Zona económica necesita una agenda de desarrollo, dice Fusades

Con su primer foro, la Fundación dijo que no apoya la iniciativa pero tampoco la desvirtúa. Pide a las autoridades que respondan las inquietudes sobre el impacto que tendrá en el país.

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La primer Zona Económica Especial de El Salvador abarcaría 26 municipios de la zona oriental del país, entre ellos La Unión, dándo acceso al puerto y zonas conexas. Foto EDH / archivo

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11 September 2018

Una ley de Zona Económica Especial (ZEE) en el país necesita de una agenda de desarrollo complementaria que ofrezca seguridad, educación, salud e infraestructura, según destacó este lunes la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) en su primer foro de debate sobre la ZEE y su potencial impacto en El Salvador.

Aunque no dio su apoyo a la iniciativa de ley de ZEE presentada por el Gobierno, el tanque de pensamiento señaló ayer que tampoco quiere desvirtuar los objetivos de la propuesta sin un análisis que asegure que es una política pública efectiva y sostenible que trae beneficios a los salvadoreños.

“Lo que sí podemos anticipar es la gran responsabilidad que hay detrás de una ley de zonas económicas especiales la cual debe ir acompañada de otra medidas de política pública que constituyan una agenda de desarrollo local integral”, dijo el presidente del organismo, Miguel Ángel Simán.

Durante su presentación en el evento, Johanna Hill, experta en comercio internacional del grupo consultor Catrade, compartió las experiencias de Corea del Sur, México, India y Malasia e hizo énfasis en que si un proyecto de ZEE está bien estructurado, sí puede potenciar la competitividad de las empresas que se instalen.

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Para Hill, una potencial ZEE en El Salvador debe tomar en cuenta las condiciones de la región geográfica en la que se pretende instalar. Por ejemplo, hacer estudios pertinentes sobre la vocación productiva de la zona, el recurso humano disponible, los requerimientos de infraestructura, las empresas e inversionistas potenciales para esa zona específica y cuál es el financiamiento necesario para la provisión de infraestructura pública y servicios como educación, salud, transporte pública, energía y telecomunicaciones.

La exviceministra de Economía insistió en que la ley de zonas económicas especiales debería prever un presupuesto adecuado del Estado para actividades de atracción de inversión extranjera y de promoción de exportaciones, apoyo temporal para atender fallas de mercado por condiciones actuales y el desarrollo de incentivos o programas de apoyo para el encadenamiento productivo con pequeñas y medianas empresas y la compra de producto nacional.

También enfatizó que el proyecto no debería “limitar la inversión de fondos frescos en una zona tan necesitada”, puesto que según el último censo poblacional (2007) la pobreza extrema en los 26 municipios que incluye la ZEE propuesta por el Gobierno, el promedio fue mayor que el 10.8 % de media nacional.

El gerente de general de Grupo Campestre, Sergio Romero, quien participó en un panel de comentarios tras la presentación de Hill, recordó que la zona oriental del país tiene marcadas deficiencias y vacíos no solo en infraestructura de acceso si no también en la competencia de profesionales.

“Oriente ha estado olvidado, no tenemos servicios básicos. Queremos profesionales competentes pero eso viene desde la base y no lo tenemos. Somos principales receptores de remesas pero no se invierte en la zona”, lamentó el empresario.

En ese sentido, Fusades dijo estar preocupada porque lejos de resolverse, la iniciativa de ley de ZEE que llegó a la Comisión de Economía de la Asamblea Legislativa deja en el aire una serie de inquietudes sobre el impacto que tendrá en el país.

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“Nos preguntamos cuáles son las características relevantes y las ventajas que tiene el concepto de ZEE sobre otras opciones, qué beneficios adicionales tiene esta ley sobre la de zonas francas, cómo cabe el concepto de jurisdicción especial sobre la soberanía y cuál es la autoridad y cómo se gobiernan y administran estas zonas especiales?”, cuestionó Simán.

Para el presidente del tanque de pensamiento, también es necesario que el Ejecutivo responda qué nivel de institucionalidad necesita el país para asegurar este tipo de leyes, cuántas oportunidades pueden generen con esta ley y cómo quedan en el marco de la apertura de relaciones diplomáticas con la República Popular China.

Además, Fusades advirtió que si bien la ley ZEE es de carácter territorial, no fue previamente consultada con diversos sectores del oriente y por eso no incluye factores claves como la calidad de la enseñanza e infraestructura necesaria. Por otro lado, lamentó que la falta de transparencia y la poca divulgación se note en que los salvadoreños del oriente (y del resto) del país no sabe en qué consiste el proyecto de la ZEE.

Marco regulatorio más amplio

Por su parte, el consultor de proyectos de desarrollo empresarial, Luis Membreño, recomendó que en la discusión que se desarrolla en el parlamento salvadoreño se considere si el proyecto presentado “se puede corregir” a manera de convertirla en una ley marco que de pie a desarrollar varias zonas económicas especiales, en condiciones adecuadas; si la estructura pública es congruente con la expectativa de la inversión y si se mejorará realmente la burocracia y los trámites serán más expeditos.