Corte mundial honra al Dr. José Gustavo Guerrero

La CIJ y la embajada salvadoreña en el Reino de los Países Bajos se unieron para rendir homenaje al ilustre jurista que presidió con sabiduría e hidalguía ese tribunal de justicia.

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El secretario de la Corte Internacional de Justicia, Philippe Couvreur, hizo una reseña del legado del Dr. Guerrero al frente de ese tribunal internacional con sede en La Haya. Foto EDH / cortesía

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16 October 2018

Los jueces de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Reino de los Países Bajos, rindieron hoy homenaje al doctor José Gustavo Guerrero, el ilustre jurista salvadoreño, que tuvo el honor de ser el primero en presidir ese máximo tribunal de justicia mundial.

La sede del Palacio de la Paz fue el escenario donde se dieron cita los 15 jueces del máximo tribunal de justicia, representantes del gobierno salvadoreño, familiares del homenajeado e invitados especiales, para rendir honores al también salvadoreño más universal, por sus notables aportes y el inigualable legado al Derecho y la justicia internacional.

De hecho, los discursos del actual presidente de la Corte Internacional de Justicia, Abdulqawi Ahmed Yusuf, del embajador salvadoreño ante los Países Bajos, Agustín Vásquez, del secretario de la Corte, Phillipe Couvreur, del juez de la Corte, Antônio Augusto Cançado Trindade y de José Miguel Arévalo Rengifo, en representación de la familia del homenajeado, destacaron la personalidad y virtudes del jurista salvadoreño.

En su discurso, el titular de la CIJ destacó el aporte del Dr. Guerrero en la formulación del actual estatuto que rige a la Corte. “El Dr. Guerrero no marcó la historia, él hizo la historia, externó el presidente.

También dijo sentir mucho orgulloporque se le rindió tributo a dos notables salvadoreños en este mes: Monseñor Óscar Romero en Roma y el Dr. Guerrero en La Haya. Inclusive Ahmed Yusuf bromeó diciendo: “Si nosotros pudiéramos santificar, ya hubiéramos santificado al Dr. Guerrero”.

Este reconocimiento a la vida y obra del doctor Guerrero fue auspiciado por la Corte y la embajada salvadoreña ante el Reino de los Países Bajos.

“Innumerables méritos fueron cosechados por el Doctor Guerrero como representante de El Salvador en la Sociedad de las Naciones, dentro de los cuales destacó el ejercicio de la Presidencia de la Asamblea de dicho Organismo Internacional, mérito que le valió para haber sido invitado en 1927 a ejercer el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y Justicia de El Salvador...”, dijo en su discurso el embajador Vásquez.

“Referirme a la impecable y trascendental vida profesional del Doctor José Gustavo Guerrero es en sí mismo un honor y un privilegio inmerecido que hoy me corresponde realizar en nombre del Gobierno de la República de El Salvador y de una Nación orgullosa de contar entre sus hijos, a un hombre que puso en lo más alto de la palestra internacional, la dignidad del servicio diplomático de El Salvador”, destacó el funcionario salvadoreño.

Guerrero, por su alto sentido de justicia, fue elegido en 1929 presidente de la X Asamblea de la Sociedad de las Naciones, antecesora de las Naciones Unidas, surgida tras la Primera Guerra Mundial.

Posteriormente en 1937, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, fue designado primer presidente de la Corte Permanente de Justicia Internacional y luego de 1946 a 1949 presidió la entonces recién creada Corte Internacional de Justicia, honor que ningún otro salvadoreño ni centroamericano ha logrado en la historia.

“Honrado con la toga como Juez del máximo tribunal de justicia en el mundo, el Doctor Guerrero continuó poniendo de manifiesto su temperamento equilibrado, su conducta intachable y su profunda devoción por la justicia y el derecho internacional”, expuso Vásquez.

Su postura de no intervención

Además recordó el embajador, el aplomo y la contundencia del discurso del Dr. Guerrero en su intervención durante la Sexta Conferencia Panamericana, celebrada en 1928 en La Habana.

“Dejó la honrosa posición de la Presidencia de la Comisión de Derecho Internacional Público para argumentar, desde la posición de delegado de El Salvador, el reconocimiento del sagrado e invariable principio de la no intervención en los asuntos internos de otros Estados y la absoluta igualdad jurídica de todos los Estados, principio que a la postre se convirtió en uno de los pilares fundamentales del Sistema Interamericano”, dijo Vásquez.

También destacó la admirable postura e hidalguía del jurista salvadoreño y entonces presidente de la Corte Permanente Internacional de Justicia, cuando hizo gala de su valentía al encarar a un grupo de soldados nazis que llegaron a tomarse el palacio de la Corte (Nota aparte).

Este acto heroico y otros motivos le valieron al Dr. Guerrero para constituirse en el único salvadoreño que ha sido candidato en dos ocasiones al Premio Nobel de la Paz.

En el mismo acto, el gobierno salvadoreño otorgó a la CIJ, la Medalla al Mérito Diplomático “Doctor José Gustavo Guerrero”, “como un testimonio de agradecimiento de una nación, para una institución que permitió a uno de sus más apreciados hijos, realizar su más alta inspiración intelectual a favor de la justicia, la paz y el derecho internacional”, planteó el embajador salvadoreño.

La ceremonia fue cerrada con la participación musical de Armonìa Cuscatleca, grupo de jóvenes que viajaron desde su natal San Pedro Perulapán para deleitar a los asistentes con sus interpretaciones de El Carbonero y el Torito Pinto.