Desde que el parlamento aprobó la ley para crear las Zonas Económicas Especiales en junio de 2016, las autoridades y el sector privado de México ha comenzado a dar pasos agigantados en la implementación de las iniciativas que
Las ZEE mexicanas ofrecen incentivos fiscales, administrativos, de infraestructura en las regiones de las zonas y del entorno urbano, social y cultural así como programas de formación, medio ambiente y emprendimiento, entre otros.
México concibe su modelo de ZEE como “una estrategia de desarrollo regional para abatir brechas de estados más pobres del país”. El enfoque es principalmente manufacturero.
El presidente de la Autoridad Federal para el Desarrollo de Zonas Económicas Especiales de México, Gerardo Gutiérrez Candiani presentó este lunes los detalles de cómo funcionarán las ZEE y destacó que el modelo mexicano se diferencia del asiático porque este último desarrolla modelos orientados a las tendencias globales como el de alta tecnología.
Todas las ZEE decretadas hasta el momento corresponden a la modalidad por secciones y con la figura de un Polígono Amplio se dividen en un espacio Federado (público) en el que estará el parque industrial y en el que el Estado concesionará a empresas medianas y pequeñas por un plazo de 40 años prorrogables si cumplen con las condiciones; y un espacio privado pensado para grandes inversiones.
Para otorgarles los primeros, las empresas deben generar 800 empleos directos, 20 hectáreas desarrolladas y $90 millones de inversión durante los primeros cinco años. Deben adquirir un 10 % a proveedores locales, realizar infraestructura social y de última milla (de la empresa al ferrocarril, puerto, etc.) y además dar capacitación a trabajadores y transferencia de tecnología, entre otros.
Zonas económicas requieren de medidas complementarias
A cambio de eso, tienen descuento total del impuesto sobre la renta en los primeros 10 años, exención de impuestos al comercio exterior y un 25 % de deducción adicional por gastos en capacitación. También exoneran pago de IVA por introducción de bienes, operaciones dentro de la zona y no se considera importación la introducción de bienes del exterior a la ZEE.
Las actividades incentivadas en las ZEE incluyen agroindustria, automotriz, productos y estructuras metálicas, textil, muebles, pulpa y papel, aluminio, maquinaria, astilleros, sector energético, electrónico y eléctrico, entre otros.
En las zonas económicas mexicanas “no se vale fingir inversiones”, por lo que está prohibido que una empresa que ya opere en México cierre solo para instalarse como nueva en la zona. Las empresas también deben cumplir con exactitud sus planes de negocio, ya que de encontrarse inconsistencias, la Autoridad está facultada para obligar a la compañía a pagar todos los incentivos fiscales exonerados más una cuota adicional.