El sector del transporte colectivo pudo respirar un poco de tranquilidad durante 2017, pues los homicidios y las extorsiones reflejaron una considerable reducción, al menos de junio a octubre, cuando los empresarios dejaron de pagar la acostumbrada “renta” a los delincuentes.
Sin embargo, de enero a junio los pagos de los chantajes se hicieron como de costumbre, afirmó el presidente de la gremial de transportistas Fecoatrans, Catalino Miranda. A al final de este año dijo que pagaron un total de $19 millones en concepto de “renta” a delincuentes.
Las estadísticas que presentó Miranda dan cuenta de que solo en 2016 las extorsiones se redujeron en un 50 % comparado con el 2015, ya que los transportistas pagaron también en concepto de extorsiones $19 millones, principalmente a grupos de pandillas.
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Pero, según Miranda, en 2017 se mantuvo la reducción y pagaron en total $19 millones a los extorsionistas.
Según el dirigente gremial, en el primer semestre de 2017 no se veían nuevos avances y recordó cómo en 2015 tenían “una extorsión muy terrible, 35 millones de dólares anuales como parte del acecho de las bandas delincuenciales que se dedican a la extorsión”.
En 2015, dijo Miranda, los empresarios del transporte colectivo eran extorsionados por delincuentes desde México, Guatemala, Honduras y Nicaragua, de donde llamaban y les exigían 5 mil a 10 mil dólares en un plazo de 72 horas. Los pagos debían hacerlos a través del sistema bancario y de remesas internacionales.
El cambio, dice Miranda, se vio de junio a octubre de este año, porque los extorsionistas ya no llegaron a retirar la extorsión como de costumbre. Él lo atribuye a que los chantajistas fueron capturados y llevados a prisión.
El presidente de Fecoatrans reconoce que esto en parte es fruto de la puesta en marcha de las medidas extraordinarias impulsadas a fines de abril de 2017 en siete penales donde hay población de pandillas, que ordenaban o perpetraban directamente la extorsión.
Pero la tregua no duró más allá de octubre, ya que nuevos extorsionistas surgieron y comenzaron a extorsionar a los transportistas.
A juicio del presidente de Fecoatrans, “no se debe bajar la guardia en las medidas extraordinarias y más bien se deben de llevar las investigaciones hasta el tope en ese delito”.
Pero Miranda se expresó optimista y dice que con el alivio obtenido con la reducción en el pago de extorsiones han tenido más dinero para invertir en sus propias medidas de seguridad, entre otras cosas.
Solo los empresarios aglutinados en Fecoatrans dicen haber invertido $7 millones en construcciones de nuevos planteles y en los últimos dos años la inversión de $150 millones en la renovación de la flota urbana, interurbana y departamental, pero también en tecnología como cámaras de video vigilancia internas y externas, sistema GPS y de control y conteo de pasajeros.
Toda esa inversión ha significado también hasta el 95 por ciento en la reducción de asaltos dentro de las unidades.
Siguieron los crímenes
Fecoatrans también registra una reducción considerable, ya que en 2017 fueron asesinados 35 empleados entre conductores, cobradores y empresarios. En 2016 hubo 56 trabajadores asesinados.
También en el presente año, 29 usuarios del transporte colectivo, entre pasajeros y ladrones, murieron y 37 más resultaron heridos en al menos 76 tiroteos registrados en el interior de los microbuses y buses afiliados a Fecoatrans.
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También registraron el incendio de una unidad, un caso que está siendo investigado.
En los últimos diez años, han sido asesinados mil 200 empleados del transporte colectivo entre ellos empresarios, conductores y cobradores.
“El transporte público debe pasar de ser un hijo pródigo a ser un ente con propiedad del Estado , a ser parte del Estado, para poder acceder a los créditos de la banca privada, banca federal, bancos cooperativos y otros, porque yo creo que 40 años es más que suficiente para que el transporte entre en un plan de nación”, reclamó Catalino Miranda.
El 82 por ciento de los salvadoreños son transportados en buses y microbuses a diario de sus casas a sus trabajos y otros destinos.