Siete de cada diez adultos mayores no tiene pensión en El Salvador. Dos mujeres de la tercera edad son el ejemplo de la falta de protección que parte de este sector enfrenta.
Gerardo Orellana / Cristian Díaz
El Salvador tiene 539,583 adultos mayores (a partir de los 60 años) que no cuentan con una pensión.
Patricio Pineda, quien es experto en pensiones y miembro de la Mesa por una Pensión Digna, señaló que de los 755,583 adultos mayores que residen en el país apenas un 28% (216,000) cuentan con una pensión, de acuerdo a datos consignados con información del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Los pensionados al 2025 sólo son 216,000, equivalente a un 28% del total de 755,583 adultos mayores que habitan en El Salvador, la fuente (es) Fondo Monetario Internacional (FMI)… Hay más de 500,000 adultos mayores desprotegidos. Esta situación es la que mantiene en vilo a los organismos financieros multilaterales porque justamente a esta masa poblacional de adultos mayores es imposible que le den trabajo”, señaló el experto durante el programa de entrevistas Frente a Frente.
Un ejemplo de la falta de protección es Rosa Emilia Orellana Castillo, quien tiene 65 años.
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42,292 viviendas
no disponen de energía eléctrica en El Salvador, de acuerdo a datos consignados en el VII Censo de Población y VI Censo de Vivienda 2024
Lejos de estar descansando en su casa y alejada de la preocupación para contar con recursos para comprar sus alimentos, debe trabajar con la “cuma” para ganar algún dinero y llevarle comida a su madre, Lorenza Lobos, de 93 años.
Ambas mujeres residen en una champa construida con láminas viejas.
Desde hace dos años residen en la naciente lotificación El Polvón, en el cantón Miravalles, de Sonsonate, luego que por décadas residieron en otro lugar como colonos; pero de ahí, fueron sacadas por causas que no son conocidas.
La comunidad de El Polvón les dio un pedazo de terreno, en la zona verde, para que construyeran su humilde vivienda, alejada de los vecinos.
Los más próximos están a más de cien metros. Cuando llueve, por ejemplo, aumentan los zancudos o chijines (jejenes).
La casa está rodeada de maleza; no cuentan con energía eléctrica ni agua potable. Para bañarse o realizar los oficios domésticos realizan colectas de lluvia en huacales, durante el invierno.
862,891 casas
lanzan sus aguas grises al exterior; es decir sin darle ningún tratamiento
Pero en el verano deben de caminar varias cuadras para abastecerse de un pozo que hay en la zona. Tampoco tienen letrina, por lo que sus necesidades fisiológicas las realizan al aire libre.
Castillo relató que es hija única y que a pesar de las dificultades económicas, ella se ha encargado de trabajar para llevar el sustento para ambas.
El VII Censo de Población y VI Censo de Vivienda 2024, realizado por el Banco Central de Reserva (BCR), estableció que en el país hay 1,839,322 viviendas habitadas.
La mayoría es de bloque, ladrillo y completo. Sin embargo, las construidas con lámina metálica están en tercera posición pues la cifra alcanza las 143,604 estructuras; una de ellas es la casa de ambas adultas mayores.
En segundo lugar están las viviendas de adobe.
Además, hay 55,449 viviendas, a nivel nacional, que no disponen de letrinas. Para el caso del municipio de Sonsonate Centro, la cifra alcanza las 1,228 viviendas sin este tipo de estructuras.
218,894 estructuras
tienen como piso la tierra
“Andar chapeando para ver de ganarnos la vida; si yo no la gano, ella no tiene su comidita. Sea como sea yo voy a trabajar para ganar la comida para las dos porque si no trabajo no tenemos para la comida”, contó la sexagenaria con lágrimas y voz entrecortada.
Dicho estado emocional también embargó a su madre, que no pudo evitar llorar por el esfuerzo que hace su única hija a pesar de la edad que tiene.
Castillo agregó que recientemente le dieron 15 días de descanso donde trabajaba; pero cree que ya no será contratada. Le dijeron que “hasta después”.
En dicho lugar percibía, cada 14 días, $66 que le debían de alcanzar para comprar comida y medicamentos cuando ella y su madre lo requerían.
“A ella le digo que hay que luchar mientras se nos llega el día (de morir)”, agregó.
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La casa donde ambas mujeres residen en realidad es una área que no sobrepasa los nueve metros cuadrados.
131,368 viviendas
se abastecen de agua a través de pozos privados
Ahí han acomodados sus camas; los roperos para guardar sus pocos vestidos son cajas de cartón; y la cocina es una estructura enmohecida que ya está “chueca; pero al menos tengo dónde cocinar”.
“En la noche hay zancudos y tenemos miedo de los coyotes porque vienen, en la noche se ponen a aullar ‘los babosos’; pero de todos modos qué se va a hacer, hay que soportar y Dios nos tiene que ayudar a que no tengamos miedo, aunque estemos en el ‘montarral’”.
Castillo, quien es la más expresiva de ambas mujeres, relató que, en ocasiones, algunos vecinos les regalan víveres y ropa, ya que por la falta de un trabajo permanente, a ella no le alcanza para cubrir todas las necesidades que enfrentan.
No cuentan con algún número de teléfono por lo que para comunicarse con ambas adultas mayores, las personas se deben trasladar hasta la lotificación.
245,134 casas
en el país no cuentan con un grifo
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