“Ni un paso atrás”, gritan en Nicaragua tras 4 meses de crisis

Las protestas de la oposición nicaragüense no han cedido las calles desde el pasado 18 de abril.

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Nicaragua vive desde hace varios meses una tensa situación política y social contra el gobierno del presidente Daniel Ortega. Los maestros están denunciando diferentes atropellos, entre ellos despidos. Foto EDH / AFP

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19 August 2018

Nicaragua cumplió ayer 4 meses de profunda crisis socio política entre manifestaciones en contra y en favor del presidente Daniel Ortega, y con una queja del Gobierno por los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En estos cuatro meses la oposición acusa al Gobierno de haber provocado la muerte de al menos 448 personas. En tanto los orteguistas solo reconocen 198 víctimas de la crisis que no da visos de terminar, sino que por el contrario cada vez abre una brecha más grande de división en este país.

El sábado, miles de nicaragüenses participaron en la marcha denominada “Nada está normal”, en rechazo al discurso oficial, que asegura que Nicaragua ha recuperado “la normalidad” cuatro meses después del estallido social, que ha dejado entre 317 y 448 muertos en protestas contra Ortega, quien reconoce solo 198 víctimas.

“Ni un pasó atrás”. Esa fue la consigna repetida ayer por las calles de la capital durante la marcha de los opositores, donde se vivió un renacer de las protestas que comenzaron el pasado 18 de abril y que pasaron por momentos de duda e incertidumbre sobre la conveniencia de seguir adelante o no.

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 “Empezamos fuerte, pero tuvimos las bajas de compañeros que fueron asesinados, desapariciones de otros de los que aun no sabemos nada meses después, cientos de heridos, tanto física como psicológicamente, represión, amenazas. Después, hubo momentos de miedo y de duda, pero es claro que hay que seguir, dijo Luis Carlos Chamorro.

El joven señaló que “es la hora de la gente, la hora de Nicaragua, la hora de recuperar lo que nos corresponde, de ser libres, de tener justicia y paz, y eso solo lo vamos a lograr unidos en las calles”.

Universitarios, pieza clave

Los manifestantes se mostraron “más convencidos que nunca” de la necesidad de luchar “unidos”, de llegar a donde sea necesario y de “reclamar justicia para más de 400 hermanos que dieron su vida por un país mejor para todos”.

La estudiante universitaria Sandra Lucía Palacio explicó que las protestas contra el poder “son la nueva revolución en este país que es nuestro y como toda revolución, no se puede hacer quedándose en casa y aceptando todo las injusticias a las que nos somete el Gobierno de Daniel (Ortega)”.

Artistas reconocidos e identificados por su inclinación “con el pueblo”, políticos que en su momento acompañaron a Ortega cuando se alzó contra Anastasio Somoza y religiosos, que otrora le dieron el visto bueno a su gobierno, ahora se han vuelto “enemigos” de un régimen que intenta aplacar a cualquiera que esté en su contra. Y son los nuevos enemigos -muchos de ellos se han autoexiliado- porque han decidido apoyar las luchas de los universitarios y de los nicaragüenses de a pie, que como siempre son los que se llevan la peor parte de la crisis con escasez, precios altos y con la carencia de empleo que empieza a pasar factura sobre todo en el área del turismo.

La contramarcha

Como contraparte, el sábado, simpatizantes del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) participaron en otra marcha, aunque visiblemente menos concurrida que la de los opositores.

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Además, el Gobierno de Ortega emitió un “informe evaluativo” sobre el trabajo de la CIDH, a la que calificó de “parcializada y politizada”, por los reportes emitidos desde el 21 de mayo pasado.

El organismo adscrito a la OEA (Organización de Estados Americanos) denunció que el gobierno se ha negado a brindar información de la violencia que vive el país y de las víctimas de la represión.

La crisis no es solo en Nicaragua, ayer, cientos de costarricenses se manifestaron en un parque en el centro de San José, contra el ingreso de nicaragüenses que piden refugio, pero la protesta terminó en disturbios, ofensas y varios detenidos.

Con gritos de “¡Fuera nicas!” y con banderas y camisas de Costa Rica, los costarricenses organizaron una marcha para protestar contra el ingreso que ellos califican como masivo. La manifestación, que en un principio iba a ser pacífica, terminó con disturbios, ofensas y detenidos, extraoficialmente se maneja un total de 20 capturados por desorden público.