a alimentos nutritivos, satisfacer necesidades diarias, para llevar una vida activa y sana».

En ese sentido, el ingeniero Fidel Parada Berríos, docente investigador del Departamento de Fitotecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas, explica que tomando en cuenta que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales de México desarrolla la técnica MIAF desde hace 20 años para pequeños productores, ayudando a bajar el riesgo agroalimentario, ahora en la UES trabajan en una vitrina tecnológica en la estación experimental para que los agricultores y estudiantes apliquen este proceso de cultivo.

Parada Berríos agrega que «tenemos parcelas demostrativas de diferentes especies.

En el país hay suelos deteriorados por estar en terrenos con topografía accidentada y vulnerables».

Pero explica que «se diseñan surcos en curvas a nivel, para establecer árboles frutales y su distancia entre plantas es de un metro.

Entre callejones se cultiva maíz como cultivo principal. Se cuenta con siembras de arroz, frijol mono y de ejote de rienda, maracuyá, chufle, pitahaya, ajonjolí, ayote y pipían».

El experto detalla que las cuatro parcelas con el sistema MIAF tienen cultivos frutales de jocote de azucaron, guayaba taiwanesa, arrayán y limón pérsico, pues son especies de alto valor económico en su temporada.

«A medida crecen los árboles, se tiene un manejo intensivo con podas para que sea sostenible y productivo», dice el investigador.

Destaca que con esta diversidad de cultivos «se garantiza la producción de diferentes productos alimenticios durante el año, garantizando la seguridad alimentaria de las familias, porque pueden comercializar su producto, beneficiando la salud del suelo y minimizando los problemas con plagas y enfermedades».

El proyecto se desarrolla en cuatro parcelas de árboles frutales y granos básicos en San Luis Talpa. Foto EDH/Cortesía

Como parte del proyecto realizan visitas a comunidades no solo para ver cómo se implementa la técnica MIAF, sino para ver el manejo de su economía agrícola, cultivos, trabajo de género y la situación alimentaria que enfrenta el país por el cambio climático.

En ese sentido, se han instalado estaciones meteorológicas portátiles para monitorear el clima y asociarlas con variables de crecimiento y fisiológicas de los cultivos, además de que sirve como una alerta temprana al agricultor sobre posibles fenómenos naturales.

«Tenemos un equipo de investigadores de Fitotecnia, con apoyo de técnicos y docentes de SIC-UES, Desarrollo Rural, Meteorología y Estación Experimental, para sacar adelante este proyecto que se realiza desde la Facultad de Ciencias Agronómicas», dice satisfecho Parada.

Añade que cada uno aporta sus conocimientos técnicos, científicos y educativos a los agricultores y estudiantes y subraya que esa técnica es importante por la variedad de cultivos que se hace en grandes o pequeños terrenos. «Se busca romper paradigmas con los agricultores para que se animen a ponerlo en práctica», indica el ingeniero.

Los estudiantes en el proyecto

Bajo un fuerte sol y un calor intenso, estudiantes y docentes hacen su trabajo en la Estación Experimental de la UES en San Luis Talpa.

Con rostros llenos de sudor y pequeñas pausas para hidratarse, todos se ven concentrados en sus áreas de cultivo, donde cada parcela está clasificada.

Michelle Saraí Ayala, junto con ocho estudiantes de quinto año de Ingeniería Agronómica, realizan sus horas sociales en el proyecto MIAF, para aportar conocimientos, educativos y científicos a los agricultores de la zona.

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«Esta experiencia académica es interesante, si los agricultores aplican esta técnica en sus tierras, podrán diversificar sus cultivos. No deben tener miedo a lo nuevo, si lo hacen, no dependerán de un solo rubro de cultivo», dice la estudiante.

Con mucho orgullo, Michelle expresa que «ayudar al desarrollo de este proyecto es un gran reto para mí como futura ingeniera agrónoma. Quiero especializarme en el área de frutas y ver el desarrollo de cultivo intercalado».

La futura ingeniera dice que están enseñando al agricultor como aplicar esta técnica, ya que «hoy en día, el país depende de granos básicos importados, porque no somos auto suficientes; la agricultura es la base de la sociedad y sin ella los seres humanos no podríamos sobrevivir, es decir, si el campo duerme, la ciudad muere, es el diario vivir para un agricultor».

El proyecto MIAF es financiado por la International Development Research Centre-IDRC, Secretaría General del Consejo Superior Universitario Centroamericano-SG CSUCA, beneficiando a docentes, estudiantes y agricultores del país. Investigadores de la UES fueron capacitados por la cooperación japonesa (JICA) y La Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).

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