Escasez de mercadería y baja demanda, obstáculos más comunes de las Mype, según estudio

El Observatorio Mype de Fusai presentó un informe sobre las micro y pequeñas empresas y destacó que la escasez de mercadería, caída de la demanda y el alza de precios son factores que frenan su crecimiento.

Emprendedores festival jocotes

Las micro y pequeñas empresas salvadoreñas enfrentaron al menos siete retos que frenaron su crecimiento en el segundo trimestre de 2025, según el «Informe Dinámica Empresarial Mype. Trimestre II, 2025», realizado por el Observatorio Mype de Fusai.

El informe, que realizó consultas a más de 1,200 propietarios de mypes, destaca que la escasez de mercadería para comprar fue uno de los desafíos más significativos para buena parte de los negocios consultados.

Un aspecto que influyó para seis de cada diez encuestados fue el incremento de precios en productos o insumos clave.

«El factor más citado es alza de precios en materias primas, bienes intermedios o productos importados que limitan la capacidad de reposición de inventarios y puede obligar a reducir volúmenes o márgenes de ganancia», detalla el informe.

También condicionó la dependencia de proveedores afectados por desabastecimiento en un 31% de los casos y los retrasos en las entregas por parte del proveedor fue el obstáculo para el 18%, que evidencian vulnerabilidades en la diversificación de fuentes de suministro. 

La dependencia de un solo proveedor – para el 15% de los microempresarios consultados- también provocó que se manejaran inventarios ajustados. 

Otro aspecto que disminuyó el crecimiento de los pequeños negocios fue la caída en la demanda por parte de los consumidores. 

Cuatro de cada diez personas (38%) dejaron de comprar un producto por la situación económica que enfrentan, cita el estudio del Observatorio de Fusai.

También influyó la reducción en la capacidad de compra de los clientes, pues el 30% del total de los encuestados señaló el aumento de precios o el estancamiento salarial, como aspectos que condicionan su compra.

Los anterior quiere decir que los clientes tienen menos dinero disponible para gastar, lo que los obliga a buscar opciones más baratas o productos o servicios con menor precio por ser de temporada (24%), explica Fusai.

Otro factor destacado fue el aumento de la competencia, reportado por cuatro de cada diez empresarios consultados. 

«Esta tendencia sugiere un mercado progresivamente más dinámico y saturado, especialmente en zonas urbanas o rubros de baja barrera de entrada», señala el estudio.

Dificultades financieras, un problema común

Los problemas económicos que experimentan los pequeños y mediados empresarios se mantienen para entre el 30 y 40% de los entrevistados en los últimos cinco años, siendo importantes para el 31% en el segundo trimestre de 2025, detalla el informe.

De acuerdo con el documento, esto último está relacionado con una necesidad insatisfecha de servicios financieros adecuados, especialmente en los sectores informales de los microempresarios.

«Los componentes de este inhibidor revelan un panorama financiero limitado por ingresos inestables, falta de instrumentos para enfrentar imprevistos y escasas opciones de financiamiento», explica el informe. 

«Cuando los ingresos de una Mype caen, la capacidad de la empresa para cubrir sus costos y mantener su operatividad se ve comprometida, lo que puede generar un efecto dominó en todas sus operaciones financieras», añade.

Para tres de cada diez encuestados en el estudio, las dificultades para obtener un préstamo también afectan, así como el acceso limitado a crédito formal, ya sea por falta o mal historial, garantías o requisitos difíciles de cumplir, lo que limita las posibilidades de invertir, crecer o estabilizarse ante crisis de liquidez. 

Sin duda la escasez en el flujo de ingresos reduce la capacidad para invertir en crecimiento, manejar fluctuaciones de liquidez o recuperarse de crisis para la mayoría de pequeños y medianos empresarios.

Las deudas excesivas y el mismo sobreendeudamiento con proveedores informales o incluso con instituciones financieras, compromete los ingresos futuros y reduce la capacidad de maniobra para dos de cada diez microempresarios.

«Este panorama evidencia la urgencia de ampliar la inclusión financiera con productos adaptados a la realidad de las Mype, fomentar la educación financiera y promover esquemas de financiamiento más flexibles, especialmente para aquellos en condiciones de informalidad o vulnerabilidad económica», cita el documento.

Para tres de cada diez encuestados (35%), otros factores que hacen que disminuyan las finanzas son la aparición de gastos imprevistos, como enfermedades, emergencias familiares o daños en equipos que pueden representar gastos significativos que interrumpen el flujo financiero del negocio, especialmente cuando no existen mecanismos de protección o ahorro previo. 

«Si el propio empresario enferma, el impacto es aún más directo y severo. Dado que en muchas mype el dueño es la figura central y a menudo el único con la capacidad de tomar decisiones clave y ejecutar tareas», menciona el documento. 

Las tensiones o disputas dentro del entorno familiar también pueden afectar el bienestar emocional y mental del propietario, lo que a su vez repercute en su capacidad de concentración, toma de decisiones y gestión efectiva del negocio, de acuerdo a la investigación.

Lo anterior puede provocar pérdidas en el negocio, ya que el 30% se enfrenta a dificultades para cubrir gastos operativos, como el costo como alquiler, servicios, planilla y reposición de inventario, que se vuelven difíciles de cubrir cuando los ingresos se reducen o no se planifican adecuadamente los flujos de caja.

«Este tipo de barreras, aunque menos visibles, son fundamentales para entender la realidad cotidiana de las Mype. Su persistencia resalta la importancia de incorporar programas de acompañamiento psicosocial, redes de apoyo comunitario, y medidas de conciliación vida-trabajo como parte de una estrategia integral para fortalecer a los pequeños negocios. El bienestar del emprendedor también es clave para la salud del negocio», recomienda el Observatorio.

Tania Urías
Tania Urías