Iglesia denuncia nuevos ataques del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua

Un ambiente tenso se vivía la mañana de este lunes especialmente en Diriamba, donde un grupo de 9 paramédicos que atendían a los heridos en la basílica local quedó atrapado en el templo

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Turbas ingresan a Basílica y agreden a obispos en Nicaragua

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09 July 2018

La iglesia Católica denunció hoy nuevos ataques del Gobierno a las poblaciones de tres ciudades del norte y Pacífico de Nicaragua, que dejaron como resultado un muerto y una vivienda incendiada.

"Vengan para que sean testigos del terror y la barbarie que cometen muchas personas llenas de odio, este tipo de acciones no pueden ser justificadas", dijo esta madrugada en redes sociales el sacerdote Erick Díaz, párroco de la ciudad de Matiguás, ubicada a 164 kilómetros al norte de Managua.

Díaz se refería a la vivienda del líder local del Movimiento 19 de Abril de Matiguás, que fue incendiada supuestamente por las "fuerzas combinadas" del Gobierno, en un ataque realizado esta madrugada en el departamento (provincia) de Matagalpa.

Horas después el Movimiento 19 de Abril de Rancho Grande, también en Matagalpa, reportó la muerte del joven Dixon Barrera, cuyo cuerpo apareció tirado en un río, con una bala en el lado izquierdo del pecho, mientras las "fuerzas combinadas" merodeaban la ciudad.

Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) decidieron viajar hacia el departamento de Carazo (Pacífico), que sufrió ataques del Gobierno por segundo día consecutivo en las ciudades de Diriamba y Jinotepe, con la misión de intentar disuadir a las autoridades para que dejen de agredir a la población.

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Un ambiente tenso se vivía la mañana de este lunes especialmente en Diriamba, donde un grupo de 9 paramédicos que atendían a los heridos en la basílica local quedó atrapado en el templo mientras recibían disparos desde fuera, confirmó la CEN.

En la basílica también se encuentra un grupo de franciscanos que quedó encerrado mientras llevaba alimentos a los paramédicos.

En el ataque del domingo a Diriamba y Jinotepe fallecieron al menos 11 personas, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).

Los últimos fallecidos se suman a los 310 reportados la semana pasada por la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).

Tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), han responsabilizado al Gobierno de Ortega por graves violaciones de los derechos humanos.

La CIDH ha señalado "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país", lo que el Gobierno de Nicaragua rechaza.

Estos ataques han ocurrido pocas horas antes del esperado reinicio, este lunes, del diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica, que representa a la población, con el fin de superar la crisis.

También después de Ortega dijo el sábado ante afectos que no acepta adelantar las elecciones generales, la propuesta presentada por la Alianza Cívica en la mesa de diálogo como vía para superar la crisis.

El país centroamericano está sumergido en la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.