El reconocido político y candidato presidencial en 2006 por el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Edmundo Jarquín Calderón, aseguró que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, no tienen otro camino que abandonar el poder.
Jarquín habló desde Nicaragua con El Diario de Hoy sobre la crisis política y social que está afrontando su país, debido a la represión ordenada por Ortega en contra de miles de estudiantes que han salido a las calles no solo a protestar sino a exigir la pronta salida de la familia Ortega del poder.
“Él tiene posibilidad de negociar una salida y en ese concepto permanecer en el país o donde él quiera; pero lo que no es ya tolerable para la sociedad nicaragüense es su permanencia en el poder”, manifestó Jarquín durante la entrevista telefónica.
El político nicaragüense aseguró que la lucha en contra del régimen sandinista encabezado por Ortega y Murillo no comenzó el 18 de abril a raíz de una reforma a la ley de seguridad social que promovió el mandatario.
Aseveró que ya desde antes había iniciado a raíz de otras medidas que no gustaron a la población, especialmente al sector de los jóvenes.
“Había intentado dentro del mismo mes de las reformas a la seguridad social, había intentado censurar las redes sociales, tema muy sensible para los jóvenes; y en segundo lugar, la juventud que tiene mayor conciencia ambientalista y ecológica, había intentado Ortega de impedir que los jóvenes protestaran por un incendio que hubo en un reserva en la parte sur del caribe nicaragüense”, explicó el también exdiputado de la Asamblea Nacional de Nicaragua.
Pero otros sectores, aparte de los jóvenes y los estudiantes también están descontentos por la forma en que Ortega está manejando las finanzas y la cosa pública del vecino país, asegura Jarquín
“Todos esos agravios a diferentes sectores, la corrupción, que es algo transversal a toda la economía por parte de la familia Ortega, todos esos agravios son los que en determinado momento estallaron y se articularon con la demanda democrática de que se vaya Ortega”
Ortega bajo presión
Sobre la inasistencia de Ortega y de Murillo a la segunda ronda de diálogo que se desarrolló el viernes en el seminario de Fátima en Managua, Jarquín dijo que eso es una muestra de que Ortega nunca estuvo anuente al mecanismo del diálogo para solventar la crisis política de su país.
“El diálogo que la Conferencia Episcopal había pedido reiteradamente solamente fue posible bajo la presión popular, bajo las protestas estudiantiles y de la población que los acompaña; es decir, Ortega no está en el diálogo por una concesión gratuita o graciosa, sino que está obligado por la presión popular”, externó el político nicaragüense.
No obstante Ortega envió una comitiva gubernamental que logró arribar a acuerdos.
Jarquín avaló los cuatro puntos alcanzados en la segunda ronda de diálogo, entre ellos, una tregua de dos días, el derecho a las protestas pacíficas, cese a la represión por parte de las fuerzas policiales, y la restricción de las acciones de los grupos paramilitares.
Este último especialmente porque a su juicio quedó al descubierto que el régimen de Ortega estuvo al frente de los grupos paramilitares que participaron en la represión de los estudiantes.
Jarquín reiteró que lo único negociable con Ortega es justicia para investigar las muertes durante las protestas y que deje el cargo y que se instaure un gobierno provisional que convoque a elecciones.
“Un gobierno provisional que después de un tiempo razonable convoque a elecciones anticipadas ;es decir, lo que se quiere es justicia y que se recupere el proceso de construcción democrática de Nicaragua que Ortega revirtió y pervirtió”, dijo Edmundo Jarquín.