Jueza programa nueva audiencia contra cabecillas de la MS en EE.UU.
Tres cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) enfrentarán una audiencia en febrero de 2026 por ser señalados en Estados Unidos por actos de terrorismo. La Fiscalía estadounidense ha reiterado que quiere desestimar los cargos contra uno de estos líderes de la pandilla, para que sea enviado a El Salvador.
Vladimir Arévalo Chávez, alias “Vampiro de Monserrat”; José Wilfredo Ayala Alcántara, alias “Indio de Hollywood” y Francisco Javier Román Bardales, de alias “Viejo de Tribus” fueron convocados por la jueza Joan M. Azrack, de la Corte del Distrito Este de Nueva York, para diferentes procesos judiciales que se llevarán a cabo a partir de febrero de 2026.
Según documentos a los que El Diario de Hoy tuvo acceso, la jueza realizó una audiencia el pasado 4 de septiembre en la que participaron los tres cabecillas de la MS-13 y fueron convocados a nuevas audiencias que se llevarán a cabo el 11 de febrero del próximo año.
El fiscal federal de Estados Unidos ha reiterado a la jueza Joan M. Azrack, de la Corte la solicitud para desestimar la acusación en contra de Vladimir Antonio Arévalo Chávez, alias “Vampiro de Monserrat”.
Este líder pandillero, al igual que otros que conocieron sobre la tregua del gobierno de Nayib Bukele con las pandillas, esperan ser procesados en Estados Unidos por delitos de terrorismo y crimen organizado.
El pasado 24 de julio, durante una audiencia contra Arévalo Chávez, la jueza abordó un punto sobre la petición del gobierno de EEUU de retirar los cargos contra el líder de la MS-13, para deportarlo a El Salvador.
Azrack citó su resolución del 16 de julio en la que mencionó que existen informes de prensa que indican una vinculación entre la solicitud de El Salvador de enviar al país a nueve líderes de la MS-13 bajo custodia de Estados Unidos, a cambio de recibir en El Salvador a venezolanos a supuestos miembros del Tren de Aragua.
En marzo pasado, Estados Unidos envió a El Salvador a 252 migrantes venezolanos. En los últimos meses, diferentes medios estadounidense han reportado que, como parte de ese acuerdo, el Gobierno de El Salvador le pidió a la administración de Donald Trump que le devuelva a los cabecillas procesados en EEUU, que tienen información sobre el pacto de las pandillas con Bukele.
Los cabecillas en Estados Unidos
El periódico El Faro publicó recientemente información sobre 27 cabecillas de la MS-13. Uno de estos, Saúl Antonio Turcios Ángel, más conocido como “el Trece de Tecla”, ya falleció, aunque esta noticia aún no ha sido confirmada por el Gobierno salvadoreño.
Además, según citó el medio, ocho de estos líderes de la MS-13 aún están en Estados Unidos, a la espera de ser enjuiciados por ese país o que sean deportados a El Salvador, como solicitó Bukele al presidente Donald Trump.
El resto, supuestamente, están recluidos en diferentes cárceles de El Salvador. Sin embargo, hasta la fecha el Gobierno no ha publicado fotografías de estos pandilleros en alguna prisión.
Tres de los que aún permanecen en Estados Unidos fueron convocados recientemente por la jueza a nuevas diligencias judiciales. Las fichas publicadas por el periódico El Faro detalla información de cada uno de ellos.
Vladimir Arévalo Chávez, alias “Vampiro de Monserrat”, según citó El Faro, es un pandillero sin gran relevancia al interior de la MS-13 y no forma parte de la Ranfla Nacional. Según se informó al momento de su captura, las autoridades estadounidenses lo acusan de haberse convertido en uno de los cabecillas del Programa México.
Por su parte, José Wilfredo Ayala Alcántara, alias “Indio de Hollywood” es uno de los pandilleros de la MS-13 más longevos y, debido a que pertenece a la clica Hollywood Locos, es una persona cercana a los líderes “Diablito” y “Crook”. Fue liberado en enero de 2021 y dos años más tarde, el 18 de abril de 2023, fue capturado en México.
Y por último el pandillero Francisco Javier Román Bardales, alias “Viejo de Tribus”, fue cofundador del Programa México. Según documentó El Faro, este cabecilla se encontraba desde hace 11 años en México y desde ahí dirigió escaladas de violencia y muerte durante el Gobierno de Bukele.