El emotivo encuentro entre el papa Francisco y la asistente de San Romero

Ángela Morales, una de las historias de allegados a Romero publicadas por El Diario de Hoy en esta cobertura especial desde Roma, fue invitada por el papa Francisco a subir al escenario de la Sala Paulo VI para reconocerla personalmente

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Ángela Morales, asistente de Monseñor Romero, fue recibida por el papa Francisco. Foto: Cortesía de la Oficina de Prensa de la Santa Sede

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15 October 2018

Ángela Morales, mejor conocida por sus amistades como Angelita, fue la mano derecha de monseñor Óscar Arnulfo Romero desde antes que él fuera nombrado arzobispo de San Salvador hasta el día de su muerte.

La historia de Angelita fue publicada en El Diario de Hoy en la víspera de la canonización de Romero, en la cual ella relató cómo fue la última jornada antes del martirio del arzobispo.

Este lunes, un día después de la gran celebración realizada en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, Angelita volvió a la notoriedad, pero en esta oportunidad por el agradecimiento personal que le hizo el papa Francisco por haber llegado desde El Salvador para ser testigo de este evento grandioso para la iglesia salvadoreña y latinoamericana.

El pontífice llamó a Angelita para que subiera al estrado de la gigantesca Sala Paulo VI. La compatriota trabajó desde principios de la década de los setenta como asistente personal de Romero cuando él era obispo auxiliar de San Salvador y ella terminó con su labor el 24 de marzo de 1980, el día en que Romero en su cargo de arzobispo capitalino fue asesinado.

“Yo venía para agradecer a tanta gente, a todo el pueblo que lo ha acompañado y lo ha seguido, pero ¿Cómo hago para hacerlo con todos?, entonces elegí una persona, una persona que estuvo cerca de él, lo acompañó y lo siguió, alguien del pueblo Angelita Morales”, dijo el Pontífice y el aforo a más de la mitad de su capacidad máxima explotó en una ovación para Morales.

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Enseguida Angelita, quien lucía un sombrero de paja, subió al estrado y se fundió en un abrazo con el sumo pontífice, conversaron por unos segundos fuera del micrófono, hubo entrega de obsequios y el público la aplaudió.

Morales era la persona de confianza que trabajaba con monseñor Romero en los momentos críticos y convulsivos que atravesaba el país y estaba dentro del círculo inmediato del obispo.

Además de llevar la agenda y conocer al detalle las inquietudes del obispo y hasta aficiones personales como el gusto que él tenía por los circos, a los que asistía discretamente con alguna persona del arzobispado que lo acompañaba.

Se cree que Monseñor Romero tenía esa afición por recuerdos de niño, cuando en Ciudad Barrios iba con sus hermanos al circo a disfrutar de los espectáculos itinerantes que llegaban al poblado oriental.

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La historia de esta salvadoreña que aún trabaja dentro del Arzobispado fue retomada este lunes por el diario de La República en Roma donde destaca parte de la historia publicada por El Diario de Hoy en su edición del día sábado 13 de octubre.

Ángela Morales ha logrado notoriedad por su participación en el documental El Agravio que se proyectó la tarde de este lunes en Roma, en la sede Caritas Internacional.